"...El día que pude introducirme en una
de aquellas misteriosas galerías subterráneas, iba acompañado por R., mi amigo
hindú, un Iniciado en los altos misterios de la Logia y un valioso colaborador
en la obra del MAESTRO. Hace de esto muchos años pero guardo de aquella
experiencia mística de SHAMBALLA un recuerdo imborrable.... Las paredes de
aquella galería por la que habíamos penetrado, refulgían intensamente
reflejando una intensísima luz azulada pero que, curiosamente, no hería mis
percepciones visuales. No surgía aparentemente de ninguna lámpara, lo cual no
dejó de intrigarme aunque no hice pregunta alguna al respecto a mi ilustre guía
quien, como si me hubiese escuchado, me dijo sonriendo: "Esta luz es
consubstancial con el éter, la sustancia primordial que llena todos los
universos, la cual, en este nivel donde nos encontramos, emite una sustancia
radiante desconocida por completo por los científicos del mundo, que ilumina
todos los cuerpos que logran introducirse en él o que forman parte de su contenido.
La luz eléctrica utilizada en el mundo físico debe ser canalizada o distribuida
por medio de cables y complicados sistemas de conducción. Sin embargo, en los
niveles sutiles del plano físico, la luz es producida por la fulguración del
éter o materia radiante y constituye la base de la iluminación en tales
niveles. El tono azulado de esta irradiación que percibes es una característica
radioactiva del subplano etérico donde nos hallamos. Cada uno de los subplanos
de cada plano en la vida de la Naturaleza ofrece una definida particularidad
lumínica y es precisamente por esta luz que irradia de estas fuentes, que sus
características vibratorias pueden ser definidas y cualificadas por los hábiles
observadores.