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domingo, 20 de enero de 2008

JOJO EL NIÑO DE LAS ESTRELLAS- CUMPLIR LOS SUEÑOS


No importa lo duro que sea el viaje... ni las veces que pueda caerme... solo sé que debo hacerlo, que puedo hacerlo... que algún día cumpliré mis sueños.Hay quien dice que creer en la magia o en los finales felices es una tontería... yo creo que sin las ilusiones no podríamos seguir viviendo. La vida es demasiado fría por sí sola... necesita un aditivo, un aliciente, una razón para que dentro de nosotros nazca una fuerza misteriosa que nos empuja a ser fuertes en los momentos más difíciles...Tal vez, los sueños solo sean sueños, pero sin ellos, no somos nada.

Es curioso el tiempo, ahora lo tienes y ahora lo pierdes... intentas creer que lo llevas dentro de ti ,como una mochila imaginaria llena de recuerdos y momentos especiales... pero realmente ya no hay nada, todo desaparece, sigue adelante en línea recta... camina contigo sin mostrarte nada más que lo que tienes ante tus ojos por un instante... llega y se va, llega y se va... Y nosotros nos empeñamos en vivir en nuestra mochila, protegiéndonos del momento siguiente, del miedo a lo desconocido, viviendo entre recuerdos que nos llenan de alegría - dolor - tristeza - felicidad... Por mucho que nos esforcemos en negarlo, solo existe el presente, y hay que vivirlo ahora para que después podamos llevarlo en la mochila!!!

LA PARADOJA DIVINA


«Los medio-sabios, reconociendo la irrealidad relativa del universo, imaginan que pueden desafiar sus leyes; tales son tontos vanos y presuntuosos, y se estrellan contra las rocas y son rotos en pedazos por los elementos en razón de su locura. Los verdaderamente sabios, conociendo la naturaleza del universo, usan la ley contra las leyes; lo superior contra lo inferior; y por el arte de la alquimia transmutan lo que es indeseable en lo que es apreciable, y así triunfan. La maestría no consiste en sueños anormales, visiones, e imaginaciones o vivencias fantásticas, sino en usar las fuerzas superiores contra las inferiores, escapando a los sufrimientos de los planos inferiores vibrando en los superiores. La transmutación, no la negación presuntuosa, es el arma del maestro.»

El Kybalion