Menú

viernes, 10 de junio de 2011

EL RETO DE LOS JÓVENES


¡No existe mayor riqueza en este mundo que la juventud! Éstas o similares palabras han surgido de los labios de multitud de sabios y filósofos desde que el mundo es mundo… Tanto es así que no hubo casi ningún poderoso monarca, rey o emperador de antiguas culturas que de una forma u otra no buscara el Elixir de la Eterna Juventud. ¿Por qué los más poderosos del planeta de todos los tiempos perseguían tal quimera? Preguntémonos esta cuestión y breve, pero sistemáticamente, reflexionemos sobre el mundo de los jóvenes.


También y casi desde siempre, cuando leemos crónicas de culturas antiguas como la egipcia, mesopotámica, griega, romana, etc., nos “chocan” algunas reflexiones que los adultos de aquellos tiempos se hacían y que han dejado escritas en tablillas de barro, papiros, pergaminos, etc., como legado del pasado y que casi sin lugar a duda infieren sobre la locura de la juventud de los tiempos en que les tocó vivir, así decían… “cómo antes todo era mejor, de cómo puede ser el futuro con esta generación descarriada…”, y así un sinfín de similares improperios dichos éstos desde la muy adentrada madurez y en muchos casos desde las mentes muy reflexivas de ancianos sabios…, sabios, pero ancianos, valga la redundancia… Siempre fue así y siempre será así. El choque generacional es evidente desde hace milenios y la incomprensión y diferentes lenguajes de los jóvenes y los adultos también está llena de discrepancias y malos entendidos. Todo ello es consustancial con la propia dinámica de la vida, lo más maduro tiende a asentarse, a cristalizarse, a volverse inamovible, mientras que lo joven es dinámico, activo y puede que también un tanto alocado… ¿pero acaso la vida se puede considerar lógica e inamovible, o por el contrario es justo lo contrario y expresa conceptos de: libertad, alegría, desenfado, creatividad, cierta anarquía, locura vivencia, ganas de vivir, no a las ataduras ni posesiones, etc.? Las respuestas a estas preguntas debe hacérselas uno mismo y no otro…, rebobinando los recuerdos de su propia experiencia de vida y de su propia juventud…



Hoy parece y al hilo de los anteriores comentarios que, las cosas no son precisamente diferentes de lo que otrora en los milenios fueran y que todavía la franja que separa los mundos de los adultos y de los jóvenes sigue abierta y sangrante. Tendemos a olvidar que los jóvenes son almas como las nuestras las cuales olvidando quienes fueran en otras vidas están contentos porque de nuevo habitan una casa humana más radiante, hermosa, saludable y bien dispuesta; no tanto porque nuestra viviendas actuales –las de nuestros cuerpos adultos sean diferentes-, sino porque en esas nuevas casas juveniles, todo funciona bien son como motores nuevos donde cada parte cumple su misión a la perfección, no hay deterioros evidentes como media normal entre los jóvenes y de ahí que aun con sus excesos de fin de semana, sus búsquedas de experiencias en ocasiones demasiado atrevidas cuando sondean los mundos de la droga, el exceso de alcohol, etc., y que todos conocemos…, con pocas horas de descanso, “curiosamente”, se recuperan casi al instante y están en perfectas condiciones como si nada hubiera pasado horas antes…, pero no debiendo olvidar tampoco que los excesos conducen al colapso, -como en todo-, y de ahí que tras muchísimas horas de fiesta, descontrol, falta de sueño, bebida excesiva, drogas de diseños y otras cosas similares, desafortunadamente muchos jóvenes fallecen irremediablemente por haber atravesado la delgada línea roja que separa la cordura de la alocada vivencia extrema que intentaron expresar… ---todo tiene sus límites—Muchos de estos jóvenes, consciente o inconscientemente cumple una labor en el plan.



Es difícil para los padres de todas las épocas y de todos los tiempos, tener el arte de ganarse la vida honradamente y a la vez educar sabia y amorosamente a sus hijos. Muchos de los padres –sin que ello descargue la responsabilidad inherente a cada caso- trabajaron de sol a sol, casi sin descanso, para alimentar a los suyos y no multitud de padres cayeron agotados al llegar a casa sin dedicar el tiempo que deberían haber dado a la tutela de sus hijos, y todos sabemos cómo el mundo de la calle educa a los hijos cuando los progenitores se desentienden por dejadez o por excesiva polaridad a sus mundos de trabajo y búsqueda del sustento. Esto también está siendo arrastrado desde milenios y no pocos escritores e historiadores de todos los tiempos nos hablan al respecto y siempre la reflexión surge cuando ya es demasiado tarde.


Desafortunadamente los tiempos actuales, los del inicio del Tercer Milenio están marcados de excesivo libertinaje, y éstos también pasa factura. Aunque todo forme parte del plan. Siempre hubo de todo, lo que ahora ocurre es que todo se ha potenciado y, todo sale a la luz: lo bueno y lo malo. Siempre existieron maltratadores, violadores, ladrones, vagos y maleantes…, pero antes muchas cosas se ocultaban debajo de los paños por sociedades marcadas por un exacerbado puritanismo, donde todo parecía a la vista externa blanco y encalado, pero dentro de esas sociedades existía la podredumbre, cual sepulcros blanqueados como así lo denunció hace 2000 años el Maestro de Palestina. Hoy por el contrario las cosas están saliendo a la luz, y es bueno que esto sea así. La información viaja a la velocidad de la luz y recorre el planeta entero en pocos segundos, pero a la vez también lo bueno y lo malo viajan, no a tanta velocidad pero sí a mucha y los jóvenes tan llenos de ganas de vivir, tan ansiosos por percibir nuevas experiencias, tan pletóricos de energía, sólo les falta un poco de eso que los adultos solemos tener en exceso: experiencia y el conocimiento de que no todo lo que brilla como el oro lo es, y por tanto aquello que produce evasiones momentáneas de tipo alucinógeno, euforias emocionales, produce apegos y patologías destructivas de todo tipo y por mucho amor y cariño que pongan los padres si sus vástagos se han adentrado en tales mundos es muy difícil sacarlos de ellos, si bien no imposible, cuando se apela a lo más sagrado de ellos mismos y se les sitúa en entornos adecuados como clínicas especializadas con personal psicológico adecuado, excelentes terapeutas, psiquiatras y voluntarios altruistas que trabajan desinteresadamente para ayudar a jóvenes como ellos, salvo que aquéllos cayeron o fueron atrapados por las trampas de lo más terráqueo de la materia… la paciencia, el afecto, la amistad, la terapia laboral, las terapias físico-psíquicas, etc., y mucho, mucho amor…, son herramientas necesarias, y en conjunto o en sinergia para sacarles de sus dependencias destructoras.







El mundo de los jóvenes también tiene el otro lado, el de aquellos jóvenes tan deseosos de aprender, de experimentar, pero con cabeza, con conocimiento, con moderación y ponderación, como el caso de los niños índigos. Un enorme potencial de excelente juventud está llenando las ciudades, está llenando el mundo. Son jóvenes estudiantes que aman el estudio, la cultura, el arte, el deporte, la amistad, el trabajo…, y éstos serán los que darán el salto generacional y diseñarán el mundo del mañana, pues sus almas están ya maduras y conocen lo que deben hacer y cómo hacerlo. Son la flor y nata de la humanidad. La polarización de ambos lados de la juventud es evidente y el mundo externo los encuadra en sus lugares precisos, o bien en: laboratorios, universidades, centros culturales, administración, orquestas, política, economía, finanzas, mundo laboral, etc., o por el contrario en las tribus urbanas como desafortunadamente bien sabemos. La elección muchas veces es de ellos, no siempre, pero sí en muchos casos, pues no se debe tampoco dejar de mirar la culpa que la sociedad actual con falta de oportunidades está impulsando a muchos jóvenes a la rebeldía sistémica, no a la rebeldía por tal o cual causa, sino a la rebeldía “per se” y ello no es bueno, pues no existen ideales y por tanto los planteamientos son erróneos… Sí sabemos que mucho de lo que dicen incluso los más rebeldes es cierto, pero no todo puede ser cambiado desde la apatía, el total desapego, desde el libertinaje, desde la anarquía y desde la intolerancia y agresividad…



La eterna juventud –la juventud- es el reto, el fin perseguido por todos los sabios de todos los tiempos, como dijimos al principio y de ahí que cuando se va alcanzando la sabiduría que dan los años, añoremos nuestros tiempos más felices de la juventud e imaginemos cómo podríamos haber vivido con lo que hoy sabemos y qué maravilloso sería que de nuevo se nos concediera metafóricamente: una casa nueva, un motor nuevo, una carrocería nueva, un cuerpo nuevo y joven… Pero la vida siempre pasa factura, tanto lo bueno como lo malo dejan su impronta, su imperecedera huella y ya cercanos a la senectud al no retorno, tenemos miedo porque desconocemos que hay esperanza, no ya en el cuerpo presente, sino en otro futuro, en una nueva experiencia, en una nueva vida… Todo lo que hemos aprendido es nuestro bagaje, es nuestro legado y nuestra herencia y será el punto de partida de la nueva experiencia… El largo camino a la perfección es muy largo. No parece lógico que la divinidad, que intuimos es perfecta, haya dado a unos pocos la posibilidad de perfeccionarse y convertirse en auténticos Hijos e Hijas de Dios en una sola vida, -algo falla en las actuales concepciones religiosas que no aceptan la transmigración del alma de un cuerpo humano a otro humano-… y de ahí que en esa disyuntiva también debamos aceptar con amorosa compasión la compresión de que las almas están a distintos niveles de perfección y por tanto no a todos les puede llegar el mismo mensaje, por muy bueno que éste sea. Se deberá aceptar un día el largo recorrido desde las primeras etapas evolutivas hasta las presentes, no ya tanto desde el punto de vista externo de cuerpos humanoides hasta el humano actual –teorías Darwinianas, sino lo esencial, -la conciencia, el Yo Divino, el Alma- o como se le quiera llamar, esa expresión de mayor vida y de mayor inteligencia y radiación de luz, “se instala” –si pudiera utilizarse tal término- en la casa adecuada y así será más sencillo reconocer el estadio evolutivo que ocupa cada joven alma y más fácil de ayudarle, pues para saber guiar hay que tener los ojos abiertos, ya que un ciego no puede guiar a otro ciego…



El mundo educativo tendrá que cambiar y aceptar. La sociedad actual tendrá que cambiar y aceptar, a la vez que los padres también deberán aceptar la Ley Divina de Reencarnación con comprensión para que todos comencemos a caminar al unísono. Mucho debe ser hecho, no sólo social y educativamente…, los padres, los progenitores, necesitarán ser educados convenientemente, pues el fruto se debe al árbol, como el árbol pertenece y modela al fruto…, por tanto aquí hay lecciones que aprender desde el mismo instante de la concepción del óvulo por la semilla de vida. La calidad, como en todo no depende sólo de lo genético, del genoma humano, que también actúa, sino de la comprensión de que toda creación, y todo acto de creación es divino; es aquello que nos une vía los padres con lo sagrado del universo, y le pese a quien le pese, la ciencia no podrá jamás crear de la nada un ser vivo, necesita el concurso de algo del padre y de algo de la madre, no sólo lo biológico sino también ese “algo etéreo” que simbólicamente llamamos “vida” y esa “calidad” que también simbólicamente se llama “amor”… parámetros estos últimos necesarios y a veces carentes en las sociedades, en la educación y lo que es peor, en la familia…, los jóvenes no sólo se nutren de galletas, leche, frutas, verduras y proteínas, sino también de “energías psicoemocionales y mentales” de su entorno, y especialmente de sus familias…, no aceptar esto es ponerse vendas en los ojos y de esta forma jamás podremos evolucionar…





…La verdad es lo que es, y no lo que parece ser…

Y como dice Matías Gregorio De Stefano el joven índigo Argentino:

ATER TUMTI

EL CIELO EN LA TIERRA ES UN PLAN GENERADO EN LA ANTIGÜEDAD. ALREDEDOR DEL 10.000 ANTES DE CRISTO, UN GRUPO DE NACIONES DEPENDIENTES DE LA FAMOSA CIVILIZACIÓN DE ATLÁNTIDA, DECIDIERON CUMPLIR CON EL TRABAJO QUE SUS PADRES CÍVICOS, LOS ATLANTES, NO LOGRARON GENERAR EN EL MUNDO DEBIDO AL ODIO QUE INFUNDÍAN ENTRE OTRAS CULTURAS Y POR SU ARROGANCIA A LA HORA DE COMUNICAR Y GOBERNAR.

ES POR ESTA RAZÓN QUE A MI LABOR LA HE LLAMADO "HONRAR AL ATER TUMTI", YA QUE DE UNA U OTRA FORMA, TODOS ESTAMOS TRAYENDO ESTE PLAN AL VENIR DESDE OTROS MUNDOS Y OTRAS DIMENSIONES, PARA TRABAJAR EN LA ILUMINACIÓN DE LA TIERRA.

ATER TUMTI ES EL SENTIDO DE TODO LO QUE HACEMOS EN ESTE MUNDO, DESDE LO COTIDIANO, LO ESPIRITUAL, LO CIENTÍFICO Y SOCIAL, LO URBANÍSTICO, LO POLÍTICO Y ECONÓMICO, LO RELIGIOSO, LO EDUCACIONAL, TODO, ABSOLUTAMENTE TODO AQUELLO QUE PODEMOS OBSERVAR DESARROLLARSE EN LA HISTORIA, PERTENERCE A ESTE PLAN.

HE DECIDIDO AHORA REALIZAR LOS TALLERES QUE LA GENTE ME HA PEDIDO, CON EL NOMBRE DE ATER TUMTI, PARA HACER HONOR A AQUELLOS QUE LO DIERON TODO POR HACER QUE LA TIERRA Y LA HUMANIDAD RECUERDEN DE DÓNDE VIENEN, DÓNDE ESTÁN Y HACIA DÓNDE VAN.

RECONOZCÁMONOS DENTRO DE ESTE PLAN, NUESTRA PEQUEÑA O GRAN PARTE DENTRO DE ÉL, PARA SABER MÁS SOBRE EL POR QUÉ DE NUESTRA HISTORIA, DE NUESTRO PRESENTE Y DE NUESTRO FUTURO, PERO SOBRE TODO, DE NOSOTROS MISMOS...

¡LOS INVITO A RECORDAR!