“Imaginando”... el Nuevo Orden
El tan controvertido concepto de: El Nuevo Orden ha sido manipulado indiscriminadamente y malversado. Se ha utilizado por visionarios de todos los campos de la actividad humana, no para liberar al ser humano sino más bien para lo contrario y así al intentar paliar el daño efectuado tendremos que enfatizar qué es eso de El Nuevo Orden…
Desafortunadamente todavía permanecen encendidos los rescoldos de antiguos fuegos de intolerancia y agresividad vertidos en la palestra de la actividad humana al desvirtuar tales palabras expresadas al tuntún y por ello deberemos ser cautos para “apagar los miedos del pasado” y refrescar nuestras mentes, frentes y rostros con la transparente, fresca y diáfana agua de la tolerancia y la verdad.
Ese “Nuevo Orden” no responde tanto al concepto del entramado socio-económico-político, sino a nuestra propia visión interna, a eso que llamamos conciencia.
Esa Nueva Tierra –de que tanto hablaron múltiples profetas y santos del pasado, aplicado a nuestra época- y, asociado al concepto que ahora estamos estudiando tiene que ver con nuestra disposición e inclinación interna a apoyarnos o no en lo que será sin duda el espíritu de la Era de Acuario, que no es sino integración…
A través de milenios de civilización humana hemos ido aprendiendo eso que algunos consideran: valores superiores del alma humana, conceptos éstos, que pareciera que como seres que otrora fuimos primitivos y salvajes seríamos incapaces de plasmar en nuestras vidas…, pero el continuo movimiento de la propia Evolución y no otra, fue la Maestra para hacerlos llegar a nuestras antaño primitivas conciencias incapaces de apreciar los valores supremos del ser humano, como: bondad, tolerancia, solidaridad, creatividad, ingenio, compasión, talento, fraternidad, amor, etc., así Grandes Hombres y Mujeres de todos los tiempos fueron los personales faros en la noche impuestos por la Vida y el Destino que alumbraron las tinieblas de las épocas para iluminar las durmientes conciencias de sus semejantes. Ellos y Ellas representaron externamente multitud de papeles y no todos pertenecían al campo de la religión o espiritualidad como pudiera pensarse en un estudio superficial de los hechos, sino que desde cualquier plataforma representativa o de actividad humana dieron lo mejor de sus vidas –con su vívido ejemplo-, para señalar la meta presentida y el nuevo paso o peldaño que debería ser dado conjuntamente para instaurar o plasmar esos ideales que ellos y ellas presintieron en primer lugar y que posteriormente señalaron con la experiencia de sus propias vidas.
Ese “Nuevo Orden” está basado como dijimos al principio, en la integración de todo el conjunto planetario y es el segundo estadio o posterior paso de aquello que le antecede; su causa primera y motora… LA SÍNTESIS…
Pero para comprender este nuevo concepto es necesario que tomemos como instrumento de análisis aquello de lo que hoy disponemos: nuestra mente, para evaluar y/o estudiar cómo llegar a comprender lo que ahora está naciendo…
En realidad Síntesis implica: IDENTIFICACION CON EL TODO…, (la frase es muy sencilla) pero su puesta en práctica nos procurará muchos quebraderos de cabeza en estos dos milenios que implicarán la Era de Acuario. No pocas luchas deberán producirse para que lo nuevo no sea absorbido por lo antiguo, caduco y reaccionario... Recordemos que los tiempos son siempre nuevos y tendemos a cristalizarnos y a “solidificarnos en el tiempo” y a “envejecernos ideológicamente”…, esto es consustancial en nuestra propia naturaleza y nadie escapa a ello, incluso los/las más grandes…
Identificación con el Todo, es precisamente eso: ponernos en el lugar de ese “todo”, -llámesele a ello: naturaleza viva (bosques, prados, valles, espacios naturales, aves, mamíferos, insectos, peces, cetáceos, etc.), culturas indígenas, países distantes (razas diversas) religiones y políticas diferentes a la nuestra, calidad del aire y del agua, educación correcta y sanidad para los pueblos, libertad para viajar libremente por el planeta, belleza de los entornos, tradiciones ancestrales pacíficas y no beligerantes ni agresivas, ritos religiosos pacíficos y sin dolor ni derrame de sangre alguna, fiestas, músicas…, y así un largo etcétera…
Recordemos que el color de la piel, la lengua que hablamos, la política de nuestro pueblo, y la religión que profesamos es algo azaroso, ya que si hubiéramos nacido en otro lugar, nuestra visión sería diferente y con el mismo derecho a tener nuestras propias raíces y nuestras propias ideas, usos y costumbres. Todo es relativo, y nunca mejor dicho.
Para que esta amalgama de razas, seres, espacios vivos, plantas, peces y animales den la nota armónica de la Nueva Era y tengan derecho a expresarse y a vivir, ese Nuevo Orden implica por tanto al nacimiento de lo nuevo en nuestra conciencia interna. Poco o muy poco podremos conseguir si culpamos a los otros seres humanos, pueblos y países por no dar la talla si nosotros somos incapaces de abrir nuestra mente y corazón, pues tales son los artífices directos –y no otros- de eso que llamamos conciencia humana…
Por tanto El Nuevo Orden necesita la colaboración de nuestra mente y de nuestro corazón.
La Nueva Tierra, (lo que se presiente para la Era de Acuario) necesita como instrumento plástico y tangible, la integración…
La Integración es el efecto de la causa primera que es la SINTESIS…
Y la SINTESIS no es sino la Identificación con el Todo (amor o abierta disposición positiva y colaboradora con los otros reinos naturales: mineral, vegetal y animal -respeto a sus vidas y destinos (su derecho a existir), infringiéndoles el mínimo dolor)…, y en ese TODO por último: respeto y ayuda a todos los seres humanos sean de donde sean, vivan en donde vivan, de la raza que sean, piensen en lo que piensen y profesen la fe o religión que profesen…
Tales son los retos, la NUEVA VISIÓN que podrá elevarnos no sólo hacia las más altas esferas del Universo Físico conocido, sino también elevarnos quizá a cotas inalcanzables en la Conciencia Humana…-tal vez la riqueza más tangible, duradera e imperecedera que pudiéramos desear llevarnos de este mundo-…
J.V. Shana
