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miércoles, 29 de agosto de 2012

EL DISCIPULO Y LA TAREA DE LA UNIFICACIÓN





 
 


 
 


"... leo un libro mío de hace un año y veo que ya cambié todo,
vuelta completa, pues el estado de conciencia va cambiando,
vas viendo más cosas. "
 







"A todos cuantos suspiráis ardientemente por la liberación y sufrís intensamente por ella, dejando a cada paso y
en cada ignorado recodo del camino,  jirones de vuestro yo vencido...
¡Bendito seáis en nombre del Maestro!"
 
 



La verdad ha de presentarse de tal manera, que convenza sin atar y que atraiga aun sin convencer. Esto sólo puede realizarlo el lenguaje del corazón.

[VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49]



 
 

 
 
 



Presentador. Esta reunión lo que pretende es formar las sociedades vuestras y las nuestras, que sean tan fuertes que no se deshagan ya. Nosotros, como miembros de la Sociedad Teosófica, hacemos en este momento el caso al segundo objeto, que es el estudio de filosofía, religiones y ciencia comparadas, y por eso estamos contentos de que Don Vicente Beltrán Anglada diserte sobre conversaciones esotéricas, haciéndole la advertencia a ustedes, que según él nos lo ha manifestado ahora, que admite preguntas en su disertación que al final las contestará mediante un momento de silencio, para ir contestando una por una las preguntas que le hagan sobre su conferencia, y con esto no les canso más y le cedo la palabra a Don Vicente Beltrán Anglada... Una de las cosas que les advierto es que en las conferencias nuestras, tanto de la escuela que pertenece el Sr. Anglada como en la nuestra, los aplausos al final no se están permitidos.

Vicente.— Ya lo ven ustedes, si hay buena voluntad, la voluntad trasciende todas las cosas. Esto es un acto de buena voluntad, no es una simple conferencia, además, creo que pasó el tiempo de las conferencias; ahora viene el tiempo del discernimiento, por lo tanto, ya para iniciar esta época del discernimiento empezamos con hacer unas breves exposiciones y que la gente se manifieste. Nada hay más negativo hoy día desde el ángulo esotérico que las grandes conferencias, el público tiene que soportar estoicamente hasta el final y a veces sin tener el estímulo de la inteligencia perfecta o el hálito de la verdad. Yo creo que lo que nos une en estos momentos más que nada es la buena voluntad, la voluntad de ser, la voluntad de manifestar el ser, es decir, lo que estamos realizando es verdaderamente una obra típica de la Era de Acuario, la unificación de los corazones, no el estar de acuerdo con los conocimientos esotéricos o no, que posean los unos o los otros. Por lo tanto, desde el ángulo que estamos unidos por una fuerte cadena de buena voluntad, quizá podríamos hablar de lo que constituye hoy día la tarea esencial del esoterista, del discípulo, del teósofo, del hombre de buena voluntad, y es unificar sus corazones. Dense cuenta ustedes, que la mente llega a un punto que encuentra una meta definida y de allí no puede pasar; pasa, por ejemplo, de un nivel intelectual a un nivel abstracto y automáticamente esta mente queda disuelta, ya no puede proseguir su camino y, entonces, es la antorcha, el fuego del corazón el que debe coger el ritmo de la vida y, entonces, surge la nueva pronunciación de la Jerarquía en estos momentos drásticos de la historia planetaria, en donde –ustedes estarán de acuerdo– la técnica ha fracasado, porque ha fracasado la religión y ha fracasado la técnica; y ha fracasado la religión porque técnicamente, esotéricamente, ha fracasado el hombre, y si fracasa el hombre fracasa la humanidad, y si fracasa la humanidad ¿qué va a hacer la Jerarquía? La Jerarquía está buscando desesperadamente discípulos en el mundo, personas capacitadas para llevar este hálito de buena voluntad a los demás; se encuentra solamente con conocedores, con personas que tienen el poder de la palabra, que tienen un sinfín de conocimientos esotéricos, pero que desdichadamente no poseen una vida esotérica. La primera pronunciación para esta Nueva Era es que toda la técnica meditativa deberá sujetarse a la ley del corazón, no bastará el simple conocimiento esotérico, porque desde el ángulo de la Jerarquía si la persona posee un conocimiento esotérico y no es capaz de llevarlo a la práctica se convierte en un arma de dos filos, no puede continuar este proceso, se siente limitado por el poder del propio conocimiento, le falta actividad, le falta acción, le falta dinamismo, en definitiva le falta buena voluntad, y cuando en una sociedad organizada como la nuestra falta buena voluntad, ¿qué es lo que sucede?, las guerras y los fracasos constantes de la técnica, porque la técnica hasta aquí solamente ha servido para destruir al hombre, para mecanizarlo, para llevarlo finalmente a su propia autodestrucción. ¿Seremos capaces de comprender el significado de la técnica desde el ángulo jerárquico?, la técnica dispuesta para el servicio del hombre y no para ir contra el hombre. ¿Qué ha pasado con la bomba atómica, amigos míos? Una cosa excesivamente técnica, ha sido el fracaso de la humanidad en esta Nueva Era, porque precisamente, uno de los principios de la Jerarquía para la Nueva Era de Acuario cuya aurora empieza a iluminar el mundo, era la desintegración del átomo y la liberación de la energía atómica, porque de esta manera se producía un canal de comunicación con los planos etéricos y se ponía en comunicación el hombre con grandes conocimientos de tipo esotérico que tenían que transformar el mundo en términos de realización, y ¿qué ha sucedido? La propia técnica mecanizada ha destruido al hombre y lo está destruyendo constantemente, y la Jerarquía está buscando desesperadamente —si puedo utilizar esta expresión— hombres y mujeres de buena voluntad que no se limiten simplemente a copiar conocimientos, porque el conocimiento tiene una meta definida en tanto que la verdad jamás conocerá una meta, porque el hombre ama el conocimiento pero no ama la verdad, y el día que el hombre ame la verdad lo demás lo tendrá por añadidura. Esto no ha ocurrido desde los tiempos de Cristo y, seguramente, que antes de Cristo, con Buda y los anteriores avatares pasó lo mismo. Y no fracasó el Buda, ni fracasó el Cristo, ni fracasaron los Maestros, ni fracasa la Jerarquía, está fracasando constantemente la humanidad porque técnicamente está fracasando el hombre. Entonces, me pregunto: ¿por qué nos hemos reunido aquí? Es algo más que el simple querer escuchar a una persona que dicen posee una parcela de la verdad, es algo más que escuchar una conferencia, es algo más que mantener aquel libre propósito de realización, se trata de la propia realización, se trata de la liberación que como grupo podemos alcanzar, y que es una primicia de la Nueva Era, porque la Nueva Era se asienta —a pesar de que sea una era singularmente técnica— en el conocimiento intelectual, se está centralizando en la sabiduría del corazón, y ahora el enfoque de los discípulos mundiales ya no es la búsqueda del amor, se supone que el hombre debe poseer el suficiente amor y buena voluntad en su corazón —me refiero siempre a los discípulos que adivino en todos ustedes— sino que se trata de alcanzar el centro más elevado de la Tierra, se trata de conectarnos virtualmente con SHAMBALLA