El arco iris es un toque de atención a los seres humanos para que no olvidemos nuestros sueños, para que miremos al cielo, un cielo lleno de color, alegría y esperanza y no bajemos nuestra mirada al suelo de la tristeza y el pesimismo. En nuestras manos esta la decisión.
El arco iris nace donde acaba la tierra y empieza el cielo. Une lo denso con lo sutil. Lo físico con lo etérico. Lo material con lo espiritual.
- Se dice que una vez un niño, escuchó que al final del arco iris había un tesoro, un cofre lleno de oro, y decidido salió de su casa para encontrarlo. Viajó de un lugar para otro buscando este tesoro, pero siempre cuando llegaba al lugar donde terminaba el arco iris este ya había desaparecido, por lo que debía continuar su búsqueda. Y así una y otra vez, cruzaba, pueblos, países, mares...
Hasta que una noche, tuvo un sueño en el que se veía viajando dentro del arco iris. Fue tal la felicidad que sintió, que le hizo darse cuenta de que tanto había luchado por llegar al final del arco iris para conseguir ese tesoro de monedas de oro, que se había olvidado de sus anhelos, no había disfrutado todo lo que había aprendido por el camino, las personas que había conocido, el día a día y comprendió que...
…”La felicidad no solo se encuentra en el destino final, sino en disfrutar cada momento del camino que recorres"…
El niño, hoy ya hombre, siguió viajando y aprendiendo, pero ya no buscando el tesoro al final del arco iris sino disfrutando de la luz que el arco iris había dejado en su corazón y en su entendimiento.
Y cuando lo necesitaba, en los momentos más tristes, cerraba sus ojos y dentro de su interior podía ver su propio arco iris. Entonces se decía a si mismo. Hoy algo bueno vendrá. Es un buen presagio.
Y así cada amanecer escribía, con alegría y esperanza, la página en blanco de un nuevo día.
Pero aún hoy y con más razón, cuando ve un arco iris en el cielo se siente muy feliz y su corazón salta y con sincera alegría dice: ¡¡Mira un arco iris!!
¡Un buen presagio, mensaje de felicidad!
En la mitología griega, Iris (en griego Ιρις, ‘arco iris’) es hija del titán Taumante y de la oceánide Electra y hermana de las Harpías. En La Ilíada se la describe como mensajera de los dioses, sin embargo en La Odisea este papel está reservado a Hermes. Iris es la personificación del arco iris que anuncia el pacto de los humanos y los dioses y el fin de la tormenta; al igual que Hermes, es la encargada de hacer llegar los mensajes de los dioses a los humanos. Está casada con Céfiro, dios del viento del oeste.