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lunes, 5 de marzo de 2012

PLENILUNIO LUNA LLENA DE PISCIS









Nota clave: "Abandono el hogar de mi padre y, retornando, salvo"
Europa 22.30pm Gmt:  Horario patrón mundial: 21.30 pm


En este Festival de Luna Llena en Piscis completamos nuestra breve consideración de cada uno de los doce Festivales, iniciada con el Festival de Pascua en el signo de Aries.

El trabajo que podemos realizar mes a mes con la energía, bien que se trate de uno de los tres Festivales principales o de uno de los nueve Festivales menores, está basado en un tema de gran importancia para la humanidad. Es el tema del alma que reside dentro del hombre, del Principio Crístico y de su gradual surgimiento y liberación a una plena expresión como influencia controladora en la vida cotidiana.

Para comprender esta posibilidad, es necesario entender la premisa oculta básica de que “incluso el mínimo átomo de sustancia contiene en sí aquello que puede responder a un estímulo espiritual”. Cuando a esta premisa le añadimos el hecho oculto, actualmente científicamente confirmado, de que todo es energía, entonces descubrimos que toda la vida humana en el plano físico consiste en una espiritualidad inherente y potencial, más ese factor “la energía” que puede estimular esa divinidad en nosotros de latencia a potencia. Las energías extra-planetarias disponibles en estos Festivales de luna llena, de origen cósmico y de aplicación universal, proporcionan la estimulación energética que necesita el alma en su lucha por la liberación y por el control dentro de la personalidad humana.

Piscis ha desempeñado un gran papel en este proceso evolutivo en el curso de los últimos 2000 años, porque es el signo, y por tanto la influencia energética, que ha gobernado este período de la historia. El bien conocido símbolo de Piscis es el de los dos peces enlazados por un hilo conector. Esto significa la unión que existe entre el alma y la personalidad de un individuo. Durante largas eras el alma es la prisionera de la personalidad. Eventualmente, bajo el constante impacto de la energía espiritual y, como resultado de la experiencia en los valles del camino de vida centrado en la personalidad, se hace posible una inversión que, a medida que procede, permite al alma controlar la personalidad.

La orientación de la humanidad al mundo de los valores superiores ha sido el principal objetivo de la era de Piscis, que está finalizando ahora, y de la influencia del sexto rayo que está desapareciendo rápidamente. Aunque nunca ha habido un tiempo en el que ésta orientación no haya avanzado regularmente, conviene tener presente que durante los últimos dos mil años un proceso de orientación mucho más elevado, raro y más difícil se ha sostenido ante la humanidad y ello por la siguiente razón: el cuarto reino de la naturaleza ha sido definitivamente atraído en forma ascendente hacia el emergente quinto reino y esto ha hecho, también, necesario retirar la atención del esfuerzo humano de los tres mundos y la expresión en el mundo superior de la conciencia del alma. También ha requerido la reorientación de la atención instintiva y de la intelectual, que son los principales factores en el desarrollo de la percepción divina. Esta percepción puede ser instintiva, intelectual y, por lo tanto, humana y también espiritual. Pero las tres son igualmente divinas, lo cual es un punto que frecuentemente se olvida.



La redención de la materia y la elevación y expansión de la conciencia es el propósito subjetivo de la encarnación. El proceso redentor libera la vida interna a un estado de conciencia superior. Esto constituye, y ha constituido, la tarea de todos los salvadores mundiales. De ahí la aparición del Cristo como salvador mundial en los inicios de la era de Piscis hace 2000 años. El estableció los principios sobre los que podría basarse el crecimiento y desarrollo necesarios durante este período.

La humanidad necesitaba construir el principio egoico del amor, la facultad de la devoción y la capacidad de servicio y de autosacrificio. Estos eran aspectos destacados de las enseñanzas del Cristo y de su propia forma de vida. El ejemplificó lo que enseñaba, demostrando así la necesidad de que la teoría, o la teología, se convirtiese en una forma práctica de vida cotidiana.

La energía liberada a través de Piscis y a la que podemos acceder durante la meditación, estimula nuestra sensibilidad espiritual innata. En sus etapas iniciales, esta sensibilidad se encuentra con frecuencia polarizada psíquicamente, como una fuerza emocional intensamente egocéntrica. Esto produce cierta tendencia al fanatismo y a llevar los ideales o ideas necesarios a tales extremos que se transforman en una limitación y un obstáculo para el crecimiento, y a la liberación del alma. Hemos contemplado los efectos de esta tendencia en el fanatismo religioso, por ejemplo, que exalta al Instructor por encima de la enseñanza; o que aprueba el empleo de la fuerza militar y la tortura en nombre de la conversión religiosa.
    
 

En una vuelta más elevada de la espiral, la energía de Piscis genera la calidez del amor y de la compasión, necesarias para la salvación mundial y humana. Esta influencia transforma la vida en el reino humano. La tendencia al psiquismo se transforma en percepción e inspiración espiritual; la codicia en renuncia; el instinto de supervivencia en abnegado servicio mundial; la autocompasión en compasión, simpatía y comprensión divina; la devoción a las necesidades personales en una respuesta sensible a las necesidades de la humanidad; el apego al entorno y la situación personales en desapego de la forma y capacidad de identificarse con el alma.

Se trata de cualidades y valores que todavía tenemos que incorporar a nuestra forma de vida, a medida que dejamos atrás la era de Piscis y nos adentramos en Acuario, la era del servidor mundial y de la hermandad universal. Todo cuánto es mejor y más refinado, de cada era de la historia humana y de cada etapa a lo largo del camino evolutivo, se convierte en la base de un nuevo crecimiento. Nunca se pierde o se descarta algo de valor. El impacto regular de la fuerza de Piscis ha sido lo que por fin ha conducido a la humanidad, el Discípulo Mundial, a las puertas mismas de la iniciación. Durante más de 2000 años la influencia de Piscis ha afectado a la humanidad; ha producido la demanda de un reajuste mundial; ha desarrollado el espíritu internacional y ha conducido a la formación de grupos en cada departamento de la vida humana, colocando así los cimientos para la futura síntesis en Acuario.


Piscis introduce dos tipos dominantes de energía, la energía del primer rayo de voluntad o poder y la energía del segundo rayo de amor y sabiduría. Así, el Propósito y el Plan se han entretejido en la conciencia de la raza humana para que ésta los interprete y revele a través del despertar de su propio corazón y mente. La fusión de corazón y mente crea un salvador mundial, o un servidor mundial. Y se dice que la fusión de corazón y mente, en un ser humano y en la vida planetaria, es esencial para el proceso evolutivo en este sistema solar.

La salvación de la humanidad y el servicio al Plan son los abnegados objetivos del discípulo influenciado por Piscis. Esta influencia ha construido su potencia sólidamente y bien en la conciencia humana durante los últimos 2000 años. Así, el discípulo actual puede verdaderamente decir: "Abandono el hogar de mi padre y, retornando, salvo". Esta es la nota clave del discípulo en Piscis que debería constituir el pensamiento simiente para la meditación en este Festival.

Al completarse el circulo del zodíaco y el trabajo de los doce Festivales, saludemos a la fuerza cósmica de toda vida y energía y afirmemos nuestra responsabilidad dentro de ella mediante estas palabras de un antiguo Mántram, conocido como el Gayatri:


Oh Tu, sustentador del Universo,
De Quien todas las cosas proceden,
A Quien todas las cosas retornan,
Revélanos el rostro del verdadero Sol Espiritual,
Oculto por un disco de luz dorada,
Para que conozcamos la verdad,
Y cumplamos con todo nuestro deber,
Mientras nos encaminamos hacia Tus sagrados pies.

 
LOS TRABAJOS DE HÉRCULES
Trabajo 12

Captura de la Roja Manada de Gerión
(Piscis, 20 Febrero - 21 Marzo)

El Mito
Dentro de la sagrada Cámara del Concilio, el Gran Presidente reveló al Maestro la Voluntad de Lo Que Debe Ser.

"Él está perdido, y encontrado; está muerto, no obstante vibrante de Vida. El servidor se vuelve el salvador, y regresa al hogar".

El Maestro reflexionó; luego requirió a Hércules. "Tú estás ahora delante del último Portal", dijo el Maestro. "Un trabajo resta todavía antes de que el círculo se complete y sea
alcanzada la liberación. Marcha hacia ese oscuro lugar llamado Eritia donde la Gran Ilusión está entronizada: donde Gerión, el monstruo de tres cabezas, tres cuerpos y seis manos, es
señor y rey. Ilegalmente él retiene una manada de Bueyes rojizos. Desde Eritia hasta nuestra Ciudad Sagrada tú debes conducir esta manada. Cuidado con Euritión, el pastor, y su perro de dos cabezas, Ortro". Hizo una pausa. "Puedo hacerte una advertencia”, agregó lentamente. "Invoca la ayuda de Helios”.





El hijo del hombre que era, también hijo de Dios partió a través del Duodécimo Portal.
Iba en busca de Gerión.
Dentro de un templo, Hércules hizo ofrendas a Helios, el dios del fuego en el sol. Meditó
durante siete días, y entonces le fue concedido un favor. Un cáliz de oro cayó al suelo ante
sus pies. Él supo dentro suyo que este brillante objeto le permitiría cruzar los mares para
llegar a la región de Eritia.
Y así fue. Dentro de la segura protección del cáliz de oro, navegó a través de agitados mares hasta que llegó a Eritia. Hércules desembarcó en una playa de ese lejano país.
No mucho después llegó a la pradera donde la rojiza manada pastaba. Era cuidada por el pastor Euritión y por Ortro, el perro de dos cabezas.

Cuando Hércules se aproximó, el perro se adelantó veloz como una flecha hacia su
blanco. Sobre el visitante el animal se abalanzó, gruñendo malignamente, dando feroces dentelladas con sus colmillos al descubierto. Con un golpe decisivo Hércules derribó al monstruo.

Entonces Euritión, temeroso del bravo guerrero que estaba delante suyo, le suplicó que le perdonara la vida. Hércules le concedió su ruego. Conduciendo a la manda rojiza delante de él, Hércules volvió su rostro hacia la Ciudad Santa.

No había ido muy lejos cuando percibió una distante nube de polvo que rápidamente se agrandaba. Suponiendo que el monstruo Gerión venía en furiosa persecución, se volvió
para enfrentarse al enemigo. Pronto Gerión y Hércules estaban frente a frente. Soplando fuego y llamas por sus tres cabezas a la vez, el monstruo se encontró con él.

Gerión arrojo a Hércules una lanza que casi dio en el blanco. Haciéndose ágilmente a un lado, Hércules esquivó el dardo mortal.
Tendiendo tenso su arco, Hércules disparó una flecha que parecía incendiar el aire cuando la soltó, y golpeó al monstruo de lleno en su costado. Con tan gran ímpetu había sido disparada la flecha, que los tres cuerpos del feroz Gerión fueron atravesados. Con un agudo, desesperante gemido, el monstruo se inclinó, después cayó, para no levantarse
nunca más.
                               

Hacia la Ciudad santa, entonces, Hércules condujo al ganado colorado. Difícil fue la tarea. Muchas veces algún buey se extraviaba, y Hércules tenía que dejar a la manda para ir
en busca de los errantes vagabundos.
Condujo su manada a través de los Alpes y hacia Italia. Por dondequiera que la injusticia hubiera triunfado, él asestaba un golpe mortal a los poderes del mal, y enderezaba la
balanza a favor de la justicia. Cuando Erix el luchador, lo desafió, Hércules lo derribó tan
violentamente que allí quedó. Asimismo cuando el gigante Alcione arrojó a Hércules una
roca que pesaba una tonelada, éste la detuvo con su clava, y la lanzó de nuevo para matar a aquél que se la había enviado.

A veces se desorientaba, pero siempre Hércules regresaba, desandaba sus pasos, y proseguía su camino. Aunque fatigado por este exigente trabajo, Hércules finalmente regresó. El Maestro esperaba su llegada.
"Bienvenido, Oh, Hijo de Dios quien es también hijo del hombre”, saludó así al guerrero que regresaba, "La joya de la inmortalidad es tuya. Con estos doce trabajos tú has superado lo humano, y ganado lo divino. Has llegado al hogar, para no dejarlo más. En el firmamento estrellado será inscrito tu nombre, un símbolo para los luchadores hijos de los hombres, de su destino inmortal. Terminados los trabajos humanos, tus tareas cósmicas empiezan".
Desde la Cámara del Concilio llegó una voz que decía, "bien hecho, Oh, Hijo de Dios".

Interpretación de la Historia

                      
Hay diversas variaciones del mito concerniente al trabajo de Hércules en el signo de
Piscis. Se nos dice que había una isla donde vivía un monstruo humano llamado Gerión con
un cuerpo de tres hombres unidos. Él tenía una manada de ganado rojo, guardada por un
pastor y un perro de dos cabezas. Hércules recibió órdenes (Piscis es el signo de la
obediencia) de traer estos animales desde la isla, a través de la tierra y el agua a la Ciudad
Sagrada.




                                 


Hércules navegó hacia la isla en una copa de oro y cuando llegó allí trepó a la cima de una montaña y pasó la noche orando. Luego mató al perro de dos cabezas pero no mató al pastor. Mató también al dueño del ganado colorado. Aquí está la parte hermosa de la
historia: Hércules colocó a todo el ganado en la copa de oro, en la que había navegado hasta la isla, lo llevó a la Ciudad Sagrada, y lo ofreció en sacrificio a Atenea, la Diosa de la Sabiduría. Esta Ciudad Sagrada constaba de dos villas conectadas por un maravilloso muro y una entrada llamada la Puerta del León. Después que el ganado fue entregado, el trabajo de Hércules había terminado. No oímos más acerca de él, pero él puede haberse dirigido hacia un trabajo cósmico mayor.

Pensemos en Hércules como en un salvador del mundo. Ha tenido una visión de algo que
tiene que hacer. Ve a la humanidad poseída por un monstruo, un hombre de tres cuerpos, el
símbolo de un ser humano con sus cuerpos, mental, emocional y físicos unidos. Yo pienso
que este trabajo aún no ha sido completado; esta realización está por delante. Ha habido
otro hijo de los hombres, sacado de la familia humana de tiempo en tiempo, uno aquí, uno
allá, un grupo aquí, otro allá, como cuando Buda estuvo en la tierra y se dice que salvó a
novecientos. Ahora la humanidad, el monstruo humano, está lista para la salvación, y el
verdadero trabajo del Salvador del Mundo puede empezar en conjunto, con el concepto de
grupo sustentando el trabajo, más bien que una salvadora alma individual.

El simbolismo del ganado colorado es evidentemente el de los deseos inferiores, siendo
siempre el deseo una característica sobresaliente de la humanidad. Ellos están cuidados por
un pastor, que es la mente, el perro de dos cabezas representando el aspecto materia y la
naturaleza física. Ustedes ven por qué Hércules se compadeció del pastor. La mente puede
no solamente ser el pastor del ganado, sino también el perro de dos cabezas, la naturaleza
psíquico-emocional y el aspecto materia, que Hércules mató, que significa que estaban
desprovistos de todo poder. El pastor aún tenía poder y yo no puedo concebir ningún
tiempo en el cual un ser humano encarnado, no necesite usar la mente como el intérprete de
la energía espiritual.


 
Si Jesús, como un ser humano en armonía con su alma, llega a ser un emisor de luz para
los hijos de los hombres, de igual manera nosotros podemos ampliar el concepto y pensar
en la humanidad en conjunto con todas las mentes mantenidas firmes en la luz,
transmitiendo a los reinos inferiores de la naturaleza, esa energía espiritual que los elevará
al cielo. Ese es el trabajo de la humanidad. Estamos tan ocupados con nuestros propios
problemas que olvidamos el cuadro más amplio. Hay que señalar asimismo que el guardián
del ganado, el aspecto forma, también fue matado, pero el pastor y el ganado fueron
levantados en la copa de oro. Aquí tienen ustedes el Santo Grial; y así se realizó el trabajo.

El Salvador del Mundo había cumplido su función; había levantado a la humanidad. Eso es
lo que han hecho todos los salvadores del mundo. Todos ellos hicieron lo que en mayor
grado, hizo Cristo.

Oímos hablar sobre el fracaso del Cristianismo. Yo no veo fracaso en parte del Gran
Plan. Tal vez lentitud, pero, ¿saben ustedes cuán desastroso sería si la evolución fuera
demasiado rápida, cuán peligroso sería si la gente fuera sobreestimulada antes de que
estuviera lista? Todos los Maestros conocen los peligros de la sobreestimulación, los
desastres que ocurren cuando una persona hace ciertos contactos antes de que el mecanismo
sea suficientemente puesto a punto. Los salvadores del mundo tienen que trabajar
lentamente, pues el tiempo no significa nada para ellos.

El término salvador del mundo, ha sido hasta ahora asociado con el pensamiento del
surgimiento de un gran hijo de Dios fuera del hogar de su Padre, llamado a hacer un gran
trabajo por la necesidad de la humanidad. A través de las edades ellos han venido, han
habitado en cuerpos físicos, han trabajado a través de una naturaleza emocional y han sido
sumamente inteligentes. Han establecido con su vida, un ejemplo que nosotros podemos
seguir en sus pasos; con sus palabras han dado la señal, el mensaje que la humanidad
necesitaba para dar el paso siguiente hacia adelante. En sus actos han dado una
demostración de servicio, han marchado por el mundo haciendo el bien, y sus nombres han
permanecido con nosotros a través de las edades. Se debe ser una figura sumamente
dominante para permanecer en la mente de los hombres por miles de años. La mayor parte
de nosotros somos olvidados en veinte años.

Aspecto Significativo del Signo 
El signo Piscis  marca un espacio triangular en los cielos, un símbolo de la realidad. Este
signo gobierna los pies y de ahí la idea de pisar el Sendero y alcanzar la meta que ha sido la
fundamental revelación espiritual de la era de Piscis.

Piscis es también el signo de la muerte en varios aspectos. A veces la muerte del cuerpo,
o puede ser que una vieja tontería ha llegado a su fin, una amistad indeseable cesará, la
devoción a alguna forma religiosa del pensamiento que se ha sostenido, terminará ahora, y
uno surgirá y colocará sus pies sobre un nuevo sendero. Es el signo de la muerte para la
personalidad. Si nosotros pudiéramos abandonar la idea de los velos de la personalidad,
estaríamos dispuestos a abandonar la personalidad. También significa la muerte de un salvador del mundo,  pues es el signo de la crucifixión y marca el fin de un ciclo zodiacal.

Hay tres signos de salvación en el Zodíaco. Primero, Leo, de donde la palabra sale para
el ser humano, “Iabra tu propia salvación". Así tenemos en Leo al hombre determinado a
pararse sobre sus propias piernas, se vuelve envanecido y dogmático, pero esto es necesario
para la salvación, porque sólo sometiendo a prueba su equipo llegará al punto donde
aparece una perspectiva más amplia. El segundo signo de salvación es Sagitario, el signo
del servicio y el silencio, donde el hombre dogmático, cansado de hablar de sí mismo y de
abrirse camino, se pierde de vista a sí mismo en la meta y sirve silenciosamente. Entonces
llegamos al tercer signo, Piscis, el de los salvadores del mundo.
La primera constelación en Piscis es ese curioso racimo de estrenas llamado "La Faja”,
conectando los dos peces, un pez dirigido hacia el norte y otro nadando en el horizonte. El
pez dirigido directo hacia el norte es el símbolo del aspirante a los misterios, mientras que
el pez en el horizonte representa a la persona común.
La segunda constelación es Andrómeda, la mujer encadenada. Tenemos tres mujeres
entre las constelaciones, Casiopea en Aries, representando al alma recién empezando a
afirmarse. Andrómeda, la mujer encadenada, en Piscis representa la materia subyugada.


La tercera constelación en Piscis es el Rey llamado Cefero, el esposo de Casiopea y
padre de Andrómeda. Esto sugiere que "El Rey" representa el Espíritu o el aspecto Padre.

Existe en la naturaleza el reino humano y por encima de él hay otros reinos, el espiritual,
el cósmico; y por debajo de él los reinos animal, vegetal y mineral. El trabajo de los
inteligentes hijos de Dios es actuar como transmisores, vía la mente, de energía espiritual,
que salvará y vitalizará a todos los reinos inferiores de la naturaleza.

La Segunda venida de Cristo 
Cómo puede venir el Salvador del Mundo? Podría venir como vino antes, en un cuerpo físico con sus desventajas inherentes. Están surgiendo en el mundo hoy en día, nuevas
facultades que no eran puestas de manifiesto cuando Él vino antes. Somos mucho más sensibles de lo que nunca fuimos: estamos abiertos de par en par para nuestros mutuos
pensamientos, y si un pensador tan poderoso como Cristo, sea lo que fuere que podamos querer decir con esa palabra, está en relación con los asuntos del mundo, me parece que Él podría ensayar otro método. Puede trabajar con los suyos en cualquier campo, protegiendo a sus discípulos dondequiera se encuentren, y porque el alma de Él y la de ellos son una, comunicarles el Plan, indicarles las tendencias, darles el nuevo mensaje, y repetirse en cada país.

Ya está ocurriendo hoy en día. En cada país se pueden encontrar aquellos que saben; no dije aquellos que dicen que saben. Pero hay un grupo de seres humanos, integrados
ahora, que no hacen ruido, no están interesados en ellos mismos, pero sobre quienes está colocada la carga de guiar a la humanidad. Están empezando movimientos que tienen en sí la nueva vibración, están diciendo cosas que son universales en su carácter, están enunciando principios que son cósmicos, son inclusivos, no exclusivos, no les importa qué terminología use un hombre; insisten en que un hombre guardará su propia estructura interior de la verdad para sí mismo, y no la impondrá a nadie más, se reconocen
mutuamente dondequiera se encuentran, hablan un idioma universal, demuestran la luz universal, son servidores y no tiene interés en ellos mismos.

A.B