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miércoles, 10 de octubre de 2007

EN EL CAMPO DE LA ESTRELLA (2ª PARTE)


“Es un tanto difícil situarnos allá por el año 813 d.C., y comprobar cómo era lo que hoy es la ciudad de Santiago de Compostela. Según cuenta la leyenda, un eremita en lo que quizá entonces fuera tan sólo una aldea, vio brillar por la noche una estrella que se situaba misteriosamente sobre un campo. Aunque no se explica cómo, allí, en ese campo, se encontraron los restos del que fuera Santiago el Apóstol de Cristo, decapitado en Jerusalén por Herodes”. Estos pensamientos me asaltaban cuando visité por vez primera la ciudad de Santiago de Compostela, cuyo casco antiguo, situado en el otrora “campus stellae”, creció alrededor de aquellos santos restos humanos.

Llegué apenas un par de semanas antes. Mi empresa me envió por primera vez a estas tierras y debería estar allí todo el verano, desde mediados de Junio a finales de Septiembre. Alquilé una habitación en la Rua do Sar, cercana a la Colegiata del mismo nombre. Entre mi apartamento y dicha Colegiata existe un puente por cuyos ojos discurre la calle do Sar, que en la parte superior es atravesada por una moderna avenida. Para ir de mi lugar de descanso al casco antiguo tenía que ascender por una empinada calle que termina en la parte alta de la colina, donde se sitúa la zona monumental e histórica. Una vez arriba iba hacia la izquierda hasta un locutorio telefónico, creo que próximo a la Rua do Franco, y por esta calle hasta el edificio de correos. Allí abrí un apartado postal desde el cual enviaba y recibía correspondencia y paquetes. Los fines de semana por la calle referida solía entrar en algunos de los numerosos restaurantes para tomar unos aperitivos y degustar el sabroso marisco gallego. Después de cenar, especialmente los sábados noche, escuchaba las rondallas de la tuna de Santiago que entonces tocaba frente a la biblioteca, cercana ésta a la Praza do Obradoiro. Dicha plaza parece que fue el centro neurálgico de la ciudad en la época medieval, allí se ponían todo tipo de artesanos y hoy en día todavía persiste cierta actividad un tanto lúdica con sus: músicos, titiriteros, gaiteros, mimos, pintores, bohemios y muchos peregrinos de todas las nacionalidades, que sea año santo o no lo sea, llegan caminando a este enclave, dando un toque plástico, colorista y estético al lugar. Sin embargo a mí me gustaba sentarme en la plaza posterior de la catedral, en la Praza da Quintana dos Mortos. De parte a parte de la plaza existe un banco de piedra para que se sienten los peregrinos y todas las personas que así lo deseen. A espaldas de dicho banco existe el edificio de un convento muy conocido: San Paio de Antealtares. Frente a mí veía la catedral, con una curiosa y pequeña puerta tapiada a ladrillos, que creo que era la denominada “Puerta Santa” que se abre los años de Xacobeo, aunque debo admitir que jamás entendí la dinámica de esta peregrinación ni de la liturgia expiatoria. Aunque no soy aficionado a ello, esporádicamente entraba en la catedral, muy especialmente los sábados al mediodía o los domingos, cuando me enteraba que iban a tocar el voluminoso órgano y poner en funcionamiento el Botafumeiro. El espectáculo me sobrecogía un tanto, cuando apoyando mi espalda sobre algún pilar de la catedral, lo notaba vibrar con las notas graves y prolongadas de los tubos gigantescos cuya acústica producían este fenómeno. Pude extrapolarme en el tiempo e imaginar cuales fueron los sentimientos que pudieron aflorar en los peregrinos del pasado, cuyos sentimientos místicos y espirituales les podrían producir una especie de catarsis emocional ya que entonces la sociedad estaba muy polarizada hacia la milagrería y santería. No obstante era una forma de llegar al corazón de aquellas gentes, la mayoría sencillas...

Miré mi reloj, eran ya casi las 12.30 horas de un sábado soleado de Julio. Tuve a bien recordar la maravillosa acogida y recibimiento así como la hospitalidad de todos los vecinos de mi calle, cuando a los pocos días de estar residiendo allí se celebró la noche de San Juan. Como tuve que subir a la zona alta de la ciudad, conforme iba caminando me invitaban a comer sardinas asadas y mariscos diversos, así que una subida de pocos minutos se prolongó en más de una hora y con el estómago a rebosar, -menos mal que aún no había cenado-.. Estos últimos pensamientos afloraron en mi mente porque en esos momentos del mediodía , de la cocina de un bar cercano salían olores a sardinas asadas y también a diversos mariscos. Desde lo silla y mesa exterior del bar que domina la plaza desde lo alto, y justo enfrente de las escaleras que unen los dos niveles de la plaza Da Quintana , estaba esperando un poco nervioso la llegada de mi buen amigo M.A. que días antes cuando le llamé por teléfono a Palencia, me dijo que vendría a saludarme y aprovechar unos días para descansar en Santiago. Como su disponibilidad económica era buena le reservé habitación en el Hostal de los Reyes Católicos , yo sin embargo estaba en un pequeño pero confortable apartamento de estudiantes que pocos días antes se quedó vacío, pero el piso me gustaba. Lo único y verdaderamente importante en esos momentos era que se mantenía y fortalecía un muy alto grado de simpatía y afinidad mutua entre nosotros; digamos que de instructor a discípulo, o como se quiera llamar, aunque pienso que para no caer en la pura devoción del pasado, deberíamos situar nuestro afecto en el concepto de verdadera amistad.
Su puntualidad era británica. Apenas se escuchó la campanada que anunciaba las medias horas lo vi aparecer al fondo de la plaza. Desde mi elevada cota de observación pude verlo acercarse hacia donde yo estaba, con esa elegancia característica en él. Me vio de lejos, me saludó e instantes después comenzó a ascender por los grandes peldaños de tan gran escalera de piedra. Cuando llegó arriba me levanté de la silla, me acerqué a él, le tendí la mano y correspondió con un saludo formal pasando posteriormente a un afectuoso abrazo fraternal.

- ¡ Hombre J.V...., por ti no pasa el tiempo!.
- ¡ Hola M.A. ..., por ti tampoco!. ¡ Menuda chaqueta de lino blanco que llevas...pareces un lord!
- Vanidades J.V...., vanidades...Son mis pequeños apegos al plano material...
Me miró fijamente como solía hacerlo. Se ajustó mecánicamente sus amplias gafas. Sacó una preciosa pitillera de plata y cogió un cigarrillo. Lo encendió y se sentó a mi lado. Levantó la mano para avisar al camarero, el cual se acercó y tomó nota de lo que mi amigo deseaba. Solía tomar jugos de frutas a estas horas. Me quedé mirando su pitillera plateada, él se percató y me dijo:
- Sé que el tabaco tengo que dejarlo...pero recuerda que para que el cristal de un transistor de germanio puro produzca y conduzca corriente eléctrica debe tener algunos átomos de impureza... éstos son mis átomos...(y sonrió).-prosiguiendo a continuación
- ¿Bueno... qué tal tu viaje de negocios por Galicia? . Ya veo que te desenvuelves bien por aquí.
- Si...,bueno, la verdad es que cuesta abrir nuevos mercados y más cuando se ofrece un producto innovador; pero para mí es un viaje de casi descanso, porque no me han dado una cartera de clientes fija o pactada, sino que en este viaje mi misión consiste en hacer visitas, dar charlas y concienciar, para que en una próxima visita otros o yo hagamos las ventas. No obstante opino que esta zona se la darán a otra persona, yo ya tengo mi propia zona de trabajo..
- ¡Estupendo!. Me alegro por tu optimismo. Ha sido una maravillosa coincidencia que estés aquí en Santiago. Sabes que parte de mi familia procede de Palencia, y esta provincia está relativamente cerca de aquí si la comparamos con tu provincia de procedencia a casi mil kilómetros de distancia.
- ¿Te parece que prosigamos aquella interesante conversación que dejamos a medias en Burgos? – pregunté ávidamente.
- Si tu quieres...
- Me comentaste de tu capacidad para ver el aura. Quisiera saber si existe alguna técnica específica para despertar estos poderes o no. Y por otra parte, ¿es natural en algunas personas?.
- Buenas preguntas J.V., veras..., efectivamente creo que es una capacidad no sólo humana. Se dice que muchos animales la poseen, -muy especialmente los felinos y de éstos parece que el gato siamés es el más dotado; pero mi opinión personal es que estas cosas pertenecen al mundo de Dios, a lo sagrado de las energías y del hombre y por ello no es recomendable que nadie despierte estos poderes con ciertas técnicas conocidas por algunas escuelas de pensamiento. Todo está como debe estar..., me refiero a que un día tu como otras personas tendréis la facultad de ver el aura. Pero dicha visión no es sino una extensión prolongada de la visión física, pero una octava un poco más alta.
- ¿Pero que cualidades son necesarias para que se posea esta facultad tan extraordinaria?
- El alma personal, que es el verdadero maestro interno, decide su momento, en una vida determinada. Recuerda que todo es cíclico y es el legado o herencia para todos los seres humanos, tal como lo expresó sabiamente y proféticamente Jesús en Palestina. Yo diría que lo imprescindible es tener pureza de corazón y otras virtudes afines, para que no nos entrometamos ni alteremos los destinos y vidas de aquellas personas que estudiamos con esta facultad espiritual. Sin embargo, no somos objetivos al cien por cien, ya que percibimos reflejados en los otros algunos de nuestros puntos de vista. Siempre “se cuela” algo de quién estudia el aura ajena, así como las formas de pensamiento que acompañan como cometas a todo ser humano.
- ¿Quieres decir entonces que la fiabilidad del análisis depende de la pureza y sabiduría de quién estudia el aura?
- ¡Así es querido amigo!, Pero no te engañes J.V., el hecho de ver el aura no indica precisamente crecimiento espiritual. Es sólo un facultad etérica, -nada más-. Hay que tener pies de plomo con todo lo que sea metafísico o sobrenatural, tal como reiteradamente lo advirtieron en el pasado Max Heindel y el Maestro D.K:, -entre otros-. Fíate sólo de tu intuición y de tu corazón, ahí en tu interior, en lo más sagrado de ti mismo esta tu Cristo Interno, tu Maestro, tu Dios, que es la única guía segura, y no del interlocutor que tengas enfrente,-yo por ejemplo-, diga lo que te diga o haga lo que haga. Ten presente que mentes poderosas pueden hacer en el plano físico lo que Cristo hizo, -El lo advirtió-. Pero eso no significa nada. Estudia sus obras de altruismo amoroso y no sus interpretaciones escénicas. Ese es un buen criterio para desarrollar el discernimiento, palabra tan traída y llevada, pero siempre... siempre, recuerda en fiarte tan sólo de tu propio Maestro Interno.
Me quedé pensativo, un tanto perplejo. En esos instantes de una ventana abierta del convento cercano parecía salir una melodía, aunque pudiera venir de otro lado. Pregunté a mi amigo y éste señaló que era un conocido tema de Haëndel de su obra El Mesías concretamente: “Chorus: For Unto Us a Child is Born”. Puede que la melodía también pudiera proceder de una boda que en esos momentos se celebraba en la catedral, pero la música parecía envolver a todas las personas que estábamos sentadas en la terraza del bar. Mientras yo cavilaba con estas ideas M.A. me miraba fijamente, un poco más arriba de mí cabeza, como para decirme a continuación alguna cosa. Después de un prolongado instante de silencio expresó:
- A veces cuando hablas de Ellos, de los Grandes del Planeta, de lo que nosotros consideramos como sagrado, ocurre que nos envuelven unas melodías que no sabemos de donde proceden, en otras ocasiones se perciben olores suaves y muy naturales a flores, como la rosa, el lirio, el jazmín..., y cuando anochece y el lugar está un poco oscuro te puedo asegurar querido amigo que veo aparecer una luz indefinida, algo así como una neblina luminosa, parecida a una aurora boreal radiante, y casi imperceptible que nos envuelve a todos los que estamos hablando de Ellos. El universo responde J.V., el universo responde ... te lo puedo asegurar.
Sus últimas palabras habían impactado en mi interior. De nuevo el silencio nos rodeó como confabulándose con nuestros propios ritmos.
Tomé el refresco que permanecía en la mesita . Cogí distraídamente mi vaso alargado, estrecho y cilíndrico y comencé a imprimirle un ligero movimiento de rotación. Me abstraje observando los cubitos de hielo que se golpeaban entre sí e impactaban en el vidrio produciendo un melodioso tintineo, todo lo cual producía en mí un efecto sugestivo y ligeramente hipnótico. Miré a la plaza y reconocí a la anciana que cada día a estas horas daba de comer a las palomas. Todos los días traía una bolsita con migas de pan desmenuzadas para alimentar a las aves, y me sentí furioso recordando las campañas de ciertos políticos demasiado etiquetados que mentían descaradamente hablando de plagas de estas aves para justificar su mezquindad y eliminarlas de las ciudades...¿acaso pretendían una ciudad habitada sólo por piedras y coches ?, ¿qué les quedaría a los niños para jugar...sólo bloques de hormigón..?. Esa anciana hacía caso omiso a estas injusticias contra la vida y aportaba su regalo de vida y amor a otros seres vivos. Me sentí identificado con ella por su especial generosidad... Surgió en esos instantes un pensamiento en mi interior, una pregunta que me hacía cuando la veía cada día...¿por qué los seres humanos no aprendemos de estos ejemplos de vida?... De pronto las palabras de mi amigo me sacaron de mi abstracción.
- ¿Has asimilado todo lo que te he comentado?
Sus palabras me devolvieron a la realidad. Fijé el pensamiento que continuaba vagando y le contesté:
- Sí . Creo que se me van aclarando conceptos y las ideas son más sólidas. Aunque no me has dicho todavía si estas cualidades tienen relación con el despertar de los chakras.
- Evidentemente, así es. Los chakras dan poderes, son ruedas de energía más o menos activas. Tanto los superiores como los inferiores...¿aunque por qué decimos superiores o inferiores... si en el fondo todos son divinos?. Pero hay que tener cuidado en aventurarse y emprender iniciativas osadas sin la guía segura de un instructor. No hay que hacer ejercicios respiratorios para que despierten. El amor y las virtudes, son los que en verdad abren las puertas y los poderes del alma. Y éstos, los chakras, no son sino puertas, de energía, pero puertas en sí mismas... En ocasiones el crecimiento espiritual es doloroso ya que puede que percibamos los verdaderos sentimientos y pensamientos que tu interlocutor tiene con respecto a ti. Puede que te odie; lo ves, lo sabes. Ves que intenta despistar haciéndose el simpático, tal vez disimulando con una forzada sonrisa o dulces palabras, pero el que tiene esta facultad ve la cruda realidad, sea cual fuere. De ahí, por ello, el que se tenga que tener amor incondicional a la humanidad, ¡amar al Todo... y a todos... sin importar cultura, raza o color!
- Ahora puedo ponerme en verdad en tu lugar, con verdadera conciencia y comprender las dificultades de las que me hablaste cuando se te despertaron estas, llamémosle, “cualidades del alma”. Y entiendo también las renuncias que tuviste que hacer para “readaptarte”.
- Veo que entiendes J.V.. Tienes toda la razón. Es más duro de lo que parece a simple vista. No es un juego de niños. Estos dones del espíritu son peligrosos en manos de quién no esté bendecido y purificado por el verdadero amor.
- ¿Purificado por el verdadero amor?...
- Sí, pero no el amor que tu entiendes, afectivo de una pareja o a un ser amado. Me refiero que el alma purifica energéticamente a su ser de expresión, o lo que nosotros conocemos como ser humano externo, pero sólo cuando está preparado. Es un aprendizaje muy duro, pero al fin llega un momento en que se puede confiar en cierta medida con el vehículo físico y los otros vehículos: emocional y mental inferior que anima cada alma. Ante todo se debe superar lo que nosotros denominados: egoísmo del corazón.
- ¿......?
Estas últimas cuestiones no las entendí muy bien, pero no me perdía ni una sola palabra. Trataba de interpretar desde mi perspectiva el significado que podría tener aquello de que me hablaba. Casi podía como darse como un hecho el que las experiencias parecía provocarlas el alma. Esta era la mejor maestra. Bellos pensamientos, correctas acciones y gran amor a toda vida se ve que eran las premisas que toda alma necesitaba como “primeros elementos” para el acercamiento a la forma humana y para el nacimiento del Cristo Interno en lo más sagrado de cada corazón humano.
Mi intento de aproximación a esta realidad mayor, la ruptura del concepto e idea de un dios exterior, en otro lugar, había sido reemplazada por la aceptación, al fin, de que lo que buscaba estaba en mí. En lo mejor de mí, en mis mejores principios y acciones de vida. Ya comenzaba a derrumbarse el antiguo muro de incomprensión de viejas murallas de Jericó que en esta ocasión no saltaron por lo aires por estridentes gritos ni por las troneras de unas gigantescas trompetas. Esas murallas se abrieron por el amor, la tolerancia, el entendimiento, la sabiduría y otras cualidades que empezaban a arraigarse en mi existencia..
- Qué vas a hacer esta noche? – me preguntó mi amigo.
- Después de cenar tenía previsto ir a un recital de música callejero. Creo que esta noche cantarán habaneras, en una de las pequeñas plazas de esta zona histórica de la ciudad.... –a propósito-, ¿Qué te parece si quedamos a eso de las ocho menos cuarto a las ocho delante de la catedral y nos vamos juntos a cenar y después vamos a escuchar esos coros de los que te he hablado?
- Bien... magnífico – asintió mi amigo placenteramente.
- De acuerdo. Entonces nos vemos sobre las ocho donde hemos quedado.
- Hasta la noche.
- Hasta la noche – repetí también con agrado ante lo que prometía ser una velada prometedora e interesante.
Mi amigo se levantó, yo fui a pagar los refrescos. Le saludé mientras se alejaba, tenía que hacer unas llamadas telefónicas a sus familiares y a otras personas. Siempre tenía mucha actividad social.
Cuando recogí el cambio ya estaba a lo lejos. Yo marché en dirección contraria hacia una plaza pequeña de la zona alta de la ciudad a comprar fruta. De camino a la frutería conocida me sentí lleno de vida e iluminación. Saludé jovialmente a la señora de la tienda, compré y me dirigí hacia mi apartamento que quedaba a unos quince minutos de allí caminando sin prisas.





o - o - o - o


La tarde iba transcurriendo sin problemas. Los jóvenes estudiantes que estaban hospedados cuando alquilé la habitación, ya habían abandonado el apartamento; solamente yo permanecía en él. Me habían dejado un piso magnífico. Los dos frigoríficos que se compartían por los estudiantes estaban prácticamente vacíos excepto por mis alimentos. Así que allí podía tener siempre mis provisiones sin que apareciesen manos extrañas que pudieran “extraviar” alguna cosa. La cocina era amplia, daba a un patio interior que se prolongaba hacia un terreno de huerta en una colina trasera a la calle, con varios niveles y terrazas de cultivo. Un arbusto de forma un tanto redondeada colgaba de la pared rocosa que servía de contrafuerte de una de las huertas. Allí en ese arbusto , todos los días se colocaba un ruiseñor que hacía magistrales interpretaciones de todo tipo de trinos que en verdad embelesaban. Jamás antes había tenido la fortuna de ver tan de cerca a un ruiseñor. Y éste se situaba apenas a pocos metros de las cabezas de los propietarios de mi apartamento que vivían en la planta baja. Nadie molestaba al pájaro cantor salvo un gato que aparecía esporádicamente por allí. Cuando el ruiseñor lo veía, cortaba en seco sus cantos y se confundía con el follaje. El felino no podía alcanzar el lugar donde crecía el arbusto porque la pared de piedra era casi totalmente vertical y estaba más allá de los saltos del carnívoro. Por el otro lado crecían unas tupidas zarzas con pinchos que servían de disuasorio natural a las incursiones de los gatos.... Mientras observaba la escena calenté agua en un pequeño cazo de porcelana y me tomé mi habitual té de media tarde y volví a apoyarme en la ventana abierta que daba al escenario antes descrito y también esa tarde me extasió la belleza e inspiración de la madre naturaleza que es pródiga en sus obras si se la deja un tanto tranquila. Miré el reloj, sin darme apenas cuenta ya marcaba las siete. Sin dudarlo me fui al baño para asearme como cada atardecer y refrescarme con otra vital ducha de agua fría. Esa tarde era especial para mí. Finalizado el baño y el afeitado y con ropa limpia me dispuse a salir de la casa a eso de las ocho menos cuarto. Entré en mi cuarto y me rocié con un poco de perfume de Paco Rabanne , suave y varonil que me había regalado la dueña de una perfumería y también de una farmacia en la cual di varias charlas de mis nuevos productos.
Conforme iba subiendo la empinada calle Castron Douro, me asaltó un pensamiento o sentimiento de lejanía un tanto premonitorio. Me vi en otro lugar y con una nueva profesión en el devenir de los años, pero como tantas veces me dije a mi mismo: “J.V., controla tu imaginación..., son sólo sueños, nada más que sueños...”. Días antes había estado leyendo los maravillosos versos de Rosalía de Castro y en cierta medida simpatizaba con la poetisa. Con ese amor a sus tierras, a sus tradiciones, con leyendas un tanto misteriosas y cosas así. Al llegar a lo más elevado de la calle tomé la dirección hacia un pub que conocía y a donde iba a escuchar música y tomar alguna cerveza, se llamaba “Pepa a Loba” , aunque hoy no podría asegurar si tal pub seguiría teniendo el mismo nombre. De allí callejeando me dirigí hacia la puerta principal de la catedral de Santiago situada en la Praza do Obradoiro. Efectivamente allí estaba esperando mi amigo; justo enfrente de la escalera que comunica la plaza con la catedral. Inspiré profundamente como para saborear anticipadamente lo que sin duda sería una nueva noche de conocimiento e iluminación.
Me acerqué a mi amigo que se entretenía estudiando con la mirada la singular belleza arquitectónica de este escenario así como las algodonosas nubes coloreadas por un mortecino sol del ocaso que daban pinceladas de color violeta al más amplio escenario cósmico.
- Hola M.A., ¿llevas mucho tiempo esperando?
- No...Apenas escasos minutos. Ya ves lo cercano que está mi hotel.
- Si..., ya veo lo próximo que está de aquí el Hostal de los Reyes Católicos...¡a propósito!. ¿Te gustó la habitación que reservé para ti?
- Por supuesto. Tiene la belleza sobria que tanto me gusta, así como una exquisitez de trato de todo el personal.
- Me lo imaginaba...¿Te parece que vayamos a cenar la típica comida gallega o prefieres algo diferente?
- Prefiero lo autóctono, sabes que uno de mis pecadillos es la comida. Se que debo moderar mis apetitos, especialmente el de esta hierba olorosa a la cual tengo demasiado apego..., me refiero al tabaco rubio americano.
- Te he comprendido querido amigo. Afortunadamente yo ya superé este tema en mi juventud.
- Me alegro por ti J.V.... ¿entonces vamos a cenar?
- Sí, cuando quieras.
Comenzamos a caminar. A los pocos metros nos adentramos en un túnel que delimita la catedral por uno de sus lados. Dicho túnel comunica con una escalera que une las diferentes cotas del terreno y supera el desnivel de la colina. Ya arriba nos dirigimos a un típico restaurante de la ciudad vieja. En el interior del mismo pedimos lo que deseábamos cenar. Ambos elegimos el típico caldo gallego tan reconfortante, aun cuando por la época y el calor pudiera parecer excesivamente calórico. Antes tomamos unos entrantes de sabrosos mariscos: almejas, vieiras, percebes...cocinados a la usual forma gallega, y un sabrosísimo pulpo a la gallega, bastante picante, acompañado con pimientos de Padrón, todo ello : - exquisito -.
- ¿Te parece que pidamos el típico “vino da terra”? – preguntó mi amigo.
- Bueno... pero creo que es un tanto ácido.
- Puede que no te guste mucho, pero considero que es mejor que El Ribeiro para acompañar ciertos platos. A mí me gusta..., le da más fuego a la digestión de los alimentos. Todo con moderación es positivo, pero siempre controlando tu la situación y no que ésta te controle a ti.
El camarero llegó con una botella de “vino da terra”, el cual sería el apropiado para acompañar el segundo plato según el criterio de M.A.. La descorchó y nos escanció una buena cantidad en las brillantes copas de vidrio reluciente.
La humeante sopa de caldo del primer plato fue sabrosa y riquísima. Para el segundo plato yo había pedido calamares rellenos y M.A, merluza en salsa verde. Cuando nos trajeron este segundo plato ya habíamos saboreado el vino tinto “da terra” cuyo sabor un tanto extraño para mí al principio, no resultó pesado a la larga.
Ya una vez en los postres ambos pedimos el típico queso de tetilla gallego al cual lo acompañamos con nueces y miel, a la manera típica de Burgos.
- ¿Qué tal la cena J.V.?
- ¡Magnífica... realmente excelente!
- Sí, ya veo que te ha gustado. Percibo el especial cariño del cocinero en su trabajo. – Le gusta lo que hace - , y eso se nota J.V., se nota por otras cualidades además del sabor.
- Si tu lo dices... ¿...?
Mi amigo quiso invitarme en esta ocasión, pidió la cuenta y pagó tan exquisito menú. Salimos del restaurante y nos dirigimos a una pequeña plaza donde se ya se habían colocado unas 300 sillas para el concierto de coros de la noche. El escenario y la plaza en conjunto permanecía vacío de gente, excepto algunos caminantes y el guardia de seguridad que cuidaba que no se hurtasen los componentes de los equipos acústicos y las otras cosas. El señor fue muy amable. Nos aconsejó que si deseábamos tener asiento en primera línea lo mejor era sentarse y esperar un buen rato, ya que después de las 22,30 horas la plaza se llenaría como siempre solía ocurrir, ya que el concierto comenzaba a las 23 horas.
Decidimos que el señor tenía razón y nos sentamos en las primeras filas, hablando de cosas efímeras y del buen clima que todavía permitía celebrar estas actividades lúdicas y culturales.
Transcurridas las 22.15 horas, la plaza se fue llenando, poco a poco al principio y con mayor número de personas a partir de las 22,30 horas como había vaticinado el guardia de seguridad.
Unos minutos antes de las 23 horas, se conectaron lo equipos electrónicos de acústica. Se encendieron muchas luces en la plaza y sin ninguna salvedad fueron subiendo los componentes del primer coro de la velada musical. Cuando ya estaban colocados en sus lugares respectivos subió el director del coro. Saludó al público, que le aplaudió efusivamente por ser muy conocido por anteriores veladas musicales, subió al atril y sin más preámbulos comenzó el concierto de habaneras.
Realmente los coros resultaron muy buenos y con mucho talento musical. Cantaron con arte diversas melodías de este género musical, el cual me resultaba un poco anticuado para mi gusto. Sin embargo tenía que reconocer que eso no impidió que llegase a saborear la exquisitez de unas músicas preciosas de otra época, cuando Cuba pertenecía al imperio colonial español.
Finalizaron los cantos corales. Nos levantamos y como la noche acompañaba, decidimos ir caminando hasta el auditorio de música de Santiago, que queda en las afueras de la ciudad vieja; en una zona ajardinada muy hermosa, con colinas redondeadas, árboles, flores y cuidado césped. Todo ello cercano a unas lagunas de agua dulce donde entonces había: cisnes blancos, gansos y patos.
- La noche es estupenda... –expresé con agrado.
- Efectivamente... es una de esas noches que apetece caminar y filosofar un poco sobre la vida y esas circunstancias y hechos no cotidianos... – a propósito- ¿cómo te sientes al estar tan lejos de Valencia..., la añoras?.
- No. En absoluto. Creo que he tenido suerte al venir a Galicia y muy especialmente a Santiago de Compostela. Esto ha permitido que nos hayamos vuelto a encontrar... ¿Tu ya conocías esta ciudad con anterioridad?.
- ¡Sí!. Ya vine en diversas ocasiones. Se encuentra relativamente cerca de Palencia, y cuando dejo a mi madre con su familia aprovecho alguna ocasión para venir a Galicia. Y puedo asegurarte que Santiago es el lugar en el cual suelo quedarme por más tiempo. Sin desdeñar otras ciudades y las preciosas Rías Bajas.
- Tienes razón. Las rías son realmente hermosas. – puntualicé con deleite recordando la belleza de los entornos de esos espacios naturales que había visitado unos días antes.
El tema de la conversación se fue derivando hacia los temas que tanto nos interesaban. Ya situados en ellos le pregunté sobre la tan llevada y traída palabra :” Iniciación.” Quería saber qué era en realidad lo que ocultaba este término un tanto críptico y velado.
- ¿La iniciación?, - buena pregunta J.V., verás...-. En si misma indica el inicio hacia algo nuevo y puede hablarse de ella relacionada con actividades cotidianas, laborales e incluso banales, pero creo que lo que tu quieres saber es qué significa -iniciación- desde el punto de vista metafísico y espiritual, ¿no es así querido amigo?.
- ¡Así es!
- Bien..., entonces deberemos aceptar “a priori” la inmortalidad del alma y la transmigración del principio vida autoconsciente de un cuerpo a otro. Así hasta que en una vida de expresión, en un tiempo determinado y después de sucesivos intentos de acercamiento al alma, o Yo Superior, decide ésta y los Seres Superiores que el discípulo integrado, es decir: el hombre o mujer físicos, se encuentra preparado para una renovación y aportación de energía, conocimiento y poder. Porque son poderes los que se transfieren, no lo olvides nunca J.V.. Poderes que se otorgan a través del alma, que es el verdadero discípulo y no el ser exterior.
- Sigo tus explicaciones... continúa...
- Como te iba diciendo, entonces, en esa vida determinada, se eligen dos padrinos y un hierofante. Todos Ellos son Maestros Ascendidos y Discípulos del Cristo. Seres que antes fueron humanos como tu y como yo. Uno de Ellos te ha observado durante varias vidas y decide apadrinarte, pero siempre y hasta la tercera iniciación es El Cristo quién actúa de Hierofante. El es quién demanda energía y quién pide permiso al Gran Ser, al Padre de los cristianos, para que de El se envíe una evocación o envío de energía muy concreta. El Cristo recibe esa energía, la canaliza en Sí Mismo, aportándole su “peculiar vibración personal” y la reenvía a los dos padrinos presentes quienes canalizan la misma, aportando sus vibraciones particulares antes de transferirla al neófito. Dicha energía podría ser demasiado poderosa, peligrosa e incluso mortal si llegase pura al nuevo iniciado...
- ¿Eso es todo?
- ¿Te parece poco? – se calló, meditó unos instantes y prosiguió a continuación: - Es todo lo que se puede decir sin incumplir el voto de silencio de todo iniciado...
Permanecí en respetuoso silencio ante sus últimas palabras. No pretendí saber más. Entendí que había cosas para las cuales no estaba preparado. Bastante hacía mi amigo en darme todos estos detalles. Entonces recordé sus palabras respecto a la tercera iniciación y le pregunté:
- Me has comentado algo sobre la tercera iniciación, ¿qué es lo que ocurre en ella?.
- Sólo puedo decirte que yo tuve la fortuna de tener la visión personal del Señor de los Días, aunque todavía no he pasado la tercera iniciación..., vi al Iniciador Uno, al Bendito Sanat Kumara... cuando lo vi me postré a sus pies y le dije: Maestro..., El me miró con una mirada que nunca jamás podré olvidar y me respondió: ¡ Levántate M.A...., nadie se postra ante los pies de uno igual!. Me levanté, y me puse a llorar de la emoción.
- ¿Cómo es El?
- Recuerda J.V. que su vehículo más inferior es el cuerpo etérico radiante, no el físico, Hay tantas leyendas que hablan o hablaron de El..., su conocimiento se veló muy especialmente en las leyendas y cuentos de todas las épocas. En especial me gusta ese de las Mil y Una Noches, que le describe como un Príncipe Azul... ya que ese parece ser el tono de su piel, que yo mismo vi, si es que pudiera denominarse piel a la expresión radiante de un Ser tan Perfecto, que posee tantas perfecciones. Parece ser que su raza procede de Venus. Se dice que allí hubo hace millones de años una civilización como hoy hay una aquí en la Tierra. En apariencia es un poco más bajo de estatura que la media de la raza humana...
M.A. se calló. Yo no quise romper este silencio. Caminábamos en total silencio en dirección al auditorio y a los bellos parajes antes descritos donde se ubica este edificio. De pronto mi amigo comenzó a mirar a derecha e izquierda, a ambos lados de la amplia calle. Como haciendo esfuerzos para no romper el sagrado momento en que nos encontrábamos, al fin comentó:
- En estos momentos al hablar del Más Grande del Planeta, toda la vida circundante responde: Hay una luminosidad etérica que nos está acompañando unos 15 ó 20 metros por delante y otros tantos por detrás y así como por ambos lados. Esto que te digo es totalmente cierto.¡lástima que no puedas verlo como yo!...
Apenas acababa de decir estas palabras cuando del fondo de la calle surgieron cuatro hombres, aparentemente parecían jóvenes de unos veintitantos años, pese a la distancia y a la poca luz. Casi diría que su aspecto era un tanto extraño y hostil por su rudo caminar. Pudiendo ir por cualquiera de las aceras laterales se colocaron justo en el centro de la calle como nosotros. Si seguían ese camino chocaríamos ambos grupos. La distancia se fue acortando hasta quedar a unos escasos 50 metros. Ahora sí podía distinguir sus rasgos y actitudes, evidentemente mi primera apreciación fue la correcta. Sin duda, intentaban algo malo. Nos acercamos a una de las aceras laterales de la calle y ellos en la distancia hicieron lo mismo. Por tanto no me equivocaba de su actitud beligerante. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Miré a mi amigo y ambos callados seguimos caminando hacia ellos. Apenas quedaban sino unos pocos metros cuando casi a la distancia de tocar sus cuerpos, hicieron algo insólito. Saltaron a los lados y en direcciones divergentes como si algo o alguien les hubiese dado una potente sacudida eléctrica en la espalda o nalgas. Nos miraron con terror, -esto lo puedo asegurar-. Aceleraron su paso y cuando estuvieron a nuestras espaldas salieron corriendo como si un toro bravo les pisase los talones.... Me sentí aliviado. Mi corazón bombeaba más tranquilo. Miré a mi amigo y éste me dijo:
- ¿Has visto eso?
- ¿Qué si lo he visto?. ¡ Por supuesto que sí!. Te juro que pensé que iban a atacarnos con algún arma y a robarnos.... no pensé tanto en lo del dinero sino en que peligraba mi vida..., nunca me ocurrió algo así.
- Aun sin ver el aura has tenido una apreciación correcta. Algo en ti te ha prevenido.- y matizó a continuación: - Te puedo asegurar que observé sus auras. Eran de un color rojo sanguíneo mortecino y amenazador de muy bajo nivel. Sin ninguna duda nos iban a asaltar. Por otros matices del color intuyo que llevaban intenciones muy, muy negativas con respecto a nosotros..., pero al llegar a pocos metros la energía de bendición del Gran Ser nos ha protegido, - te lo puedo asegurar-, esa Energía ha enviado un mensaje a sus cuerpos y éstos han cambiado, horrorizados su camino. Han visto la poderosa Luz del Maestro de Maestros y el miedo les ha paralizado y aterrorizado.
Pensé que lo que decía podría ser cierto. Sentí ese miedo paralizador cuando esos personajes se acercaron hostilmente a nosotros. Algo en mí me decía que llevaban armas, pero eso no lo podría afirmar.
- Te lo dije J.V., la Luz del Maestro es algo real. Cada vez que hablas de Ellos aparece esta luz. Hoy, sin nosotros quererlo, hemos tenido una muestra práctica de su poder.
Me sentí aliviado y más tranquilo. Llegamos hasta la zona donde se ubica el Auditorio de Santiago y la conversación continuó durante un largo rato. Después regresamos a la ciudad hablando de lo ocurrido. Yo no podía entender ese Poder y ver esa “luz” de la cual hablaba tan expresivamente mi amigo, pero aquel recuerdo me marcó para siempre y todavía, a través de los años, lo llevo en mi corazón.
Hoy, años más tarde de aquellos hechos, en otras circunstancias de vida y ya desaparecido mi gran amigo e instructor, sé un poco más de las cosas del mundo de Dios, que antes de conocerlo. Este gran amigo, M.A., hizo que se me abriesen de par en par las puertas a una nueva realidad, más amplia y definidamente sagrada y eterna. Porque todo lo que enmarca las Vidas de estos “Seres”, es algo que se escapa a nuestro común raciocinio y está muy por encima de lo que podemos imaginar.







o – o – o – o




EPILOGO


Poco queda por narrar de mis experiencias con M.A., pero si es cierto eso de que existe una dimensión más allá de la muerte, denominada Devachán, donde se dice que descansan y recuperan las almas iluminadas; allí estará descansando, sin duda, el alma de mi amigo, hasta una próxima expresión de vida en el plano terreno y físico.
Creo recordar como un lejano eco sus últimas palabras de aliento e instrucción, la postrera vez que le vi en vida:

“ ... Querido amigo..., cree siempre en el Amor, como algo sustancial, real y omnipresente. Sea cuales fueren las circunstancias futuras de tu vida, entorno familiar, personal, económico y social. Llegue a ti la gloria y fama o la desgracia y desdicha. Todo esto es efímero y pasajero. Recuerda que si crees en él, en ese Amor, éste a la larga te bendecirá mucho más de lo que tus más exaltados sueños pudieran imaginar, - ya lo verás-. Ese Amor es el mismo que El Cristo expresó en su máxima pureza, y como bien afirmó el Maestro Amado, comprobarás que éste es el Camino, la Verdad y la Vida...”



“También a ti querido amigo, va el agradecimiento y reconocimiento de mi corazón” .
“IN MEMORIAM”
Abril 2005

SIRIS Y LA CIUDAD


....Porque existen relatos que nacen del alma, transpasando las fronteras del corazón, donde se mezcla, la inocencia, el conocimiento, los embates de la vida, la lucha por la supervivencia, del día a dia cotidiano...la admiración, el respeto y sobre todo el amor. Todo ello ha querido plasmar mi apreciado amigo en el sendero, J.V. con elegancia y sencillez.
...Como decia Antoine de Saint Exupery: Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección. Justo esa dirección es la que encontraron Siris y Dario.


La joven Siris había venido de provincias hacía unos tres meses. Era natural de un pequeño pueblo de esa parte de la Península Ibérica golpeada sin piedad por el tórrido sol veraniego de la antaño conocida como La Mancha del Quijote. Era la mayor de cuatro hermanos, dos hembras: Eunice y Actea y también del pequeño varón Ganímides. Llevaba sobre su espalda a pesar de sus recién estrenados veinte años, la responsabilidad de sus hermanos y de su madre enferma. Su carácter era maduro, de ademanes austeros, mirada profunda pero limpia, quizás evocando esos atardeceres fríos invernales de la estepa manchega de la cual venían sus raíces. Contrastaba en su rostro unas exquisitas gafas de diseño italiano, de lentes redondeadas, engastadas en montura metálica de varilla de color negro mate con salpicaduras de pinceladas doradas que le daba un toque muy intelectual a su rostro sonrosado juvenil de rasgos asiáticos.
Había llegado a la capital como tantas personas autóctonas del país o foráneas, en busca de mejores oportunidades laborales que las que le podía ofrecer su pequeña población agrícola de provincias. En sus estudios fue una alumna brillante; terminó su bachillerato con buenas notas, accedió a la universidad y se matriculó en la carrera de Historia del Arte. Su perfil psicológico entonces era muy equilibrado, no como el actual que tanto le afectaba. Ya casi había terminado el primer curso cuando la avisaron de la fatídica noticia del fallecimiento de su padre en un accidente laboral, -volcó el tractor en el cual labraba a jornal los campos-. Era labrador y el único sostén económico de la familia. Dicho conjunto familiar se vio de repente muy alterado. No sólo en lo emocional sino en sus recursos básicos, ya que todos dependían económicamente de él. Su esposa y madre de Siris había quedado medio inválida años antes por unas fiebres reumáticas recurrentes, por ello se llamó a la hija mayor para que asumiera en lo posible el papel de sostén económico familiar, puesto que a la madre apenas le quedó sino una mísera pensión por viudedad pues su fallecido esposo era trabajador autónomo por cuenta propia aunque esta figura laboral permitía no sin cierto descaro por la administración del estado, que las personas pudieran completar sus escasos sueldos con trabajos en otras explotaciones de amigos y vecinos...-la tierra no daba para mucho-... se decía en las charlas de la cantina local. En cuanto al tema del seguro por accidentes agrícolas, apenas cubrió sino los gastos del sepelio y poco más, así eran las cosas para este colectivo humano y laboral.
La valiente Siris había llegado a la gran urbe, como antes dijimos, hacía pocos meses. Con mucha ilusión por poseer un brillantísimo expediente académico y un personal bagaje intelectual, pero lamentablemente carecía de experiencia laboral. Cuando partió de su terruño cogió pocos pertrechos personales; mucha más responsabilidad, y una billetera con bastantes ahorros para la sencilla vida del campo, pero pocos para la gran ciudad, para la tan frecuentemente denominada, “selva urbana”. Le dijo a su madre que lograría ser algo importante, -todos los jóvenes decían lo mismo al partir de su ciudad natal-, aunque no sabía el qué, y que además sacaría adelante a toda la familia. Sin embargo tenía a su favor su innato talento, su especial sensibilidad y ternura naturales, y poseía una gran belleza femenina. A pesar de estas cualidades, la habían hecho débil en un mundo ruidoso matizado por desgracia, por la ley de la competencia, o lo que era lo mismo, la sociabilización de la ley selvática de la fuerza, cuyos claros exponentes eran las oposiciones o exámenes de competencia, -justificaban así los estamentos oficiales-, para conseguir un buen puesto de trabajo. En ese mundo urbano importaba demasiado la ficticia imagen exterior la más de las veces, mucho vacuo y vacío “glamour”, antes tal vez que una buena preparación académica, -así iba el mundo-. Existían demasiadas zancadillas entre compañeros..., ¿compañeros?...; con el fin de trepar a lo alto a toda costa, olvidando lo que significaban las palabras: amistad, cooperación, compañerismo, hermandad, solidaridad... , aquella ley de los fuertes no era sino también otra adaptación moderna o sublimación de aquella otra y lejana denominada: ley de supervivencia. Pudiera ser que el alma de Siris, si es cierto acaso, que las almas renuevan o cambian de cuerpos como nosotros de hogares, recién viniese de un mundo más sencillo y natural, tal vez por sus rasgos asiáticos puede que su última existencia hubiese sido en las suaves llanuras onduladas y verdes de Mongolia o Asia Central. Incluso su cabello llevaba impreso en sí, la impronta, esa sección redonda característica o resto genético de la raza perdida de la Atlántida, o cuarta raza raíz humana, que pobló según dicen las leyendas, un gran continente en lo que hoy es el Océano Atlántico, aunque la arqueología oficial no aceptara este hecho plausible todavía, al no encontrarse los restos sumergidos de esta gran civilización. Según los vedas, nuestra actual raza era la quinta denominada Aria, con sus subrazas respectivas, todas ellas por el contrario tenían la peculiaridad de una sección oval en sus cabellos, pero como siempre, todo esto debería ser investigado en el futuro por la ciencia. Así tal vez, pudiera comprenderse por qué Siris en esta vida actual no se hubiera adaptado al más vertiginoso ritmo social de occidente. Ella se veía en su fuero interno y a sí misma, como una intrusa, como una desplazada. Pese a esa inseguridad, irradiaba lo que era ella misma, -inocencia-, que la hacía un tanto voluble y cuya característica la irradiaba por los cuatro costados. No obstante todavía era portadora de algo hermoso: la pureza y la transparencia de lo incontaminado y limpio: en su corazón, en sus pensamientos e ilusiones.
Al acostarse por las noches temblaba de miedo, por la tensión acumulada cuando veía menguar vertiginosamente el grosor de su cartera. Ya apenas le quedaban sino unos pocos billetes de 10 euros, y no tenía con qué afrontar el cuarto pago del alquiler del piso compartido con otras chicas estudiantes. En sus enfebrecidos sueños la frase, “mundo laboral”, la asediaba y transtornaba cual si de un ser maligno se tratase, dejándola extenuada al no permitirle un total descanso. Le faltaba la experiencia práctica, esa seguridad natural de la gente valiente, o mejor adaptada al entorno urbano, luchando si era preciso con uñas y dientes para conseguir dinero, -esta loca creación humana-, en cualquier actividad laboral por muy dura y un tanto denigrante que pareciese al principio. Dichos luchadores por la vida de ambos sexos no tenían grandes sueños.
Sus retos eran solamente llegar a fin de mes. Casi todas las gestiones que hizo Siris por las oficinas de empleo temporal fueron infructuosas, se le exigía experiencia y conocimientos para trabajos de: oficina, servicios, hoteles, etc., y existían veladas formas, demasiadas ofertas para camareras con... “buena presencia física, joven y liberada”... ¿liberada de qué?..... Cierto era que nuestra amiga tenía un bello cuerpo, todavía con un toque de encanto juvenil asiático, pero no le tentaban estas ofertas. Buscaba su lugar, un verdadero empleo, estable y seguro, un real anclaje profesional. Hasta la fecha no había logrado nada importante, sólo esporádicos trabajos de camarera los fines de semana en discotecas, ayudante de cocina, limpiadora, cuidadora de niños, ancianos y enfermos por la noche o por el día..., aun cuando ella no criticase tales dignas actividades, no eran sus expectativas laborales, ¿para qué se había esforzado tanto en sus estudios?, ¿para qué toda su cultura?..., dichos interrogantes le hacían daño. Si bien no pudo terminar la carrera que comenzó, -muy a su pesar-, ella sabía que valía, que tenía talento y deseaba demostrarlo al mundo. Todo ello se conjugaba más y más en su contra y la sumía en la más oscura y profunda tristeza. Desesperada...
una tarde de hastío, decidió tomar un tren de cercanías que partía para una localidad en el extrarradio de la capital..., visitó la ciudad y al regresar...
Darío era un hombre joven de buen aspecto, tenía treinta y siete años, y hacía dos años que se había separado de un desafortunado matrimonio. Llevaba trabajando activamente desde los dieciocho, primero para otros, ahora para sí mismo. Era artesano, de inteligencia práctica y equilibrada, se había adaptado no sin conflictos, a la vida moderna de la ciudad. No le gustaba tanto ruido pero en su fuero interno se daba ánimos diciéndose, “de algo hay que vivir”. Añoraba los espacios abiertos donde volaban las águilas, los bosques, los prados verdes..., pero entre el tráfico urbano se permitía cíclicamente mirar al cielo limpio y azul. Esto le servía de válvula de escape psicológica y de terapia personal, -cada cual tenía la suya-. Ensimismado como estaba, pensando en un proyecto artístico bajó del tren de cercanías, se dirigió a la escalera mecánica que comunicaba el anden inferior de las vías con la planta superior de salas de espera, servicios, cafeterías, lugar de esparcimiento... y vio ante sí que a una joven vestida con un precioso suéter de lana fina color malva, se le acababa de caer un libro del bolso sin que ella se hubiese percatado del extravío. Se apresuró, y lo recogió del suelo, miró su título por curiosidad: “MOMO”, -hmmm, curiosa lectura y oportuna en algunos casos, “pensó para sí”, recordó brevemente el mensaje de este libro muy atrás en sus recuerdos-, y se dirigió con largos pasos hacia la joven la cual se había alejado algunos metros. Al llegar a su altura, le tocó con delicadeza en el hombro a la vez que le dijo...¡señorita!...¡señorita...., se le ha caído un libro!...
La joven aludida se giró, miró al caballero que le hablaba y reconoció que efectivamente era su libro. Algo en la situación o en sus recientes pensamientos la conmovió y no pudiendo reprimir sus lágrimas se sintió invadida por una súbita tristeza y desánimo, extraña mezcla del miedo y la responsabilidad de sus últimos días todo lo cual hizo que se le nublasen los ojos.
Darío notó la consternación de la joven y le preguntó:
- ¿Le ocurre algo?
- No..., no se preocupe, - añadiendo un tanto confusa y avergonzada: ¡gracias!
El caballero reiteró la pregunta:
- ¿Le puedo ayudar?
- No es nada.... no me ocurre nada...
- Permita que le acompañe un momento hasta que se recomponga, si es que siente mal por alguna causa. Confíe en mí..., no tema. Puede apoyarse en mi brazo.
Ya habían llegado a la altura de la siguiente escalera mecánica que subía al segundo nivel de la estación. Ambos llegaron a ella y subieron sobre los escalones estriados y móviles de este ingenio mecánico. La escalera les había subido a la planta superior. Entonces ella le tomó del brazo, y en total silencio se dirigieron sin mediar palabra hacia la cafetería-restaurante de la terminal, la cual dominaba panorámicamente los andenes inferiores y un gran tramo de vías. Una vez dentro de este servicio hotelero se sentaron al lado del gran ventanal acristalado, y poco después sin presentarse siquiera, Siris exteriorizó su dolor y le expuso brevemente a su acompañante su problema personal. Necesitaba hablar con alguien. Le contó lo del fallecimiento de su padre, de la precariedad económica de su madre y hermanos..., también le comentó que a su padre le encantaba la historia, especialmente la griega, y que ella y sus hermanos tenían por ello nombres de la antigua mitología helena. Darío estaba en total silencio compartiendo ese dolor con un sentido y verdadero recogimiento de corazón. Recordando tal vez pasajes parecidos en su experiencia de vida.
- No se preocupe señorita...¿señorita?..., -le preguntó con mucho tacto de palabra y forma
- ¡Siris!. Mi nombre tal como le dije antes, es de origen griego. De una nereida, hija de Nereo, un dios mitológico del mar. Mi madre se llama María y mis hermanos: Eunice, Actea y Ganímedes. Las dos primeras son chicas de 13 y 11 años respectivamente y el pequeño Ganímides, un precioso niño de seis años. – y matizó a continuación: ¡por favor tuteémonos!
- De acuerdo Siris, como quieras. Me llamo Darío.
- ¿Darío?..., si mal no recuerdo es el nombre de un antiguo rey persa que fue muy grande en su tiempo. Que dejó una gran inscripción en la ladera de una colina. Lo estudié en mi carrera universitaria.
- Efectivamente así es.
Ella con toda familiaridad y cariño reconociendo el gesto de expresa amabilidad y cortesía de Darío hacia su problema personal, especialmente por escucharla respetuosamente, acercó sus labios al rostro del joven y le beso en la mejilla en señal de agradecimiento, reiterando de palabra el favor recibido.
- Gracias de nuevo
- De nada. Es mi deber como humano. No tiene ninguna importancia
El artesano se sintió un tanto halagado por tal muestra de afecto y continuó animando a la joven:
- Es natural todo lo que te ocurre, y en tu caso personal hay un gran problema añadido. Se nos exige demasiado. Se nos bombardea por la televisión y los otros medios de comunicación con falsos valores, que si... la vida es fácil, que todo es posible conseguirlo pagando tan sólo “x” euros al mes, etc., se nos pinta la existencia con bellos sueños pero casi imposibles de alcanzar. Por ello, a veces los sueños, aquí en este gran escenario: la gran ciudad, chocan con las realidades personales, se golpean con saña los unos a los otros , y esto rompe el equilibrio psicológico de muchas personas. Pero yo te digo que no debes preocuparte, mi joven amiga, te ayudaré a canalizar si es que me lo permites, esa fuerza joven, tus sueños, colocando pieza a pieza, trozo a trozo, el gran rompecabezas desordenado que ahora te produce tal consternación.
En eso llegó el camarero. Se llamaba Raúl da Silva, era brasileño. Muy simpático y agradable. Sentaba muy agradable el escuchar ese siseo fonético y rítmico que imponía a su lenguaje cuando pronunciaba ciertas palabras del castellano. Se dirigió a los dos amablemente, como era él y les saludó:
- ¡Hola Darío!... ¡hola señorita!
Posteriormente, mirando a su cliente habitual y también amigo, le hizo la pregunta que solía utilizar cuando le veía:
- ¿Qué tomarás hoy...., lo de siempre?
Darío asintió con la cabeza. Raúl miró ahora a la joven modificando y embelleciendo la pregunta:
- ¿Y esta bellísima señorita tan preciosa y elegante que va a tomar en la cafetería gestionada por Raúl?
- Tomaré un té con limón y dos pastas para el té..., justo de aquellas que tiene en la vitrina del mostrador de pastelería.
- ¡Magnífico!. Buen acierto señorita. Son pastas brasileiras hechas por mi esposa...¡le encantarán!.
Se marchó a por el servicio. Ellos continuaban hablando. Regresó al poco rato con el pedido. Para ella llevaba una tetera humeante, la taza, los cubiertos y las pastas. Y para Darío lo que nuestro amigo solía tomar cada día a media tarde.
La chica miró que sobre las tostadas había una especie de crema o pasta extraña y curiosamente quiso saber que era aquello.
- ¿Qué es lo que llevan esas tostadas?
- Es crema de sésamo y en el recipiente de cristal hay mermelada de grosella negra. Puede que no sepas que el sésamo es quizás uno de los mejores alimentos que exista para el cerebro. Posee unos ácidos grasos o neurotransmisores que renuevan y revitalizan las células cerebrales y nerviosas de todo el cuerpo, incluso algunos creen que regeneran la médula ósea. Y la grosella negra, especialmente su aceite esencial, posee un agente bioquímico o catalizador que regenera el metabolismo hepático, pudiera decirse que lo rejuvenece. Aunque dicho elemento está en el aceite, mi opinión personal es que está también presente, pero en menor porcentaje en la mermelada, en el propio fruto, ya que es la misma planta. Y suelo acompañar esta llamémosle: “terapia alimenticia” con una tónica, porque dicha bebida lleva extracto de quinina, que es posiblemente el mejor remedio contra la malaria, actúa más o menos como una sustancia inmunológica, no tanto como la “equinnacea”, pero casi tanto como ella y por tanto aumenta las defensas orgánicas.
- Me parece interesante lo que me dices, ¿pero no será peligroso todo esto?..., me refiero a la automedicación
- Bueno..., no es automedicación en absoluto. No llego al extremismo de ser hipocondríaco siempre pensando en las enfermedades y los males que asolan a la humanidad. Ten presente que en la dosis adecuada todo es positivo. En el equilibrio como en toda cosa, está la sabiduría, el saber hacer. Yo tomo sólo una tónica al día que actúa en mí como de sustancia protectora e inmunológica natural. Pero no abuso porque sé que las sustancias vegetales, pese a lo que se diga, no son inocuas del todo,- y enfatizó con mayor volumen de voz: ¡el equilibrio!..¡el equilibrio!..., eh ahí la palabra clave.
Siris le miraba con atención. Darío comió sus tostadas untándolas con la negra mermelada. Bebió su tónica y después se comió el trocito de la corteza de limón que acompañaba la bebida tonificante. Antes de introducirse en la boca la rodaja de limón separó cuidadosamente la pulpa blanca de la corteza amarilla.
- Aquí, entre la corteza exterior de los cítricos y la pulpa interna comestible existe este tejido blanco y amargo, que sin embargo, posee otro más de esos “ladrillos biológicos” para construir un cuerpo sano y fuerte. Dicha sustancia tiene la facultad de reconstruir o regenerar las paredes de las venas y de las arterias corporales.
Conforme hablaba Darío, la joven iba sintiéndose más y más a gusto. Él simplemente era diferente. No hablaba del chismorreo televisivo o de los personajes deportivos de moda o de los artistas del cine o cantantes famosos tan asiduos en los medios informativos.. simplemente tenía otra onda.
Pareciendo adivinar lo que ella pensaba el joven dijo a continuación:
- Mira Siris, aunque veas en mí algunas cosas un poco raras, ten por seguro que te encuentras frente a un hombre honesto, honrado, medianamente inteligente y muy trabajador. Además soy también un singular hombre de negocios. Poseo mi propio taller de vidrio artístico, muy artesanal, lo confieso, pero me gano la vida bastante bien y me permito cierta libertad de movimientos. En ti también percibo a alguien especial, me has contado abiertamente, cosas muy personales sin apenas conocerme. No todos lo hacen. Te has abierto a mí. Desearía proponerte que fueras mi colaboradora, que trabajaras no para mí sino conmigo..., en estos momentos necesito a una persona ya que desde hace algo más de un mes, me quedé sin secretaria y hasta la fecha no he encontrado a la persona adecuada. Una persona que ordene mis papeles, lleve mi oficina, que atienda el teléfono cuando yo no esté, que recoja y envíe correspondencia y cosas por el estilo..., ¿tu que opinas?.
Mientas el hombre joven hablaba, ella le estaba escuchando con verdadero interés. Apenas escuchó las palabras sobre la posibilidad de trabajar con él un gozo interno comenzó a darle nuevas dosis de la vitalidad perdida en los últimos días. No sabía si saltar de alegría o no, ¿era posible tener tanta suerte, se preguntaba incrédula?.En su fuero interno, en el propio corazón, una débil voz interior le decía que tenía ante sí a un ser fiable y honesto, tal como decía. Todavía confusa por las palabras y las interrogantes que la asaltaban preguntó titubeando...
- ¿Y... en qué consistiría .... mi trabajo?
Raúl el camarero regresó en esos momentos a la mesa de los dos jóvenes llevando el cambio en el platito de vueltas y dos chocolatinas con publicidad de su establecimiento. De pronto hizo un gesto malabar como para materializar de la nada algo inexistente y “apareció” una hermosa flor blanca que llevaba oculta en la espalda, y ofreciéndosela a Siris le dijo: ¡para vosé senhorita!, en un correcto portugués. Era un precioso clavel que le agradó a la chica, la cual se sintió doblemente reconfortada y animada por tan bello gesto del camarero y por la transparencia de su nuevo amigo, al cual parecía conocer desde siempre.
Darío tomó las vueltas del platito y dejó algunas monedas sueltas como cambio. Sonrió y elevando el volumen de su voz casi convertida en una declamación teatral expresó:
- ¡Toma “ a gorjeta “ bribón! –señalando a continuación -..., las clases lingüísticas del idioma portugués-brasileño de mi amigo Raúl me resultan muy caras...., entre las consumiciones y las propinas del profesor no-académico Raúl da Silva, podría pagarme holgadamente dos carreras universitarias.
El camarero le miró, se dio por aludido y rió abiertamente. Cogió el servicio y limpió la mesa de los dos jóvenes y al marcharse contorsionó el cuello muy teatralmente, volteándolo exageradamente con desdén, pero con una muy visible sonrisa, para que todos los clientes de la cafetería se percataran que era una escenificación, una broma entre dos amigos, una caracterización hacia la llamémosle: ignorancia de su pupilo y amigo Darío.
Siris estaba gozando de la escena, de la teatralidad. Allí se sentía muy bien; ambos eran geniales.
Cada uno a su estilo. En su fuero interno sabía que ese era su lugar y su gente. Sentía, percibía, afloraba a ella, la humanidad de estos nuevos amigos que se reportaban mutuo afecto. Inspiró con fuerza a través de ambas fosas nasales tomando mucho aire en sus pulmones como para saborear el momento mágico y llegar a una relajación posterior.
Desde la mesa en la cual estaban sentados, Darío hizo un gesto de rotación con su dedo índice para que tras la barra lo comprendiese Raúl, el cual lo comprendió instantáneamente, poniendo un conocido “cd” de música brasileña en el equipo musical. Era el disco que tanto gustaba a su amigo. Cuando poco después comenzó a escucharse la cadencia poética y musical comentó a la joven...
- Esto, lo de las propinas, son minucias. Lo importante es el trato de palabra. El respeto a la dignidad del interlocutor. No importa si está reconocido socialmente o no lo está, que tenga o que no tenga un alto estatus. “Todos... – como sabiamente expresó el gran dramaturgo irlandés Bernard Show, a través de las palabras de su personaje en la obra “Pygmalion”-....”todos poseemos nuestra propia chispa divina”, lo que queda en verdad al marcharnos de este mundo, son las obras de afecto y de amor, de cariño y compasión, que damos a otros seres vivos, sean o no sean humanos. Eso es lo que realmente tiene valor en el mundo del espíritu. Especialmente las obras de altruismo amoroso hacia toda vida y hacia todo ser.... Eh ahí la cuestión....
La música rítmica carioca, pasó a una cadencia diferente, los intérpretes Mutinho y Toquinho, que hoy pudieran considerarse unos “clásicos” interpretaban las estrofas de su conocida obra: “Escravo da alegria”...


..Eu que andava nessa escuridao
.. de repente foi me acontecer
.. me roubou o sono e a solidao
.. me mostrou o que eu temia ver
.. sem pedir lecença nem perdao
.. veio louca para me enlouquecer
.. vou dormir querendo despertar
.. para depois de novo conviver
.. com essa luz que veio me habitar
.. com esse fogo que me faz arder
.. me dá medo, vem me encorajar
.. fatalmente me fará sofrer

Ando escravo da alegria
Hoje em dia, minha gente,
Isso nao e normal
Se o amor é fantasia
Eu me encontro últimamente
Em pleno carnaval...,



los clientes de la cafetería prolongaban sus silencios o sus palabras en afinidad vibracional e inconsciente con la música y las estrofas de la obra. Mientras tanto Siris, pensó prolongadamente y al fin, rompiendo sincrónicamente el silencio en el interludio entre una obra y otra, reflexionó las últimas palabras de su acompañante y comentó:
- Lo que me dices me ha gustado..., pero volviendo al tema laboral...¿realmente en qué consistiría mi trabajo diario?
- Como antes te expliqué; en redactar facturas a máquina, llevar la contabilidad muy sencilla de mi empresa, atender al teléfono, ir al correo... y cosas así ¿te parece bien?
Volver a preguntar lo que ya se había hablado no surgía tanto de la desconfianza personal de Siris ante Darío, sino más bien al desconocimiento específico de esta tarea profesional y por ello un tanto avergonzada señaló:
- Es que no sé escribir bien a máquina. Apenas tuve tiempo de estudiar mecanografía. Manejo un poco el ordenador pero de forma un tanto rudimentaria y autodidacta... y de contabilidad no sé nada.
- No tiene importancia. Lo que realmente necesito es tu disposición interna, si deseas o no deseas adaptarte al nuevo ritmo. Al principio te aseguraré por media jornada y subvencionaré tus estudios de perfeccionamiento laboral en clases nocturnas en una buena academia de ofimática y gestión contable, pero todo ello con una sola condición... –hizo un lapsus para comentar algunos conceptos que quería que quedaran claros en el corazón de la joven-..., mira Siris, yo creo mucho en las auténticas relaciones humanas. Pienso, como muchas personas de buena voluntad de todo el mundo que, “los repetidos sufrimientos a que nos sometió el agitado y doloroso siglo XX, nos han enseñado, por fin, que las relaciones humanas deben fundamentarse en motivos más profundos y espirituales que en una simple cuestión de conveniencia e intereses para ambas partes”.... – señalando a continuación: “pudiera decirse que estas últimas palabras definen mi filosofía de vida”...., lo digo para que veas la transparencia de mi ser.
La joven pensó durante un instante lo expresado por Darío y con cierto miedo preguntó:
- ¿Qué condición?
- Que no me dejes tirado a la primera de cambio, ni cuando hayas alcanzado un buen nivel profesional. Creo en ti, porque como te he dicho, aun cuando existirá una relación jefe – empleada; por encima de todo ello están los principios éticos que definen mi vida. Que en vía a esta ética del ser humano, de las auténticas relaciones entre los hombres, me des tu palabra de honor, de que al menos estarás conmigo tres años. Llevando mis papeles y organizando mis números. Te iré pagando cada vez más hasta llegar a lo que le corresponde a una buena profesional. Conforme mi empresa tome prestigio tu crecerás a mi lado. Si llegado el tiempo que ahora establecemos como condición, decides marcharte, no te lo impediré y lo comprenderé, aunque me duela. Pero antes de abandonarme observa el mundo laboral de tu alrededor, habla con otras personas, sondea la realidad del mercado y de las verdaderas oportunidades de mi trabajo específico, valorando lo que puedes perder si decides abandonarme en su día. Tu misma decidirás y no yo. Solamente te advierto que tengas cuidado al elegir y no te dejes embaucar con los efímeros espejismos de tal o cual “gran empresa”. Escucha a tu corazón, él te guiará.....
Hubo un silencio bastante prolongado por ambas partes. Al fin el empresario artesano expuso abiertamente lo que pudieran ser las dificultades futuras.
- Quiero que sepas, por si decides trabajar conmigo, mis llamémosle “ideas personales”, no ya mi filosofía de vida en cuanto a la relación con otras personas sino algo más íntimo, más profundo..., ya que éstas las percibirás o surgirán en un trato cercano, muy estrecho... – y prosiguió: “por mi especial trabajo artesanal, no llevo escudos o barreras mentales para que oculten a los que están muy cerca de mí, lo que soy o lo que siento. Trabajo con cristal de colores transparentes, y eso es trabajar con luz,- física-, pero luz al fin y al cabo. Necesito meditar y tener momentos de intensísimo recogimiento espiritual..., ya perdí a una buena colaboradora que tuvo miedo a la luz..., hoy la luz da miedo y las gentes prefieren ver su reflejo en lo patético, oscuro y doloroso, tan expresado en muchas películas de violencia o de fenómenos paranormales, etc., antes que aceptar la belleza y sencillez del espíritu visto como realmente es, es decir, por el lado positivo, no todas las personas, pero sí muchas de ellas”...
- ¿a qué te refieres?..., ¿no acabo de entenderte?
- Veras... hago diseños para templos, iglesias y centros de meditación, terapias de sanación, etc. Son motivos espirituales, que evocan lo Divino en el ser humano. No creo en una religión ortodoxa, en una doctrina concreta ni en unos ministros que sean los únicos canales por donde nos llega la inspiración y amor de “lo alto”., si es que esto pudiera determinar lo Eterno en el hombre. Pero sí creo que existen hoy unos Seres que desde nuestra concepción pudieran parecernos “superhumanos”, pero que antes fueron como tu o como yo. Que se ha dicho, a veces con demasiada teatralidad y superstición, que puede que pronto, tal vez a principios del siglo XXI (en el cual estamos ahora), aparecerán en la vida pública, se exteriorizarán, si la humanidad consigue expresar más altas cotas de amor, cooperación y hermandad. La gente cree más en “Ellos” de lo que suele confesar, de lo que por temor evita expresar externamente, para que no se burlen de ellos y de su aparente “credulidad religiosa”, incluso dentro de los países considerados como “ateos”..., a tales Seres se les denomina Maestros Ascendidos. Pertenecen a una Jerarquía Espiritual de Grandes Almas, las cuales alcanzaron la liberación de las limitaciones de la carne. Pero por amor a la humanidad, se quedaron aquí para ayudarnos. Todos Ellos y Ellas, son discípulos de Cristo, ese Gran Ser Solar, el cual prometió que también vendría con Ellos, -no al final de los tiempos-, que han desvirtuado las malas interpretaciones de la Biblia tan manipulada a través de los siglos, por el poder eclesiástico afín al poder político de los tiempos y los otros testimonios de buena fe pero sin consistencia veridica, sino al final de esta quinta raza raiz actual: la denominada Aria, a la cual pertenece en gran porcentaje, la actual humanidad. Finalizará la etapa que dejó a medias en Palestina... Si es cierto que resucitó ¿dónde está... te lo has planteado alguna vez?... ¿a la derecha del Padre?..., ¿acaso el Padre es como nosotros?... menuda mentira perfectamente orquestada para alejarnos al Maestro de nuestro entorno humano y situarlo en la distancia inalcanzable de la “Divinidad”. Se retiró del mundo...- sí es cierto-, ¿pero acaso, esa “derecha espiritual” no podría estar situada en un lugar santificado y de retiro y meditación en cierto lugar de los Himalayas, Altai, los Andes...?, ¿ y por qué no ahí?. Es sorprendente lo que las interpretaciones de unos pocos que se consideran a sí mismos como la “elite teológica” de la humanidad han podido hacer para desvirtuar la verdad en los últimos milenios, en el conjunto social, para disfrazar los hechos reales...., como te dije, esto no significará el fin del mundo, como fanáticos creyentes o no creyentes han intentado boicotear utilizando solapadamente el miedo a lo desconocido. Sino por el contrario, es un mensaje de esperanza y colaboración para una Nueva y Mejor Humanidad que regenerará todos los estamentos de la vida pública, social, económica, religiosa, educativa, científica, artística... y nos conducirá a una Gran Civilización... ese era su gran sueño, lo que El denominaba: La Nueva Jerusalén....¿es que no sabemos leer entre líneas?... Estos Grandes Hombres y Mujeres y Su Maestro, El Cristo, colaborarán personalmente con los dirigentes de todas las actividades antes mencionadas, no para desplazarlos, ya que no es ese el fin por el cual se manifestarán públicamente -que no teman dichos dirigentes, ante un Ser o Seres de tal magnitud espiritual que dejaron muy atrás cualquier tipo de ambición o protagonismo personal-. Su legado espiritual más importante, es que a la vez que intentarán apoyar el desarrollo de una nueva sociedad más justa, bella y equitativa, es recordarnos que también somos almas, y que la muerte, -como tal, no existe-, sino el cambio o transmigración de “ese principio vital denominado vida” de un cuerpo gastado y envejecido a otro joven. Y que posterior al tránsito conocido como: la muerte física y después de un tiempo de merecido descanso en el mundo subjetivo que podríamos denominar, por no tener otras palabras, como: “espiritual”, por no saber como definirlo mejor, en ese “lugar” de “sueño sin ensueños” regresaremos a la existencia física de nuevo. Ya que en verdad somos seres luminosos o espirituales revestidos con cuerpos terrestres, y todos pasaremos en sucesivas vidas, por experiencias en otros cuerpos cada vez más perfeccionados, hasta conseguir la perfección final que Ellos y Ellas, expresaron por completo...Cuando un cuerpo agota todos sus recursos, sus elementos regresan a la tierra, esa es la ley de la naturaleza o materia, -como quieras llamarla-, pero no es la ley del espíritu, que como te estoy explicando, en realidad somos nosotros.
Siris no ya no le oía, sino que le escuchaba con algo más que sus oídos, y sus ojos iban más allá del cuerpo y se enfocaban imaginativamente en otro lugar ajeno a ese espacio-tiempo en el cual ambos estaban coloquialmente hablando. Y como para quitar importancia a lo escuchado, señaló con aliviada distensión:
-¿Ah..., es eso?... Yo también creo que soy un alma traída de otro lugar de este planeta. En ocasiones soñé que vivía una vida diferente en unos valles hermosos. Ese sueño se ha repetido reiteradamente en mi existencia. En mis propios estudios pude leer la vida de Buda, en un trabajo que se nos pidió sobre religiones comparadas y sus expresiones artísticas. Pienso como tu, que Cristo nunca se marchó de aquí, aunque aparentemente así lo hiciera. Mi padre, pese a ser un simple agricultor, era muy instruido, era autodidacta. Siempre llevaba algún buen libro en su tractor, el cual leía en sus breves momentos de descanso entre tareas. Desde niña siempre me dijo que me imaginase el mundo como un espacio compartido interdimensional, y que para comprender ese concepto, imaginase lo de las dimensiones como algo así como una gran mansión señorial, con muchísimas cámaras y distintos pisos. Nosotros, los humanos estaríamos en la planta baja, y El (El Maestro) y Sus Hermanos Mayores (o bien alejados en una habitación de una galería lejana de la planta baja), lo que podría ser una pequeña aldea desconocida en Los Himalayas, o bien en una planta más elevada; un iluminado y espacioso piso superior, separado del ruidoso ajetreo nuestro de aquí abajo, pero que en dicha mansión existía una disimulada, y también iluminada escalera, que Ellos podían utilizar cuando lo deseaban, pudiendo estar en cualquiera de los dos lugares expresados.
La joven Siris se calló un instante, recapacitó sobre la anterior propuesta laboral de Darío y respondió:
- Respecto a tu oferta.... ¡puedes contar conmigo! - y con una renovada energía e ilusión preguntó a continuación: ¿cuándo empezamos?
- Mañana mismo comenzarás si así lo deseas.
Los acontecimientos que siguieron a la incorporación de la joven, no ya referidos solamente al mundo laboral sino al estrecho trato con su nuevo jefe y gran amigo, sucedieron...
Siris llamó a su madre y hermanos contando todo lo ocurrido y la suerte que había tenido encontrando a esta persona honesta en su camino. Días después les envió un dinero que generosamente le anticipó Darío por su trabajo todavía a tiempo parcial. Poco después se trasladó a vivir a la buhardilla que estaba sobre la planta baja del taller artístico. El respeto, trato cortés, cordialidad y profesionalidad de su nuevo jefe en todo tiempo fue excepcional e intachable. Jamás hizo éste, insinuación alguna ni pidió nada a cambio. Ella, la mujer, por si misma, se dio cuenta un día, poco más de un año de su reincorporación en la empresa, de que amaba a este hombre. Consultó con su familia y al tiempo su madre pudo ser trasladada a la ciudad, para conocer al joven, por haberse recuperado sustancialmente, encantándole la presencia de Darío y su humanidad.
Lo que sucedió meses más tarde fue la creación de una nueva familia basada en el respeto y admiración mutua entre la nueva pareja. En la paridad de objetivos internos y externos, con muchísimo amor y cariño abiertamente expresados, La empresa como tal prosperó. Cierto es que hubieron como en todo lo nuevo, momentos de dificultad, pero fueron esporádicos y de poca intensidad y por poco tiempo, ya que nunca faltó trabajo en la cartera de pedidos de este artista más que artesano. Darío se vio en la necesidad de ampliar la plantilla cogiendo a dos nuevos operarios, realizando todo el equipo humano, hermosísimas vidrieras, auténticas obras de arte para catedrales, iglesias y edificios públicos, religiosos y privados.
La familia se unificó definitivamente y legalmente, y la madre y los tres hermanos de Siris se quedaron todo el tiempo con ella y con Darío, el cual pidió la mano de la joven formándose un matrimonio de gran amor, cuyo fruto posterior fueron tres hijos...
Hoy la familia, años después de todos aquellos acontecimientos brevemente expresados, vive en uno de los pueblos periféricos de la gran urbe: Madrid, en un lugar maravilloso, una casa preciosa y amplia, rodeada de la hermosa naturaleza, con la espalda siempre blanca del Guadarrama a lo lejos y este matrimonio se cree bendecido continuamente por esos “Seres Elevados” y que siempre dicen, están cerca de sus corazones...

PALABRAS DE UN MAESTRO DE SABIDURIA, A UNA ESTUDIANTE DE SU ASHRAMA


Sobre el separatismo:

Es conveniente recordar que el problema que estamos considerando podría ser atribuido a la gran debilidad humana, es decir, aquello que nosotros denominamos: “la gran herejía del separatismo”.
Con seguridad no existe falta más grande que ésta, la cual es responsable de todos los males humanos. Fomenta la lucha entre hermanos; considera únicamente de suprema importancia el interés personal y egoísta; lleva inevitablemente al crimen y a la crueldad; constituye el obstáculo más grande para la felicidad del mundo, porque pone un grupo contra otro, un hombre contra otro hombre, una clase contra otra, una nación contra otra nación. Engendra un sentido destructivo de superioridad y conduce a la perniciosa doctrina de naciones y razas superiores e inferiores; produce el egoísmo económico, da origen a la explotación económica de los seres humanos, a las barreras económicas, a la condición de ricos y pobres, a la posesión territorial y a los extremos de pobreza y riqueza; da excesiva importancia a las adquisiciones materiales, a las fronteras y a la peligrosa doctrina de la soberanía nacional y sus diversas implicaciones egoístas; fomenta desconfianza entre los pueblos y odio en todo el mundo y ha conducido desde el origen del mundo, a crueles y terribles guerras. Actualmente, (1935) – estas palabras se recopilaron en esa época-, ha llevado a todos los habitantes del planeta a la presente y espantosa situación, a tal punto, que los hombres de todas partes empiezan a darse cuenta que, si no hay un cambio fundamental, la humanidad podrá ser destruida. Pero, ¿quién producirá el cambio necesario y dónde se halla el dirigente que lo pueda lograr?. La humanidad debe afrontar este estado de cosas...

CURACIÓN ESOTÉRICA



Curación Esotérica

Por el Maestro Tibetano DJWHAL KHUL

(ALICE A. BAILEY)

INTRODUCCIÓN

El tema de la curación es tan antiguo como las mismas edades y ha sido siempre materia de investigación y de experimentación. Pero el correcto empleo de las fuerzas de curación y de la facultad de curar está en su infancia. Solo en esta era y generación, es posible, por fin, impartir las leyes de la curación magnética e indicar las causas de la enfermedad –originadas en los tres cuerpos internos- que hoy devastan la estructura humana, causan un sinfín de sufrimiento y dolor, y hacen que el hombre atraviese el portal que conduce al mundo de la existencia incorpórea. Recién ahora el hombre ha llegado a un grado de evolución de su conciencia en que puede comenzar a comprender el poder de los mundos subjetivos y la nueva y vasta ciencia de la psicología es su respuesta a este creciente interés. Los procesos de adaptación, eliminación y curación constituyen la preocupación de las personas que piensan y sufren. Tenemos mucho que hacer, por lo tanto les pido que tengan paciencia.

Cuando entramos en el reino de la curación, penetramos en un mundo de gran conocimiento esotérico y de infinidad de conclusiones, y enfrentamos las formulaciones de innumerables mentes, que en el transcurso de las épocas han tratado de curar y ayudar. El por qué y el motivo de las enfermedades ha sido tema de un sinfín de investigaciones y especulaciones y se han efectuado incontables deducciones categóricas respecto a la cura de tales dolencias. También se han formulado innumerables métodos, técnicas, fórmulas, prescripciones, variedad de manipulaciones y teorías. Todo esto sirve para colmar la mente de ideas –unas correctas, otras erróneas- lo cual dificulta la entrada de nuevas ideas y la asimilación, por parte de los estudiosos, de lo hasta ahora desconocido.

Los aspirantes pierden valiosos conocimientos si rehúsan abandonar lo que la mente inferior estima. Cuando han logrado abrir su mente y estén dispuestos aceptar las nuevas teorías e hipótesis, descubrirán que las antiguas y estimadas verdades, realmente no se pierden, sino que son relegadas a su debido lugar en un esquema mayor.

Los iniciados de la Sabiduría Eterna son necesariamente sanadores, aunque quizás no todos curen el cuerpo físico. La razón de ello es que todas las almas que han logrado cierta medida de ver­dadera liberación son transmisoras de energía espiritual. Esto, auto­máticamente, afecta algún aspecto del mecanismo utilizado por las almas con quienes entran en contacto. Cuando empleo la palabra mecanismo en estas instrucciones, me refiero a los diferentes as­pectos del instrumento, el cuerpo o naturaleza forma, a través del cual las almas procuran manifestarse, por lo tanto me refiero a:

1. El cuerpo físico denso, suma total de todos los organismos que lo componen; éstos realizan las distintas funciones que permiten al alma expresarse en el plano físico u objetivo, como parte de un organismo mayor, más grande e incluyente. El cuerpo físico es el mecanismo de respuesta del hombre interno espiritual, y sirve para poner esta entidad espiritual en armonía con el mecanismo de respuesta del Logos planetario, esa Vida en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

2. El cuerpo etérico, tiene un fundamental objetivo, que consiste en vitalizar y energetizar al cuerpo físico y así integrarlo al cuerpo de energía de la Tierra y del sistema solar. Es una red de corrientes de energía, de líneas de fuerza y de luz. Consti­tuyó parte de la vasta red de energías que subyace en todas las formas, grandes o pequeñas -micro o macrocósmicas. A través de estas líneas de energía fluyen las fuerzas cósmicas, así como la sangre corre a través de las venas y arterias. Esta constante circulación individual (humana, planetaria y solar) de fuerza de vida a través del cuerpo etérico de todas las formas, es la base de toda vida manifestada y la expresión de la esencial no separatividad de cada vida.

3. El cuerpo astral o de deseos (a veces denominado cuerpo emo­cional) es el efecto producido por la interacción del deseo y de la respuesta sensible sobre el yo que se halla en el centro, y el efecto resultante (en dicho cuerpo) se experimenta como emoción, dolor, placer y todos los pares de opuestos. En ambos cuerpos, el cuerpo etérico y el astral, reside el noventa por cien­to de las causas de las enfermedades y dolencias físicas.

4. El cuerpo mental, o esa cantidad de sustancia mental o chitta, que la unidad humana individual puede utilizar e impresionar, constituye el cuarto mecanismo de la serie, a disposición del alma. Recordemos también que los cuatro cuerpos constituyen un solo mecanismo. El cinco por ciento de las enfermedades modernas se originan en este cuerpo u estado de conciencia; quiero aclarar aquí que lo que reiteran constantemente ciertas escuelas de curadores, de que la mente es la causa de todas las enfermedades, aún no es un hecho comprobado. Dentro de un millón de años, cuando la atención humana cambie su enfoque de la naturaleza emocional a la mental, y cuando el hombre sea tan esencialmente mental como hoy es esencialmente emocio­nal, entonces las causas de las enfermedades deberán buscarse en el reino de la mente. Hoy pueden atribuirse, excepto en po­cos y raros casos, a la falta de vitalidad o al excesivo estímulo, y a las esferas del sentimiento, de los deseos (frustrados o excesi­vamente satisfechos) y también al carácter, a la supresión o expresión de anhelos profundamente arraigados, a la irritabili­dad, placeres secretos y muchos impulsos ocultos, que emanan de la vida de deseo del sujeto.

Este anhelo de ser y poseer, ha construido y está construyendo el mecanismo físico externo de respuesta, y hoy está forzando a ese mecanismo, que fue construido expresamente para fines físi­cos, a servir propósitos más subjetivos. Esto produce dificultades, y sólo cuando el hombre comprenda que dentro de la envoltura física externa existen otros cuerpos que responden a propósitos más sutiles, entonces veremos el gradual reajuste y la salud del cuerpo físico. De estas sutiles envolturas nos ocuparemos más ade­lante.

Naturalmente se preguntarán aquí: Qué plan general seguiré a medida que los instruyo sobre las leyes de curación, esas leyes que guían a los iniciados y gradualmente reemplazarán a los mé­todos físicos del actual arte de curar. Lógicamente querrán conocer la técnica especial que -como curadores- deben aprender a apli­car tanto ustedes corno los que tratan de curar. Delinearé brevemente la enseñanza que impartiré; señalaré dónde deben poner el énfasis, cuando comiencen a estudiar este tópico.

Primero, me ocuparé de las causas de las enfermedades, porque el estudiante esotérico siempre ha de comenzar en el mundo de los orígenes y no en el mundo de los efectos.

Segundo, elaboraré los siete métodos de curación que rigen el “trabajo de restitución” (denominado así en la terminología eso­térica) tal como lo practican los iniciados del mundo. Estos méto­dos determinan las técnicas que deben ser empleadas. Se observará que tales métodos y técnicas están condicionados por los rayos, (sobre los cuales ya he escrito) * y por lo tanto el curador debe considerar no sólo el rayo a que pertenece, sino también el rayo del paciente. Existen en consecuencia siete técnicas de rayo y éstas requieren una elucidación antes de poder aplicarlas inteli­gentemente.

Tercero, pondré el énfasis sobre la curación psicológica y la ne­cesidad de tratar al paciente de acuerdo a su vida interna, porque la ley básica que fundamenta toda curación ocultista puede decirse que es la siguiente:


LEY I

Toda enfermedad es el resultado de la inhibición de la vida del alma. Esto es verdad para todas las formas de todos los reinos. El arte del curador consiste en liberar al alma, a fin de que su vida pueda fluir a través del conglomerado de organismos que constituyen una forma determinada.

Es interesante observar que el intento de los científicos de libe­rar la energía del átomo es en general de la misma naturaleza que el trabajo del esotérico cuando se esfuerza por liberar la energía del alma. En tal liberación se halla oculta la naturaleza del verda­dero arte de curar. Aquí hay una insinuación esotérica.

Cuarto, consideraremos el cuerpo físico, sus enfermedades y sus males, pero sólo después de haber estudiado esa parte del hombre que se halla detrás del cuerpo físico denso y lo rodea. De esta ma­nera trabajaremos desde el mundo de las causas internas al mundo de los acontecimientos externos. Veremos que todo lo que concier­ne a la salud del hombre tiene su origen en:

1. La suma total de fuerzas, sentimientos, deseos y procesos men­tales ocasionales que caracterizan los tres cuerpos sutiles y de­terminan la vida y experiencia del cuerpo físico.

2. El efecto que produce sobre el cuerpo físico la condición en que se halla la humanidad corno un todo. Un ser humano es una parte integral de la humanidad; un organismo dentro de un organismo mayor. Las condiciones existentes en el todo serán reflejadas en la unidad-yo; y muchos de los males que el hombre sufre hoy, son efectos de las condiciones existentes en el cuarto reino de la naturaleza, no siendo el hombre responsable de ellas.

3. El efecto sobre su cuerpo físico, producido por la vida planeta­ria, expresión de la vida del Logos planetario, una Entidad en evolución. Las implicaciones de esto están más allá de nuestra comprensión, pero los efectos son discernibles.

No tengo mayor interés en entrenar individuos para que lleguen a ser curadores más eficientes. Mi objetivo es que realicen las cu­raciones en forma grupal, pues me interesa el trabajo realizado en esa forma. Ningún grupo puede trabajar como una unidad, a no ser que se amen y sirvan mutuamente. La energía curadora de la Jerarquía espiritual no puede fluir a través del grupo si hay desarmonía y crítica. El primer trabajo, en consecuencia, de cualquier grupo de curadores, es establecer entre ellos una corriente de amor y trabajar mediante la unidad y comprensión grupales.

Quisiera puntualizar aquí la necesidad de tener paciencia a me­dida que se va integrando el grupo curador y las auras de sus miembros se fusionan. Llevará tiempo para que las personas apren­dan a trabajar juntas con perfecta comprensión e impersonalidad, y a la vez lograr, durante su trabajo, una centralización que produzca el necesario ritmo grupal, un ritmo de tal unidad e intensidad que el trabajo pueda sincronizarse internamente. A medida que los aspirantes y estudiantes trabajen en estas líneas, deben entrenarse a pensar como grupo y dar al grupo, sin mezquindad ni reticen­cias, lo mejor que hay en ellos y también el fruto de sus medita­ciones sobre tales cuestiones.

Podría agregar también que estas instrucciones deben ser en lo posible muy concisas. Me esforzaré para poner en breves palabras muchas verdades e informaciones, a fin de que cada frase trasmita alguna idea real y arroje verdadera luz sobre los problemas que enfrenta el grupo de curación. Lo que diré se dividirá en dos par­tes: Primero, me ocuparé del trabajo general de curación y ense­ñanza, y esto implica que he de impartir leyes, técnicas y métodos. Segundo, me ocuparé del curador, y cómo puede perfeccionarse en el arte de curar.

¿No es verdad que el primer requisito para todo curador es establecer una simpática armonía con el paciente, a fin de que el curador tenga una visión interna de la dificultad y gane su con­fianza?

Magnetismo e Irradiación son dos palabras que encierran los requisitos para todos los verdaderos curadores y deben esforzarse para adquirirlos. Un curador debe ser magnético sobre todas las cosas y atraer hacia sí:

a. El poder de su propia alma; esto involucra alineamiento por medio de la meditación individual.

b. A aquellos que él puede ayudar; esto involucra actitud des­centralizada.

c. Esas energías que, cuando surge la necesidad, estimularán al paciente para que inicie la actividad deseada. Esto invo­lucra conocimiento ocultista y una mente entrenada.

El curador ha de saber también en qué forma debe irradiar, porque la irradiación del alma estimulará la actividad del alma del que debe ser curado, iniciándose el proceso de curación; la irradiación de su mente iluminará la otra mente y polarizará la volun­tad del paciente; la irradiación de su cuerpo astral o emocional controlada y desinteresada, impondrá un ritmo a la agitación del cuerpo astral del paciente, que le permitirá a éste actuar correc­tamente; mientras que la irradiación del cuerpo vital, actuando a través del centro esplénico, ayudará a organizar el cuerpo-fuerza del paciente, facilitando así la tarea de curación. Por lo tanto el curador tiene el deber de ser eficaz y, de acuerdo con lo que él es, así será el efecto que producirá sobre el paciente. Cuando un cura­dor trabaja magnéticamente e irradia la fuerza de su alma sobre el paciente, éste podrá lograr más fácilmente el fin deseado lo cual puede ser la total curación o bien el establecimiento de un estado mental que le permitirá seguir viviendo con su dolencia, sin verse obstaculizado por las limitaciones kármicas del cuerpo, o quizás pueda liberarse debidamente (con alegría y facilidad) del cuerpo y obtener la completa salud a través del portal de la muerte.

LOS MISTERIOS DE SHAMBALLA PRÓLOGO


LOS MISTERIOS DE SHAMBALLA


Con profunda e infinita reverencia
A los insignes Adeptos de SHAMBALLA
En el AULA DE LA CÓSMICA COMPRENSIÓN


VICENTE BELTRÁN ANGLADA



PRÓLOGO


Generalmente, cuando se habla de SHAMBALLA suele referirse a un lugar extraño, secreto, misterioso e inaccesible. Y esto es verdad, aun cuando a juicio de algunos investigadores se le considere un “lugar físico”, pero al decir de los entendidos o de aquellos que realmente investigan los grandes secretos arcaicos de la Naturaleza, SHAMBALLA se halla oculto en las misteriosas e impenetrables regiones ETÉRICAS del planeta y solamente tienen acceso allí los Grandes Iniciados.
Sin embargo, en las interioridades de los ASHRAMAS de la Jerarquía se habla además de SHAMBALLA como de “un estado de conciencia del LOGOS PLANETARIO” del cual todos participamos en cierta medida. Así, el acceso a los suaves aunque tremendamente dinámicos Retiros de SHAMBALLA, ya se le considere un lugar físico por los profanos, un recinto ETÉRICO por los entendidos o un estado de conciencia del LOGOS PLANETARIO por los discípulos espirituales, vendrá condicionado siempre por las pruebas, dificultades y crisis inherentes a la Iniciación que deberán ser enfrentadas y vencidas antes de poder penetrar en sus maravillosos santuarios internos.
Esta es la primera gran verdad a ser enunciada al emprender nuestro estudio sobre SHAMBALLA.
Cuando hace ya algunos años, una vez que hube cumplido parte de la tarea ASHRÁMICA que me había sido confiada – escribir sobre las actividades DÉVICAS o angélicas en la vida de Naturaleza-, me sugirió el Maestro la idea de escribir sobre SHAMBALLA le respondí que tal posibilidad me parecía muy remota, dada la escasa información que tenía en aquellos momentos acerca de este incluyente y misterioso Centro Planetario. El Maestro sonrió, recordándome que lo mismo le había argumentado unos años atrás cuando EL me había sugerido escribir sobre los DEVAS. “ ... Todo está contenido dentro de SHAMBALLA: reinos, razas, hombres y la totalidad de los seres vivientes- me dijo- sólo deberás esforzarte en hacer conciencia de esta verdad mientras estés meditando o escribiendo. Lo demás, como es de Ley, vendrá por añadidura. Recuerda que te estás preparando para escribir sobre SHAMBALLA desde hace mucho tiempo”. Y al decir esto, hizo surgir ante mi visión astral ciertos acontecimientos vitales de mi presente existencia KÁRMICA, a los que nunca había asignado gran importancia pero que según me iba señalando el MAESTRO, había constituido la clave de todas las actividades futuras que fueron realizándose en mi vida en el transcurso de los años.
La aparición de mis anteriores libros esotéricos, el desarrollo de la intuición y el estado permanente de atención que había logrado establecer en mi conciencia eran – a juicio del Maestro- las garantías del éxito espiritual obtenido. “Así pues, -terminó el Maestro-, no te preocupes demasiado por este nuevo trabajo sugerido, pero ten cuidadosamente en cuenta que la clave mística que hay que pulsar para poder penetrar en SHAMBALLA y los necesarios MANTRAMS de protección para poder librarte del poder de los ASURAS que guardan las entradas de las Sagradas Puertas, han de ser conquistados a fuerza de “serena expectación”. La serena expectación desarrolla el centro coronario y desarrolla a extremos increíbles la voluntad espiritual del hombre, a tal punto; que cualquier MANTRAM facilitado tiene la virtud de hacer girar los goznes de algunas de las Puertas que llevan al sagrado Recinto donde habita el SEÑOR DEL MUNDO.
Los lectores de mis libros anteriores habrán advertido quizás cuán frecuentemente utilizo en el desarrollo de mis ideas el término “serena expectación”, singularmente en INTRODUCCIÓN AL AGNI YOGA, un libro donde trata de reflejarse el estado de conciencia exigido para poder penetrar conscientemente en los misteriosos Recintos de SHAMBALLA. La serena expectación contiene la clave mística del proceso INICIÁTICO y con ella, el mágico poder MANTRÁMICO o el “ABRETE SÉSAMO”, que exige la apertura de alguna de las Sagradas Puertas.
Los detalles históricos a los que el Maestro había hecho referencia –o los acontecimientos vitales de mi existencia KÁRMICA, tenían mucho que ver –tal como pude comprobar oportunamente- con el gradual desarrollo dentro de mi conciencia, de este estado místico de serena expectación al que fui introducido en virtud de ciertas líneas de luminosa actividad procedentes de mi ASHRAMA. Y que de acuerdo con el plan de conjunto que este ASHRAMA, a través de otros muchos y bien cualificados discípulos dentro del mismo, tenía la misión de realizar en el mundo. Vi claras estas incidencias históricas reflejadas en la Luz Astral de los acontecimientos KÁRMICOS de mi vida, gracias a la intercesión del Maestro y una observación retrospectiva de tales acontecimientos, me demostró una vez más la indescriptible profundidad de visión del Maestro para Quien no guardan secretos ni el tiempo ni la ley de los tres mundos.
La decisión de escribir sobre SHAMBALLA, sugerida por el Maestro, tomó casi inmediatamente forma en mi conciencia y desde hace unos años, tanto en mis libros, artículos o conferencias, siento una especial predilección por los temas que, directa o indirectamente, estén relacionados con este maravilloso e indescriptible Centro Espiritual.
La presión de los tiempos es enorme y es realmente terrible la tensión promovida por SHAMBALLA sobre todas las áreas de actividad internacional, especialmente en el campo de la política, de la economía, de la ciencia y de la educación. Existe, de parte del Señor de SHAMBALLA, el glorioso SANAT KUMARA, un intento supremo de acelerar el curso de los acontecimientos planetarios, singularmente los relacionados directamente con el centro de la humanidad. En tal intento credos se hallan involucradas múltiples razones de carácter cósmico que naturalmente no podremos ofrecer aquí porque forman parte del incomprensible destino del LOGOS PLANETARIO del esquema terrestre. Sin embargo, ciertas furtivas y secretas enseñanzas ASHRÁMICAS acerca del significado de los tremendos acontecimientos actuales, tienen que ver con la indescriptible crisis que está enfrentando SANAT KUMARA la cual, según se nos dice esotéricamente , constituye el obligado preludio que tendrá que atravesar para recibir la Cuarta Iniciación Cósmica en un muy próximo futuro. Esta Iniciación, que hará consciente al SEÑOR DEL MUNDO del plano búdico, cósmico, afectará muy profundamente a la humanidad, el Cuarto Reino de la Naturaleza, en virtud de ciertas relaciones de orden numérico y de naturaleza mágica, que vinculan al ser humano con las actividades creadoras realizadas por los LOGOS regentes de Constelaciones, Sistemas Solares y Esquemas Planetarios. Veamos algunas de estas vinculaciones:

A. La Cuarta Iniciación Cósmica que ha de recibir nuestro LOGOS PLANETARIO a través de SANAT KUMARA.

B. El Cuarto Plano Cósmico, el Plano Búdico Cósmico


C. La Constelación de Libra, el Centro del Corazón del Sistema cósmico al que pertenece nuestro Sistema solar.

D. El Cuarto Rayo Cósmico de Armonía y Belleza.

E. Nuestro Sistema solar, un universo físico de Cuarto orden, en el sentido de que realiza su evolución en el interior de una cuarta Cadena, dentro de su incluyente sistema cósmico.

F. Nuestro Esquema terrestre, el cuarto dentro del sistema septenario de mundos que constituye nuestro Universo.

G. La Cuarta cadena dentro del esquema planetario, el cuarto planeta dentro de este esquema, nuestra Tierra y, la cuarta ronda que está recorriendo nuestro planeta en el interior místico e inexplicable de esta cuarta cadena.

H. La Cuarta Jerarquía Creadora de MÓNADAS humanas, el Semillero de donde surgió la humanidad.

I. El Cuarto Reino de la Naturaleza, la Humanidad en su conjunto.

J. El Cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto que rige al Cuarto Reino, siendo una distorsión del Cuarto Rayo Cósmico de Armonía y Belleza.

K. El Cuarto SUPLANO ETÉRICO del plano físico del Sistema solar, a través del cual son construidos los elementos químicos que se hallan en la base estructural de todo tipo de forma física.

L. El Cuarto centro ETÉRICO o CHACRA cardíaco del ser humano, centro de toda actividad orgánica y espiritual.

M. El Cuarto Yoga, transmitido a la humanidad consciente desde SHAMBALLA, denominado esotéricamente AGNI YOGA, el Yoga de Síntesis y, místicamente, LA DOCTRINA DEL CORAZÓN.

Observen ustedes, que siguiendo un escalonado proceso de analogía, hemos venido a descubrir algunas de las necesarias relaciones que permitirán introducirnos en algunos de los misterios de SHAMBALLA, singularmente en aquellos que vinculan KÁRMICAMENTE a la humanidad con la actual crisis INICIÁTICA del LOGOS PLANETARIO y provocan en el seno de la misma las terribles tensiones, problemas y dificultades que pueden ser observadas por doquier pero que desde el ángulo interno, son apreciadas como la gran oportunidad para una espléndida emergencia espiritual, tal como puede observarse ya en la vida de muchos discípulos y en gran cantidad de personas inteligentes y de buena voluntad en el mundo.
Terminaré este prólogo de LOS MISTERIOS DE SHAMBALLA advirtiendo a los lectores que una gran parte del contenido de este libro deberá ser captado intuitivamente, dada la trascendencia del mensaje que el mismo trata de revelar. Como siempre, la norma segura de la comprensión superior y del desarrollo de la intuición es la utilización del principio de analogía, tal como enunció hace muchos siglos el gran HERMES TRIMEGISTUS.
Espero de todo corazón que las ideas contenidas en LOS MISTERIOS DE SHAMBALLA, puedan ser de utilidad para todos aquello sinceros aspirantes espirituales del mundo, realmente interesados en descubrir el eterno secreto de sus vidas humanas y su infinita y trascendente vinculación con el Cosmos. Tal es mi mayor anhelo y mi más sincera plegaria.




VICENTE BELTRÁN ANGLADA
Bajo el signo de Géminis de 1984. Barcelona. España
(Pintura de Nicolas Roerich 1874-1947)