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domingo, 22 de agosto de 2010

LOS PROMETEOS DE LA NUEVA ERA




-Sostenibilidad, interrelación y hermandad-

Lo que se define como una Era es un período de tiempo de unos 2160 años aproximadamente en el cual nuestro sistema solar y nuestro planeta son influenciados por determinadas “energías cósmicas” debidas al movimiento de precesión planetario con el trasfondo estelar de las Constelaciones del Zodíaco.

Los límites en tiempo preciso que separan una Era Astrológica de otra no son de total exactitud y existe cierta ambigüedad en determinar cuándo empieza un signo y cuándo termina el anterior. Pero si comparáramos esas “características cósmicas” con los patrones psicológicos humanos veríamos las diferencias más concurrentes o sustanciales entre un tipo u otro psicológico humano. Así al igual ocurre en más amplia escala con los patrones universales de eso que conocemos como Constelaciones del Zodíaco y de los cual existe muchos estudios al respecto.

Prometeo
En cuanto a esos hipotéticos mensajeros de los dioses del principio: Ícaro y Prometeo, pudiéramos dejar penetrar la luz que portan, sus características divinas que enmarcarán los parámetros de actuación de la Nueva Era: sostenibilidad, interrelación y hermandad.

Pudiéramos atrevernos a pensar que estas palabras no significan nada para nosotros o que quedan en la más pura abstracción lingüística, ensoñación filosófica o utopía sin fundamento. Pero si retrotayéramos en el tiempo nuestro pensamiento pocas centurias atrás recordaríamos que el mundo prerrevolucionario tampoco entendió el poder implícito que portaban tres humildes palabras: libertad, igualdad, fraternidad… Mirando hoy hacia atrás con sosiego comprenderíamos que fueron el motor que impulsó a la élite filosófica y literaria de la época y que marcó el punto y final del absolutismo monárquico y el nacimiento del individuo, ese nuevo ser humano con plena manifestación de sus potencialidades intelectuales, cognitivas y emocionales. Algo tan simple marcó una época. Nació un mundo más moderno.



Hasta ahora, especialmente en la Era de Piscis pasada, casi todo ha estado influenciado por un poderoso individualismo y singulares “toques” de fundamentalismo devocional e ideológico tanto en el hombre y sus actividades como en los países, así como en la multiplicidad de muchos campos de expresión. Se han tejido y completado muchos cuadros menores en estos dos milenios pasados, pero contemplados desde una perspectiva más elevada han quedado muchos vacíos, partes inconexas, separación y confusión, a la vez que cierta anarquía de movimientos que se hicieron en todos los órdenes: sociales, económicos, políticos, religiosos, educativos…

A la vez que lo anterior pudiera ser contemplado cual si fuera un inconmensurable Puzzle donde las piezas menores que lo componen hubieran sido anárquicamente desordenadas y mezcladas intencionadamente con el fin de confundir al observador, hoy se pretende que ese rompecabezas desordenado y confuso que nos ha tocado por herencia: El Planeta Tierra sea reordenado, colocadas todas las piezas o cuadros menores en su correcto lugar y que merced a los nuevos campos de contacto cercano, de esa nueva visión que ahora está naciendo, que no es sino la interrelación entre las partes, junto con la afinidad o empatía del lugar preciso: hermandad, y dentro de unos criterios de actuación mensurados y sabios: sostenibilidad, el cuadro mayor ofrezca todo el potencial y el color que ocultaba en el aparente desorden anterior.



Grandes mentes ya están comprendiendo que más allá de unos límites las cosas no pueden circular por estos derroteros críticos (defínaseles como se les defina). La bitácora de navegación de la Nao da vueltas alocadamente y no está claro el rumbo a seguir por cuanto el egoísmo dificulta el plasmar el asentamiento o cristalización de lo nuevo en la Tierra, sea de hombre a hombre, como de país a país. Todavía no se quiere aceptar que todo está íntimamente interrelacionado, que la vía de agua de esta Nao que pudiéramos bautizar simbólicamente como la Santísima Trinidad –por evocar tiempos más románticos-, está llenándose de agua acercándose peligrosamente a la divisoria línea de flotación que es el punto de inflexión y de no retorno antes de que se hunda por completo. No podemos ni debemos explotar unos recursos en ciertos lugares porque repercutirá al conjunto y por uno u otro lado penetrarán las aguas del infortunio, del odio y lo humana y ecológicamente sostenible.


Deberíamos considerar al planeta con la visión de esos campesinos consagrados, cuyas tierras están siempre sanas, son año tras año bien cultivadas y aportan nutritivo alimento para ellos mismos como para las sociedades en las cuales les tocó vivir y cuyas explotaciones responden a ese criterio llamado: sostenibilidad. Allí todo está interrelacionado, las actuaciones son correctas en tiempo y modo y, son racionalmente justas y equilibradas. No responden a criterios especulativos y son desde el punto de vista muy humanas pues tienen la capacidad de alimentar a los hombres y a los animales que allí existen. Todo está equilibrado y es sinfónica y plásticamente correcto y armonioso.



Este cuadro menor que acabamos de mostrar deberá extrapolarse a lo mayor, a lo planetario, a las actuaciones empresariales y a la gestión de los recursos de todo tipo en las relaciones internacionales entre países. Nada deberá ser impulsivo y alocado como hasta ahora y que defienda una clase definida en detrimento de culturas indígenas, de recursos forestales selváticos, de minerías destructivas o explotaciones energéticas o industriales que envenenen los mares, los cursos fluviales o el aire de nuestras ciudades…, de todo esto hay muchos ejemplos que ya nadie puede ocultar y que todos podemos ver en los noticieros.



La Nueva Era de Acuario deberá responder al criterio de sensatez de todos para con todos, lo cual implica el nacimiento de esa ambigua expresión llamada: fraternidad o hermandad. Cada uno y cada país tratará de llevar a la práctica en lo que le concierne estos nuevos prometeos que ahora se vislumbran en el luminoso horizonte, esa nueva visión tan esperada: interrelación, sostenibilidad y hermandad.

Si así lo hacemos la abundancia planetaria llegará en forma de bendiciones cual “maná divino” a los hijos de los nietos de nuestros nietos…. Vale la pena creer en ello y soñar en que se cumplirá…





J.V.S. Shana S.

miércoles, 18 de agosto de 2010

HACIA NUEVOS PARADIGMAS

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Cada año principalmente en la época veraniega, en múltiples parajes de todo el mundo se reúnen incluso muchos cientos de piragüistas y practicantes de rafting para divertirse o competir deportivamente en la bajada de muchos ríos en todos los continentes del mundo.

En el descenso del río, con sus tramos de aguas tranquilas, como en el de aguas vivas, arremolinadas, de rápidos, rompientes y cascadas, etc., como suele ocurrir en el río de la vida, también existen similares o iguales etapas de variadas dificultades; sin embargo no todo puede sortearse por la fuerza física e inteligente predisposición a la aventura del río, sino quizás lo que es más importante: la sabia colaboración de otras manos, de otros palistas, que deberán bogar o ciar juiciosa y sincrónica o asincrónicamente dentro de un ritmo establecido con el otro navegante fluvial para sacar más de una vez a estos intrépidos de peligrosas zozobras, atolladeros singulares en los rápidos y salvarse de las mordientes rocas del oculto lecho fluvial.


El río de la humanidad planetaria de este 3er milenio, como un todo, se debate en auténticos retos de supervivencia…, desastres por doquier que pese a quedar allende nuestras fronteras a miles de kilómetros de distancia, salpican cada vez más al conjunto humano. La evolución es imparable, este hecho no obedece a un capricho y estrecho pensamiento personal sino que nace de la propia dinámica planetaria al saber que cada segundo nuestro planeta es “bañado” por nuevas y distintas energías cósmicas; los cielos de esta pequeña isla de vida cósmica nunca están en el mismo lugar que segundos antes, pues en su sempiterno fluir y navegar en la órbita solar sabemos viajan alrededor de 29,2 kilómetros por segundo, y esto lleva haciéndolo durante miles de millones de años. El espacio/tiempo es diferente e indica que nada debe frenarse ni detenerse, ni siquiera el pensamiento.



Cada instante “nuevos cielos” introducen sinfónicas notas energéticas de distinta procedencia, -aquello que algunos filósofos denominaron: la música de las esferas-, llámesele a esto: rayos cósmicos, gamma, rayos X, emisión en el infrarrojo, efecto de expansión cósmica, partículas subatómicas, viento solar, etc. Por todo ello implica lo absurdo del inmovilismo doctrinario de cualquier tipo (se sitúe donde se sitúe), en las distintas esferas de proyección humana: social, política, económica, religiosa, filosófica, científica,... La VIDA (en mayúsculas) nos habla de nuevos conceptos, nuevos paradigmas, nuevas palabras y/o energías como: interrelación frente a boicot, aperturismo y colaboración frente a dogmatismo, sabiduría frente a ideología caduca, cooperación frente a partidismo, sostenibilidad frente a destrucción de ecosistemas naturales y humanos y así un largo etcétera… Nada es igual “in eternis” y “per se”, los fundamentos ideológicos que antaño fueron útiles a la humanidad al igual que los ropajes antiguos necesitan ser renovados y los roperos llenarse de vestidos nuevos, modernos, relucientes y con nuevos colores más adecuados a la época.



El desierto africano compete también la vida del europeo o americano medio. Los vientos extremadamente cálidos que asolan cíclicamente países y latitudes más septentrionales no conocen fronteras (afortunadamente –aun para nuestra desgracia) y llevan la desertificación allá donde se asientan. Dichas fronteras están impuestas por la equívoca gestión del hombre y no por las leyes naturales que rigen nuestro planeta, el ser humano está demasiado embebido en sus circunloquios evasivos de: autocomplacencia, poder, afirmación obsoleta del yo y otras “patologías o derivas psicológicas y/o mentales”…, en conclusión: todo puede ser justificado, -cualquier cosa-, incluso las más atroces, desde ciertas instancias que en el fondo no pretenden sino mantener el “status quo” –enmárqueselas donde se las enmarque. El proselitismo y adoctrinamiento existe en todas las esferas de relación humana de la índole que sea. Por ello la ciencia del corazón (la sabiduría) que conduce al amor y a la fraternidad planetaria tiene tantos enemigos que boicotean en contra de su libre implantación planetaria. La opulencia y suntuosidad “sacerdotal” no se constriñe solamente a la religión.



La nueva visión holística del nuevo milenio no podrá plasmarse hasta que ese reducto individual, sagrado, divino y eterno que gestiona, energetiza y da vida a todo ser vivo (humano o no humano) y presente en cada corazón, confraternice empáticamente de igual a igual con su semejante, con el corazón de enfrente con iguales o similares “amarguras, aspiraciones, deseos y sueños”.

Esa relevancia de la que acabamos de hablar es difícil de alcanzar porque por comodidad social preferimos ocultar “lo que sentimos y pensamos desde y en el corazón”, ¡hay tanto en juego!..., nuestro trabajo, profesión, lugar o escalafón donde las circunstancias nos han situado, “amigos” que decimos tener externamente… La tan controvertida palabra “compañero/a” se utiliza coloquialmente pero el hecho es que no es sino una coletilla social descafeinada y blanqueada por las apariencias y en fondo muy pocos se fían abiertamente de quienes denominan… “compañeros/as”… ---así nos va---.

Mientras tanto el planeta sigue dándonos lecciones cada vez más fuertes e intensas. Hoy los vientos hostiles aquí y mañana pertinentes sequías allá, o inundaciones extremas en el lejano oriente que se cobran miles de vidas. Calores “casi viscerales de nuestro Sol” en el hemisferio norte planetario versus fríos de vacío cósmico en el sur.



El planeta desea integrar a sus gentes, a todas sus criaturas…, ya no soporta por más milenios nuestra hipocresía cultural, ni estrechez de miras pensando sólo en el futuro inmediato; esos extremos cortantes de expresión como: abundancia-escasez, manipulación colectiva versus elevación individualidad consciente de su potencial, odio versus fraternidad, opulencia versus clases paupérrimas… ¡algo falla en todo esto!

Los remeros de aquella hipotética piragua, (nave personal) del inicio, ya saben lo que deben hacer. Nada sacamos con criticar la brizna de paja en el ojo ajeno si obviamos el camello que llevamos a la espalda. La VIDA es lo que es, nosotros no somos sino simples “caminantes y navegantes” de un tiempo que nos tocó vivir. De lo que hagamos con nuestra gestión del tiempo y conciencia dependerá nuestro desarrollo tanto humano como planetario y no de otras personas, de otras tierras u otras gentes, es el trabajo de uno mismo y para uno mismo.

Dejemos de colocar etiquetas, de crear dicotomías entre: los buenos y los malos (que ¡curiosamente! siempre son los otros: culturas, países, gentes). El Sol calienta por igual a todos y sale todos los días; de no darnos cuenta de esta sencilla realidad no se podrán desarrollar los nuevos paradigmas de la Nueva Era: fraternidad planetaria, interrelación, compartir justo de las riquezas de la tierra, sostenibilidad ecológica, desarrollo armónico, alimentación, comercio justo, sanidad y educación para todos…


miércoles, 4 de agosto de 2010

LA COLUMNA DE QUTUB MINAR

¿Estamos solos?... Tiene 7 metros de altura, 1,5 mts., de diámetro y pesa 6.000 kilos. Está construida en hierro, pero el paso de los siglos no ha conseguido oxidar dicho material. Esta columna hindú, levantada en el año 400 d.C. por el rey Chandra Varman, ha resistido el paso de los siglos sin mostrar las más leves huellas de oxidación. Aunque algunas fuentes datan el artefacto en más tiempo, sabemos que por lo menos fue construido en torno al año 400. Tiene por tanto más de mil seiscientos años de antigüedad y aunque pueda parecer sorprendente, su aspecto sigue siendo exactamente el mismo... pese a ser de hierro. Es de hierro pero de hierro peculiar: pese a los avatares sufridos se encuentra en perfecto estado de conservación, como si por la columna no hubiera pasado el tiempo. La columna se encuentra ubicada en Nueva Delhi (India). En concreto, en el patio de la mezquita Kuwat UI Islam, construida en el año 1193. Sin embargo, la columna fue puesta allí hacia el siglo V, aunque según se deduce de la leyenda en sánscrito que aparece grabada sobre la misma, podría proceder de otro lugar. En dicha inscripción no se explica el proceso de fabricación llevado a cabo para erigir la columna. Sin embargo, sí se aportan una serie de pistas que podrían despejar parte del misterio. Y es que según se desprende de su lectura, la columna estuvo en tiempos remotos coronada por una efigie de garuad, el vehículo del dios Visnú. Se trata de una de esas fantásticas aeronaves del pasado indio, las llamadas vimanas (1), “naves aéreas” que parecían dotadas de una extraordinaria tecnología y de las que hablan los textos sagrados de la antigua India (y aparecen grabadas en la piedra de los templos). En esos mismos relatos se explica el funcionamiento de esas naves y cómo se obtenían las aleaciones metálicas para fabricarlas. Los investigadores indios han propuesto que la columna de hierro inoxidable fue efectuada mediante un proceso conocido como “soldeo de fragua”. Para ello, se habrían colocado uno sobre otro hasta 200 cilindros sólidos de hierro fundido que habría sido sometido a un eficaz proceso de tueste y fundido con carbón vegetal. Aun así, resulta difícil explicar cómo consiguieron la pureza de la columna, cifrada en el 99,78 por ciento, algo que nuestra metalurgia actual puede obtener, pero que se antoja más complejo comprender que se consiguiera hace casi dos milenios. Aún más difícil es explicar por qué no ha sufrido oxidación alguna. Durante los últimos años, la proliferación de agentes corrosivos y agresivos en el medio ambiente de la capital hindú ha ido en aumento de forma espectacular. Pese a ello, el hierro no ha sufrido las previsibles consecuencias de encontrarse en el corazón de una de las ciudades más contaminadas del planeta. Hace muy pocos años, un investigador indio llamado L. Daswani encontró referencias antiquísimas, escritas sobre hoja de palmera, donde los antiguos habitantes de la India explicaban el proceso para obtener aleaciones de hierro inoxidable. Dichas fórmulas no tienen nada que envidiar a las actuales. No tenemos explicación a cómo aquellos hombres del remoto pasado lograron hacerse con tan sofisticados conocimientos que han tardado siglos en “recuperarse” por el hombre moderno. Las aleaciones a las que Daswani hacía alusión son las que al parecer se empleaban para la fabricación de las vimanas (1). Recientes investigaciones efectuadas con microscopios electrónicos han puesto de relieve la existencia sobre la columna de algo parecido a un barniz antioxidante que estaría formado por una combinación de ácido tánico con resinas sintéticas. Curiosamente, este tipo de barnices antioxidantes han sido recientemente comercializados. Son un logro de la sociedad moderna. Sin embargo, los hindúes conocían sus secretos hace miles de años. El hecho de que los antiguos hindúes lograran un sistema de antioxidación tan sofisticado hace tantísimo tiempo es un síntoma más de algo que cobra fuerza: que en el corazón de Asia se asentó una civilización cuyos conocimientos técnicos eran mucho más avanzados de lo que pensábamos... Conocimientos que sólo la ciencia moderna ha logrado equiparar. Subrahmanyan Iyer, un estudioso de la India, encontró textos milenarios en sánscrito en los que se describen elementos, metales y aleaciones. La siguiente traducción corresponde al Atarva Veda 20.41.1-3: "La energía atómica fisiona los 99 elementos, cubriendo su paso mediante el bombardeo de electrones, sin pena ni daño. La parte principal de este poder rápido está oculto en el reajuste de la masa molecular de los elementos. Una fuerza similar está en los rayos del sol en la órbita de la luna" Otro texto, del Mahabharata, dice: "Fue un solo proyectil, cargado con la fuerza del universo. Una columna incandescente, brillante como mil soles se alzó en esplendor. Fue un arma desconocida, un trueno de hierro, un gigantesco mensajero de muerte que redujo a cenizas la raza de los vishnis y los andhakas"". El Mahabharata es una de las grandes leyendas épicas escritas en sánscrito por una antigua civilización de la hoy India. Quizás decir antigua suene absurdo en atención a estos párrafos que parecen del futuro. Otro relato similar se encuentra en la Épica de Gilgamesh***. "Los cielos rugieron, la tierra gritó; un pilar de fuego se extendió hacia arriba, salieron rayos a su alrededor y llovió la muerte. La luz se fue, el fuego se apagó. Todos los que fueron tocados se convirtieron en ceniza"". Mohenjo Daro (India) Todo esto sería de interés meramente intelectual a no ser porque también existe un record físico de algo extraño en la antigua India. Mohenjo-Daro es un conjunto arqueológico cuyo nombre significa "montículo de muertos". Es una de dos antiguas ciudades, --la otra es Harappa-- en el valle del Indo. Harappa y Mohenjo-Daro pertenecen a una civilización cuyo inicio data hacia el año 3.300 antes de Cristo. Desaparecieron entre 1900 y 1700 a.C. ¡¡¡¡¡¡En el área hay ceniza radioactiva muy antigua, también hay restos humanos radioactivos!!!!!! El gobierno de la India no permite la entrada a esos lugares, salvo a estudiosos armados de permisos especiales. ¿Qué pasó allí? Sri Aurobindo Gosh (1872-1950) dijo: "El escolasticismo europeo considera la civilización humana como una progresión que se inicia ayer y acaba con los Rockefeller de hoy. Concibe la cultura antigua como necesariamente medio salvaje. El que la marcha del conocimiento ha sido siempre lineal no es más que una superstición del pensamiento moderno. Nuestra visión de la prehistoria es terriblemente inadecuada… Cuando pensamos en el futuro pensamos en los próximos 20 ó 30 años. ¿Por qué no pensar en términos de los próximos 5 u 8 mil años? …Sí, llegará ese día, ténganlo por seguro, dentro de 8 mil años, cuando amanezca otra vez y entonces... ¿que dirán de nosotros? Si todavía hay historia contarán de nosotros como si perteneciéramos a la prehistoria… Nuestra prehistoria "actual"" nos lleva al valle de Olduvai, en la hoy Etiopía, donde se encontraron los primeros artefactos del hombre. Datan de hace unos dos millones de años. Son artefactos no del Homo Sapiens, el hombre moderno, sino de nuestro antecesor, el Homo Habilis. Tenemos tan poca visión que no nos damos cuenta de que si hemos estado tanto tiempo en el planeta, un tiempo igualmente inmenso espera por delante. Vivimos con tal urgencia que pareciera que el mundo se fuera a acabar mañana. Bajo-relieve esculpido en una columna de un Templo Hindú (observar los diversos diseños “técnicos” de máquinas voladoras hoy conocidas) (1) El vímāna es una mítica máquina para volar hindú, descrita en la antigua literatura de la India. Se pueden encontrar referencias sobre este artefacto —incluso su utilización en asuntos de guerra— en textos hindúes antiguos. Además de volar en la atmósfera de la Tierra, se decía que el vímana también podía viajar bajo el agua y en el espacio. Las descripciones en los Vedas (la antigua literatura india), especialmente en el Mahabharata y el Bhagavat Purana muestran vímanas de diferentes tamaños y formas, como un carro o carroza de los dioses, como un mítico automóvil aéreo, a veces funcionando como un mero asiento o trono fijo, otras veces moviéndose por sí mismo y cargando a su ocupante a través del aire. Otras descripciones hacen del vímana más como una casa o palacio (se cuenta de uno que tenía siete pisos de altura) Mismo detalle de la columna antes descrita- **** Gilgamesh o Gilgamés, también conocido como Istubar, es un personaje legendario de la mitología sumeria. Según el documento llamado lista real sumeria, fue el quinto rey de Uruk hacia el año 2650 a. C., y protagonista del Poema de Gilgamesh, también llamada La Epopeya de Gilgamesh en la que se cuentan sus aventuras y búsqueda de la inmortalidad junto a su amigo Enkidu (Enkidu fue creado por Aruru por petición de Anu que oía las quejas de la gente sobre Gilgamesh y ésta le dijo a Aruru que creara un ser tan fuerte como Gilgamesh, hijo de la diosa Ninsun y un sacerdote llamado Lillah. Gilgamesh, al enterarse de la existencia de Enkidu, envió a una prostituta sagrada llamada Shamhat, que pasó seis días y siete noches haciendo el amor con Enkidu para convencerle de que era mejor una vida sabia y social que una vida de soledad y brutalidad en el bosque) J.V. Shana -

LOCALIZAR EL NORTE

LOCALIZANDO A LA ESTRELLA POLAR

Antes que nada hay que situarse en una zona donde haya escasa luminosidad, aparezca el cielo oscuro con toda su magnificencia y con una brújula localizar la zona norte, entonces si la noche es clara, sin nubosidad y sin luz artificial del entorno que entorpezca la visión estelar comenzamos por buscar a la Osa Mayor…, desde allí y siguiendo los esquemas inferiores será fácil encontrar nuestro norte, que siempre permanece inmutable, la Estrella Polar o Polaris (perteneciente a la Osa Menor), ésta se encuentra a 432 años / luz de la Tierra, y es la prolongación aparente del eje terrestre que observamos aparece inclinado puesto que nuestro planeta está inclinado 23º 27´
La estrella Merak se encuentra a 79,45 años/luz de distancia de la Tierra y Dubhe a unos 123,78 años/ luz, ambas pertenecen a la Constelación de la Osa Mayor como se ve en el esquema superior


La Osa Mayor puede variar de posición pero siempre la prolongación de 5 veces aproximadamente, de las dos últimas estrellas (Merak y Dubhe) señala a Polaris. Se distingue una constelación en forma de W Doble que es Casiopea, las otras dos flechas juntas señalan la dirección de la cual proviene la lluvia de estrellas llamada Las Lágrimas de San Lorenzo o Perseidas ** (ver al final)



Imagen real de cómo aparece la Osa Mayor (Ursa Major) –a la izquierda- y la Osa Menor (Ursa Minor) –a la derecha. Se distingue perfectamente a Polaris (Estrella Polar)

*** Se trata de una lluvia de estrellas. En el caso de las Perseidas, estas partículas han sido producidas por el cometa ‘Swift-Tuttle’ que, como todos los cometas, pierde masa cuando se acercan al Sol. Todos los años sobre el 11-13 de agosto, la órbita de la Tierra cruza una nube de partículas producidas por este cometa, lo que produce la lluvia de las Perseidas. Si prolongamos las trazas de las Perseidas observadas en una noche, todas parecen provenir de una zona situada en la Constelación de Perseo, de ahí su nombre. El otro nombre, lágrimas de San Lorenzo, viene de que esta lluvia de estrellas se produce alrededor del 10 de agosto, festividad de San Lorenzo



Otro esquema pictórico para distinguir y localizar a la estrella Polar desde la Osa Mayor con todas sus estrellas además de las más visibles.

Observamos dos estrellas casi juntas (la segunda comenzando de izquierda a derecha) éste sistema doble cuyas estrellas son Mizar y Alcor también se le llama a este sistema doble la estrella del arquero, puesto que en la Edad Media se hacía una especie de examen o prueba a quienes optaban a la plaza de arquero del rey. Se les preguntaba cuántas estrellas veían en ese punto; si respondían que sólo una entonces era que estaban medio cegatos y no podrían acertar al enemigo, por tanto eran descartados. Si respondían que veían dos era que su vista era buena y podía confiárseles la custodia y la guardia real. Hoy sabemos que no es un sistema doble sino triple, es decir, un sistema solar con tres soles, dos importantes: Mizar a 78,5 años/luz y Alcor a 81,2 años/luz de la Tierra y un subsidiario con una nomenclatura técnica de difícil memorización---
J.V. Shana