Lo más significativo de este grabado es la estrella de nueve puntas que simboliza las "nueve perfecciones" o iniciaciones de Sanat Kumara, el Señor del Mundo.
En el interior de esta estrella puede observarse en primer lugar, un triángulo equilátero de color amarillo que intenta representar en cada uno de sus vértices a las Entidades espirituales, de jerarquía cósmica, que en los niveles más sutiles del sistema preparan la Venida del Instructor espiritual de la Tierra, el Avatar de Síntesis, el Espíritu de la Paz y el Señor Buda.
Dentro de este triángulo se percibe una estrella de cinco puntas de color azul índigo, que simboliza la Vida de Cristo como Instructor del Mundo y como Avatar de la Nueva Era.
La simbología total del grabado contiene un tremendo poder dinámico de primer Rayo y constituye una de las representaciones esotéricas y mágicas que convenientemente utilizadas por los discípulos espirituales les enseñarán sin desviación posible el Sendero interno que lleva a las más elevadas Iniciaciones.
Luz liberadora.
Amor infinito.
Poder indescriptible.
Amor infinito.
Poder indescriptible.
Señor Buda.
Espíritu de la Paz.
Avatar de Síntesis
Espíritu de la Paz.
Avatar de Síntesis
A-U-M
OM
OM
Véase el símbolo de nuestro trabajo que aconsejaríamos fuese utilizado por todos y cada uno de los miembros que hayan decidido colaborar en una y otra de las actividades de curación, que fueron anteriormente descriptas y como centros de contacto y de proyección de las energías invocadas. Es el símbolo de la Nueva Era.
Un disco de color dorado, símbolo del sol físico, destacándose de un ilimitado fondo color azul índigo, que como se sabe esotéricamente es el color distintivo del segundo Rayo, característico de la Cualidad de Amor del Logos de nuestro Universo: un Triángulo de color amarillo claro, símbolo del plano búdico o de unidad espiritual, surge del disco de luz dorada teniendo en cuenta que en forma misteriosa cada vértice de dicho Triángulo está ocupado por una de las Tres grandes Entidades Cósmicas que canalizan las energías de la Constelación de Acuario con destino a la Tierra: El Avatar de Síntesis, El Espíritu de la Paz y el Señor Buda.
Dentro de este mágico Triángulo se halla situada una estrella de cinco puntas de color azul índigo, como el del fondo dentro del cual se destaca el disco dorado. Es el símbolo precioso del Cristo, Señor de la perfección planetaria como Dios y como Hombre, tal como reseñan los tratados bíblicos, entresacados inicialmente de "El Libro de los Iniciados".
La Estrella de Cinco Puntas indica exactamente la posición de Cristo dentro de la evolución planetaria: tres vértices pertenecen a los Reinos mineral, vegetal y animal, a los tres vehículos periódicos de la evolución humana y al sagrado Mántram AUM.
Los otros dos vértices pertenecen por entero a la vida espiritual del Ángel Solar, el Gran Intermediario Cósmico, cuya atención va dirigida simultáneamente hacia el mundo espiritual-divino y hacia el mundo de evolución de los hombres.
V.B.A.He aquí una formulación iniciática, contenida y derivada de la Gran Invocación, para la Nueva Era de Acuario.
Que la Luz liberadora de Buda,
el Amor infinito del Espíritu de la Paz
y el Poder indescriptible del Avatar de Síntesis
El logo que está conformado por tres esferas color magenta, en un triangulo equilátero con el vértice hacia arriba, rodeado por un circulo color magenta también, que aparecen por primera vez en nuestro planeta en unas pinturas rupestres en Mongolia, con una antigüedad de más de 9,000 años, mismas que aún se conservan intactas.
Roerich pensó que por su gran universalidad y por el hecho que había sido utilizado en distintas épocas de la historia siempre con un sentido positivo y siempre asociado con los más altos valores de los grupos sociales, era el símbolo idóneo para la Bandera de la Paz, con la seguridad de que ayudaría a lograr tan anhelada Unidad en la Diversidad de todos los seres humanos.
Diferentes culturas respetan y hasta reverencian este símbolo de las tres esferas, que en su más profunda interpretación constituye la Trinidad o Tríada.
También prominente en muchas de las pinturas de Roerich está la imagen de la Mujer y su función predestinada en la era por venir, y podemos asumir que lo que Helena Roerich escribió a una amistad en 1937, refleja el punto de vista de Nicholas en sí: "La mujer debe darse cuenta de que ella contiene en sí misma todas las fuerzas, y en el momento en que se sacuda de esa hipnosis secular de su subyugación aparentemente legítima y de esa inferioridad mental, y se ocupe en una educación variada, podrá crear en colaboración con el hombre un mundo nuevo y mejor. El Cosmos afirma la grandeza del principio creativo de la mujer. La mujer es una personificación de la naturaleza, y es la naturaleza la que enseña al hombre, no el hombre a la naturaleza. Por lo tanto, ojalá que las mujeres entiendan la grandeza de su origen, y ojalá que se esfuercen por alcanzar el conocimiento." (publicado en Las Cartas de Helena Roerich 1935-1939, vol. II)
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