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jueves, 1 de septiembre de 2011

NUEVO MIEMBRO DE LA FAMILIA



Como suele ocurrir en la vida, llegó cuando menos la esperaba, con la ternura inspirada, mimosa, cariñosa y juguetona, más lista que los peces de colores. ¡Es natural! tan solo tiene dos meses de vida. Una sorpresa inesperada como aquellos regalos caídos del cielo sin reclamarlo, sin pedir nada, llegó Aria a la familia a través de una buena mano amiga, mi hermana espiritual Maribel y desde aquí quiero darte las gracias. En nuestros corazones queda la huella indeleble el dolor y la añoranza de Nuno, cuya pérdida es irreparable e inolvidable; la llegada de Aria nos hace reconocer que Papa Dios siempre compensa con amor, paliando el sentimiento de duelo, alimentando la esperanza de que los nexos siguen unidos como una gran cadena, que la muerte es renacimiento, y que la vida continua floreciendo.


Aria es la viva señal de que nunca debemos tirar la toalla en las ilusiones, podemos seguir sonriendo, podemos seguir cuidando, responsabilizándonos, de la bella obra que el plano existencial nos ofrece, porque todo llega en su debido tiempo, de nada vale desesperarse, ni lamentarse por las cosas que suceden porque todo tiene una razón de ser y de todo se aprende, son las lecciones de esta escuela planetaria marcadas por los ciclos evolutivos, tomando consciencia de ellos aprendemos a ver las señales que en ocasiones nos pasan desapercibidas, con Aria, volvió a florecer como en el hermoso campo de flores de almendro, que posada en sus ramas un angelito tierno devolvió la alegría a mi hogar.

Agradecida eternamente, querida y apreciada amiga