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miércoles, 2 de mayo de 2012

Plenilunio de Tauro - El Festival Wesak


Países que cambiaron a horario de verano o invierno pueden tener una hora de diferencia




La influencia del Señor de Tauro se extiende desde el 20 de  Abril al 20 de Mayo de 2012,lo que equivale a la extensión que va desde el 1º de Tauro hasta el día 31 de Tauro de 2012.




Nota clave: "Veo, y cuando el ojo está abierto, todo se ilumina"



Cada año, más y más personas de orientación espiritual están reconociendo la importancia de los tres Festivales espirituales principales de Aries, Tauro y Géminis como constituyentes de un flujo unido de energías que afectan a la conciencia humana. La Pascua, o el Festival del Cristo Resucitado, va seguido del Festival de la Luna Llena de Wesak, el Festival del Buda. Ambos se funden con la energía de la inteligencia de la raza humana durante el tercer Festival en Géminis, culminando en el Día Mundial de Invocación. Durante este período de Luna Llena, la atención se centra sobre Wesak, el Festival del Buda.
Los que aceptan el hecho del Dios uno, como hacen la mayoría de las personas inteligentes en la actualidad, no tienen ninguna dificultad en aceptar igualmente que existen numerosas formas de acercarse a Él. Cada una de las principales religiones mundiales, que han surgido a través de los tiempos en diferentes épocas y entornos humanos, tiene un valor, una energía y una cualidad específicos que establecer en la conciencia humana.
Las dos religiones, que han tenido mayor impacto y han estimulado los cambios más profundos en la conciencia humana durante los últimos dos mil quinientos años, han sido el resultado de la vida y trabajo de Gautama Buda y de Cristo. Tanto el Budismo en sus diversas formas como el Cristianismo bajo sus diversas denominaciones se han extendido por el mundo y juntos reúnen un numero de seguidores mayor que todas las demás religiones juntas. Para muchas personas, estas enseñanzas no constituyen algo separado o diferente, excepto como instituciones organizadas. Los valores que enseñan forman un desarrollo complementario y secuencial de los principios fundamentales. Es sabido que el Cristo y el Buda son hermanos, además de hijos del Dios Uno. El Buda predijo la venida del Cristo. Y el Cristo, apareciendo en una época posterior, edificó sobre el trabajo ya establecido por el Buda, agregando las enseñanzas requeridas por la humanidad durante la era de Piscis, estos últimos 2000 años. La cooperación entre estos dos hijos de Dios es un incesante servicio, enfocado actualmente sobre el posible desarrollo espiritual durante el siguiente período de 2000 años de la era de Acuario y enfocado, también, en la preparación para la reaparición del Cristo.
El Señor Buda funciona en la Vida planetaria como el intermediario espiritual entre el centro planetario superior, Shamballa, "donde la voluntad de Dios es conocida", y la Jerarquía espiritual, el centro cardíaco planetario. El es la expresión de la sabiduría de Dios y el indicador del Propósito divino. El Buda es la encarnación de la Luz, así como el Cristo es la encarnación del Amor. Sirve durante el Festival de Wesak en el período de la Luna Llena de Tauro, para comunicar la luz de la sabiduría a la humanidad, a través del Cristo y de la Jerarquía. Cada año, mediante este acto de comunión y cooperación entre el Cristo y el Buda, se fortalece la relación planetaria entre el centro "donde la voluntad de Dios es conocida" y el centro "que llamamos la raza de los hombres".
El Festival de Wesak representa ciertas ideas muy definidas y claramente señaladas, y el ofrecimiento de una gran oportunidad. Las ideas que representa podrían enumerarse como sigue:
  • En primer lugar, este Festival enlaza el pasado con el presente como ningún otro Festival, relacionado con cualquiera de las religiones mundiales, lo ha hecho. Representa una verdad viva y una oportunidad presente. En su mutuo servicio a la raza, el Buda y el Cristo producen este enlace. También fusionan Oriente con Occidente y unen en una totalidad la tradición cristiana, las creencias budistas e hindúes y la aspiración de todos los creyentes del mundo de hoy, ortodoxos y no ortodoxos. Las distinciones religiosas desaparecen.

  • En segundo lugar, este Festival señala el momento de máxima bendición espiritual en el mundo. Es una época de una llegada inusual de vida y de estimulación espiritual y sirve para vitalizar la aspiración de todos.

  • En tercer lugar, en el momento del Festival y mediante el esfuerzo unido del Cristo y del Buda, trabajando en la más estrecha colaboración, se abre un canal de comunicación entre la humanidad y Dios por el cual el amor y la sabiduría, del Mismo Dios, pueden descender hacia un mundo expectante y necesitado. Hablando simbólicamente, y recordando que los símbolos siempre velan una verdad, podría afirmarse que, en la época de la Luna Llena, es como si, súbitamente, se abriera de par en par una puerta que en otros momentos permanece cerrada. A través de esa puerta los aspirantes y discípulos pueden contactar energías que, de otra forma, no estarían fácilmente asequibles. A través de esa puerta puede realizarse un acercamiento a la verdad y a la realidad y a Aquéllos que guían a la humanidad que no es posible en otros momentos. Ello está a disposición de todos cuántos se encuentran a ambos lados de la puerta, y cada vez lo estará más.



En la actualidad, lo más necesario es desarrollar la intuición y la discriminación de los discípulos del mundo. Deben aprender a sentir la visión superior, a responder al día de la oportunidad y a alcanzar la relación superior consciente, sea cual sea el precio para el ser inferior. Al hacer esto, deberán recordar que el ser inferior, debido a su naturaleza íntima y cerrada, parecerá anormalmente atractivo y puede transcenderse sólo a un precio infinitamente elevado. Por lo tanto, debe desarrollarse la intuición grupal, y el sentido de valores debe ajustarse mucho más adecuadamente, antes de que pueda estar a la altura de los requerimientos y cumplir su función, que es inaugurar la nueva era. El descenso de fuerza espiritual, en el tiempo del Festival de Wesak, tiene como objetivo la estimulación de la intuición de los discípulos agrupados, de los aspirantes y de la gente de buena voluntad.


Las Fuerzas de Iluminación están especialmente activas durante este período de los Festivales. Emanan del centro cardíaco y están relacionadas con la comprensión y la sabiduría divinas. El Buda y el Cristo constituyen las dos expresiones más destacadas de esta energía de amor-sabiduría hasta la fecha. Las Fuerzas de Iluminación afectan, especialmente, a los grandes movimientos educativos y a los foros de gentes en todas las tierras, así como afectan a la cualidad de los valores que se despliegan a través de los medios de comunicación de masas. Todas las formas de comunicación publica, los oradores, los escritores, los comentadores y los trabajadores sociales, resultan afectados por esta energía que fluye a la mente. La misma conciencia humana es, actualmente, receptora de las energías de iluminación que introducen nuevas ideas e influencian los asuntos humanos en general.
 
El Festival de Wesak forma un punto de cohesión para quienes, en síntesis y simbólicamente, se unen en meditación y en pensamiento reflexivo como representantes tanto del Reino de Dios como de la humanidad. Establece una solidaridad fáctica entre los acercamientos Orientales y Occidentales a un entendimiento superior, porque tanto el Cristo como el Buda están presentes y activos durante este ciclo anual.

El Fe
stival de Wesak
es un Festival de Luna Llena universal, o planetario, para gentes de todas las creencias. Es un elevado punto de inspiración para el trabajo del año venidero. Todos pueden cooperar en la conciencia en este flujo singularmente disponible de energías espirituales. Todos pueden participar en la meditación y en el esfuerzo por expresar una hermandad práctica como forma de vida. El valor de semejante servicio grupal unido, en el alineamiento con el Cristo y el Buda y las Fuerzas de Iluminación, es obvio e inspirador. Mediante el empleo del mantram o plegaria mundial, la Gran Invocación, las energías disponibles pueden invocarse magnéticamente y ponerse, literalmente, al alcance de la conciencia humana


Donde quiera que existan grupos de Buena Voluntad que estén invocando las energías, ya sea durante el plenilunio de Wesak o en cualquier momento de Luna llena de las demás constelaciones, naturalmente hay una invocación de fuerza cósmica que viene transmitida por el Señor Buda, al menos la de Wesak."
"La potencia invocativa de la humanidad durante el Festival de Wesak es importante porque el Señor Buda trae energías de la Osa Mayor y las trae a Shamballa."
"Ustedes saben que se menciona poco la actividad de Buda en los estudios esotéricos, pero el Señor Buda constituye el gran intermediario entre Shamballa y el Logos Solar, por lo tanto es el Señor de la Energía Cómica; además la energía de la Osa Mayor transportada por ciertas Jerarquías Angélicas hacia nuestro sistema solar son recogidas por esta gran potencia que es el Buda y trasladadas a Shamballa, entonces él mismo las transporta junto con las de Shamballa en el momento del plenilunio, que son recogidas por el Cristo y por toda la Jerarquía, que constituye su gran cuerpo de organización social-espiritual y entonces se reparte, se difunde, por toda la humanidad en su conjunto y naturalmente las personas que invocan tendrán una fuerza disponible a su alcance en virtud de su invocación, en virtud de la evocación dentro de las profundidades de sí mismo constituyendo entonces una fuerza radioactiva que seguramente influirá mucho su ambiente condicionante social, o su ambiente familiar o profesional, todo cuanto esté dentro de su radio de acción."




VIGILIA WESAK 2012 PLENILUNIO DE TAURO

El Buda tiene actualmente una facultad especial como mediador interplanetario, y pone en Festivales de Wesak a ciertos Seres espirituales en contacto con la Jerar­quía de nuestra Tierra, los cuales han expresado que están dispuestos a ayudar en la actual crisis. Si el esfuerzo tiene éxito, la ayuda vendrá como acrecentada afluencia espiritual de una energía mucho más poderosa y de cualidad distinta de la que hasta ahora ha afluido en y a través de nuestra vida planetaria. Los aspirantes y discípulos, que pueden entrenarse a sí mismos para aceptar una acrecentada responsabilidad espiritual, man­tener la quietud interna y enfocar esotéricamente la atención, podrán ser arrastrados por esta corriente de fuerza espiritual para satisfacer la necesidad de la humanidad. Como transmisores ya lo hacen, como intérpretes, acrecientan la capacidad del ser humano para responder y comprender.



          
                           





A fin de llevar a cabo esta transmisión de fuerza, tiene lugar un peculiar intercambio de ideas y colaboración entre el Señor Buda y el Señor Maitreya, los cuales se someten a un entrenamiento muy definido a fin de ser canales más adecuados de ser­vicio a esos Seres espirituales que tratan de ayudar al planeta. Tres Maestros extraídos de cada uno de los siete grupos de Maestros que pertenecen a cada uno de los rayos, están, a su Vez, tra­tando de colaborar más estrechamente con los Grandes Señores que se preparan para la oportunidad que se les ofrecerá. En el día del Festival Wesak, especialmente en el momento de la Luna Llena de Tauro, estas veintitrés fuerzas espirituales se han unido para prestar servicio y actuar como canal grupal. Se ha hecho un llamado a la Jerarquía de Maestros a fin de que se preparen para un intenso “Mes Santo” de servicio acelerado, y los Maestros que pertenecen a cada uno de los siete rayos –independientemente de Su trabajo actual— están cola­borando en forma inmediata y estableciendo estrecho contacto con los tres Maestros que corresponden a Su determinado rayo, actuando como intermediarios de rayo. El servicio es nuevo y peculiar y, en cuanto a su naturaleza particular, es innecesario explicarla, pues no lo entenderían.

A su vez la Jerarquía de Maestros exhorta a todos los ini­ciados y discípulos activos y a todos los aspirantes enfocados mentalmente, a que colaboren lo más plenamente posible, en un intenso esfuerzo, para acrecentar la receptividad de la huma­nidad hacia las nuevas fuerzas que podrán ser liberadas para que lleven a cabo su benéfico trabajo sintetizador durante el mes de mayo.
Se nos incita a que prestemos esta intensa colaboración. Si los dos Grandes Señores y la atenta y dedicada Jerarquía logra­ran producir lo que podría considerarse como un tipo de alineamiento planetario, abriendo el necesario canal a través del cual puedan afluir las energías extraplanetarias, los discípulos del mundo y el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo deberán actuar todavía como intermediarios comunicadores y transmisores entre los pensadores del mundo y este grupo espiritual interno de tra­bajadores. Tenemos, por lo tanto, a la Jerarquía, enfocada con profunda atención, regida por el grupo compuesto por los dos Señores, los veintiún Chohanes y los Maestros de los siete rayos. A los discípulos del mundo y al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se les ofrecerá la oportunidad para que se dediquen y actúen a su vez como canales de transmisión. Además tenemos al des­dichado y confuso mundo de los hombres que espera ansioso un acontecimiento que podrá tener lugar si los aspirantes del mundo están a la altura de la oportunidad.

Aquí se podría dar otra interesante información esotérica. El período del Festival Wesak, en los niveles internos, se prolongó durante cinco días –dos días antes, el día del Festival y los dos siguientes. El momento exacto del Festival de Wesak es de enorme importancia. Los dos días de preparación se conocerán como “días de renunciación y des­apego”. El día del Festival será conocido como de salvaguardia, en cambio los dos que siguen al del Festival como días de dis­tribución Estas palabras significan algo distinto para la Jerarquía de Maestros que para nosotros, y es inútil (y tampoco es permitido) aclarar su significado más profundo. Sin em­bargo, son cinco días de intenso esfuerzo dedicados al servicio, y conducen a renunciar a todo aquello que obstaculice nuestra utilidad como canales de fuerza espiritual. Esto significa que después de la debida preparación, dedicación y elevación, du­rante los dos días anteriores y el del Festival mismo, debemos considerarnos simplemente receptores o custodios de toda la fuer­za espiritual afluyente que podamos contener. Como canales, debemos estar preparados para olvidarnos de nosotros mismos en el trabajo de alcanzar, contener y mantener fuerza para el resto de la humanidad y considerar al día del Festival como de silencio (me refiero a la paz interna y silenciosa solemnidad que permanecen inquebrantables aunque el hombre externamente pres­te servicio mediante la palabra), en que el servicio se lleva acabo enteramente en los niveles esotéricos, olvidándose totalmente de sí mismos, a fin de recordar a la humanidad y su necesidad. Du­rante ese período sólo dos pensamientos deben mantener nuestra constante atención –la necesidad de nuestros semejantes y la de proporcionar un canal grupal por el cual las fuerzas espirituales puedan afluir a través del cuerpo de la humanidad, bajo la guía experta de los miembros elegidos de la Jerarquía.
Recuerden que no importa quiénes somos, dónde estamos ubi­cados, o cuál es la índole de nuestro medio ambiente, o por muy aislados o apartados que nos sintamos de quienes comparten nuestra visión espiritual, cada uno puede, ese día y durante el período anterior y posterior, trabajar, pensar y actuar en forma grupal y funcionar como un silencioso distribuidor de fuerza.
Durante los dos días previos a la Luna llena, deberemos mantener la actitud de dedicación y servicio y tratar de adoptar esa actitud receptiva hacia lo que nuestra alma impartirá y nos hará útiles a la Jerarquía. La Jerarquía trabaja por intermedio de grupos de almas, y la potencia de este trabajo grupal debe ser puesta a prueba, y los grupos a su vez, hacer contacto y nutrir a las dedicadas, atentas y expectantes personalidades. En el día de la Luna llena, deberemos mantenernos firmemente en la luz, sin hacer conjeturas sobre lo que sucederá ni buscar resultados ni efectos tangibles.
En los dos días subsiguientes, apartaremos de nosotros el foco de nuestra atención, llevándola a los planos subjetivos in­ternos, el mundo externo, y nuestro esfuerzo consistirá en pasar o sobrepasar la medida de energía espiritual con la cual se hahecho contacto. Entonces habrá finalizado nuestro trabajo en este campo de colaboración particular y especial.
Cuando el Gran Señor estuvo en la Tierra, dijo a Sus dis­cípulos que el éxito del esfuerzo espiritual de índole terapéutica se logra sólo por la oración y el ayuno. Reflexionen sobre estas palabras. Es un esfuerzo grupal hacia una vasta curación gru­pal; el trabajo puede ser realizado por la oración (deseo santi­ficado, pensamiento iluminado e intenso anhelo aspiracional), por la disciplina del cuerpo físico, durante un breve período y para un objetivo definido.
¿Qué deberá realizarse en esta Luna llena de Tauro? Enun­ciaré los objetivos correlativamente y de acuerdo a su impor­tancia, con tanta claridad y brevedad como lo permita este abs­truso tema.
1. La liberación de ciertas energías que pueden afectar pode­rosamente a la humanidad y que, cuando sean liberadas, es­timularán el espíritu de amor, de hermandad y de buena voluntad en la tierra. Estas energías son tan definidas y reales como las que la ciencia denomina “rayos cósmicos”. Me refiero a las energías verdaderas y no a abstracciones emocionalmente deseadas.
2. La fusión de todos los hombres de buena voluntad del mun­do que responden a un todo integrado.3. La invocación y la respuesta de ciertos Grandes Seres, cuyo trabajo podrá ser posible y lo será, si el primero de los obje­tivos se logra cumpliendo el segundo objetivo. Mediten so­bre esta síntesis de los tres objetivos. No tiene importancia cómo se las denomine a estas Fuerzas Vivientes. Pueden ser consideradas como los vicegerentes de Dios, los cuales pueden colaborar y colaboran con el Espíritu de Vida y de Amor en nuestro planeta, Aquel en quien vivimos, nos mo­vemos y tenemos nuestro ser. Ciertos pensadores las con­ceptúan como los Arcángeles del Altísimo, cuyo trabajo ha sido posible por la actividad del Cristo y Su grupo de discípulos, la verdadera y viviente Iglesia; otros los considerarán como los guías de la Jerarquía planetaria, que están detrás de nuestra evolución planetaria y raras veces actúan externamente en la actividad mundial dejando que lo hagan los Maestros de Sabiduría, excepto en momentos de apre­mio como el actual. Cualquiera sea el nombre que se les dé, están preparados para ayudar si la demanda de los aspi­rantes y discípulos surge con suficiente fuerza y poder en el momento de las Lunas llenas de mayo y de junio.
4. La evocación de una actividad ardua y centralizada desde el aspecto interno de la Jerarquía de Maestros, esas Mentes iluminadas a las cuales se les ha confiado el trabajo de di­rigir al mundo. Se anhela una respuesta, y puede provenir de los tres grupos siguientes:
a. La expectante y (en este momento) ansiosa Jerarquía –ansiosa porque ni Ella puede saber cómo reaccionará la humanidad y si los hombres serán suficientemente inteligentes como para responder a la oportunidad. Ella está organizada bajo la dirección del Cristo, el Maestro de Maestros y el Instructor de ángeles y hombres, el Cual se ha constituido como intermediario directo entre la tierra y el Buda, el Cual a su vez, es el intermedia­rio consagrado entre la Jerarquía y las atentas Fuerzas.
b. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo está formado en la actualidad por esos servidores sensibles y consagra­dos de la raza, cuyo objetivo es la paz mundial y su meta establecer la buena voluntad sobre la tierra, como base para la vida futura y la expansión mundial. Este grupo estaba originalmente compuesto por un puñado de discípulos aceptados y de aspirantes consagrados. En los últimos diez meses, sus filas han sido abiertas a todas las personas de buena voluntad que trabajan activamente para la verdadera comprensión, están dispuestos a sacri­ficarse para ayudar a la humanidad, no anteponen ba­rreras de ninguna especie y consideran iguales a los hombres de todas las razas, nacionalidades y religiones.
c. Las masas de hombres y mujeres que han respondido a las ideas expuestas y reaccionan favorablemente a los objetivos de comprensión internacional, interdependen­cia económica y unidad religiosa.
Cuando estos tres grupos de pensadores y servidores hagan con­tacto entre sí y puedan ser alineados, aunque sea momentánea­mente, mucho podrá realizarse; las puertas de la nueva vida pueden ser abiertas y tener lugar la afluencia de nuevas fuerzas espirituales. Tal es el objetivo y la idea del grupo.
¿Podría formularles algunas preguntas? ¿Qué importancia tiene personalmente para ustedes este plenilunio de Tauro? ¿Lo consideran de suficiente importancia como para merecer un máximo esfuerzo? ¿Creen que en ese día se podrá realmente liberar energía espiritual de suficiente poder como para cambiar los asun­tos del mundo, siempre que los hijos de los hombres desempeñen su parte? ¿Creen en verdad, y pueden apoyar prácticamente la creencia de que en ese día el Buda, en colaboración con el Cristo y la Jerarquía de Mentes Iluminadas, además de la ayuda ofre­cida por los Tronos, Principados y Potestades de Luz, que son la analogía superior de los poderes de la oscuridad, están a la expec­tativa para llevar a cabo los planes de Dios si los hombres lo per­miten y le otorgan el derecho? La tarea principal de cada uno, en la actualidad, no consiste en luchar contra los poderes del mal y las fuerzas de la oscuridad, sino en despertar el interés en, y movilizar en el mundo las fuerzas de la luz y los recursos de las personas de buena voluntad correctamente orientadas. No se opongan al mal, pero organicen y movilicen el bien y fortalezcan de esta manera las manos de los que trabajan en bien de la rectitud y el amor, para que el mal tenga menos oportunidades.
Si tienen fe “del tamaño de un grano de mostaza”, sobre lo que les he dicho, si creen firmemente en el trabajo del espíritu de Dios y en la divinidad del hombre, olvídense de sí mismos y con­sagren todo su esfuerzo, desde el momento en que reciben esta comunicación, a la tarea de colaborar en el esfuerzo organizado para cambiar la corriente de los asuntos mundiales mediante el acrecentamiento del espíritu de amor y de buena voluntad en el mundo, durante el mes de mayo.
En el esfuerzo que ustedes realizan hoy para ayudar al mun­do, tres cosas prácticas, pueden realizar en este momento. No me refiero a la tarea de preparación que cada uno de ustedes debe rea­lizar individualmente en sí mismos. Cada uno por sí solo y en el lugar secreto de su propio corazón debe anhelar constantemente y trabajar por la purificación, sacrificio, claro pensar y una acrecentada sensibilidad. Deben reajustar los asuntos particulares pa­ra que la semana que tiene lugar en el plenilunio pueda ofrecerles una gran oportunidad para colaborar, juzgar sensatamente y ex­presar la verdadera habilidad de actuar a medida que tratan de despertar el círculo inmediato, sobre la importancia del momento. Esto lo doy por sentado. Me refiero al esfuerzo general que pue­den llevar a cabo, y es de tres categorías:
1. Instruir en forma activa y movilizar a los aspirantes y dis­cípulos mundiales ya conocidos, no importa en qué grupo tra­bajen de manera que puedan prepararse debidamente y ac­tuar en sus propios grupos como lo crean conveniente.
2. Exhortar al mayor número posible de personas a participar en el día de la oportunidad, movilizándolas para realizar un vasto esfuerzo mundial a fin de despertar un nuevo espí­ritu de buena voluntad y llamar a que empleen conjunta­mente la Gran Invocación en el día de la Luna llena de Wesak. Todos los trabajadores deben hacer el máximo es­fuerzo posible en cada país, para que un mayor número de personas empleen esta Invocación y el público se familiarice con los ideales que fomenta el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Todos deben recibir instrucción y ayuda para difundir el empleo de la Invocación en su propio idioma, con palabras que permitan aceptarla, realizando un amplio esfuerzo para que sea simultáneamente recitada en el día de la Luna llena de mayo. Debe advertirse que la pronun­cien en voz alta para que tenga un real poder el volumen del sonido y además poniendo detrás de ella todo el poder de la voluntad. El objetivo de las fuerzas que pueden prestar ayuda en este momento es invocar la “voluntad de hacer el bien”. Es de suma importancia comprender esto.
3. Tratar de que en el plenilunio de mayo se realice el mayor nú­mero posible de reuniones públicas. Con esto quiero signi­ficar que las reuniones que deben celebrarse para el público han de tener lugar en cualquier momento, durante las die­ciocho horas que anteceden, incluyendo el momento de la Luna llena. No es imprescindible que sea la hora exacta, siempre que puedan participar el mayor número posible de personas en cualquier momento durante las precedentes dieciocho horas, sentando así las bases para ayudar en el trabajo que tendrá lugar en el momento de la Luna llena. Los aspirantes que pueden hacerlo, deben procurar permanecer, sin embargo, en meditación, si es posible en forma grupal en el momento exacto, pues consiste en aprovechar la energía disponible y utilizar el vórtice de fuerza generado anteriormente en las reuniones públicas, poniendo todo el peso de la demanda pública para obtener mayor paz y luz, en bien del esfuerzo realizado por la Jerarquía.
La manera en que deben llevarse a cabo estos tres objetivos e impulsar al mundo a que realice un esfuerzo organizado para la paz mundial y la colaboración, deberán decidirlo las exigencias del momento, la necesidad de la ocasión y las circuns­tancias variables del lugar, el país y las condiciones ambientales.
Los representantes de las Unidades de Servicio de cualquier país deben ser llamados a colaborar y se les proporcionará esta instrucción si se los conoce a ellos y si sus inquietudes son conoci­das. Lo que se desea lograr es la difusión amplia y general y el empleo inteligente de La Gran Invocación. Por todos los medios posibles se ha de instar al público a que la emplee. Deben ser utili­zadas la radio y la prensa, y establecerse un contacto con los hom­bres de buena voluntad, aunque desde el punto de vista del ocultista no sean iluminados ni se den cuenta de la presencia guiadora de la Jerarquía y la oportunidad brindada por el esfuerzo unido del Buda y el Cristo.
Todos los que tratan de ayudar deben considerar detenida­mente qué pueden hacer y con qué contribuir. Después de un debido análisis, deben sopesar lo que pueden sacrificar y cómo pueden subordinar sus personalidades generalmente egoístas, en este gran “empuje” de la Jerarquía, del Nuevo Grupo de Servi­dores del Mundo y de los hombres de buena voluntad en todo el mundo. Así se derribarán las barreras que separan a un hombre de otro y a una nación de otra. El Espíritu de Paz llegará a ser tan poderoso, que podrán realizarse lógica y naturalmente los reajustes necesarios. La iluminación de las mentes de los hombres y la renovada organización de sus esfuerzos por lograr la herman­dad, pueden ser estimulados en una nueva y creciente actividad.
De este posible y grande esfuerzo por obtener la integración, enfocado en el momento del Festival de Wesak, e intensificado durante las veinticuatro horas procedentes a la Luna llena, puede surgir el verdadero germen del grupo de la Nueva Era, del Nuevo Mundo y de los Nuevos Ideales. Este grupo no actuará bajo ningún nombre, poseerá gran adaptabilidad y será una organización libre, tampoco será dirigido por comisión alguna, sino regido por la inteligente colaboración de un grupo que representará al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Pertenecerán a todas las nacio­nes y a todas las religiones.
El pedido de ayuda a los discípulos y aspirantes mundiales que constituyen el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo ha sido hecho por la Jerarquía, y se ha dado a entender, con toda cla­ridad, que nadie es demasiado débil ni demasiado insignificante que no tenga nada que ofrecer; todos pueden hacer algo para terminar con la encrucijada actual y de esta manera posibilitar la inauguración de una nueva era de paz y buena voluntad.
Se intenta llevar a cabo un esfuerzo grupal de tal magnitud que en el momento exacto producirá, debido a su acrecentado im­pulso, un empuje magnético tan potente que llegará hasta esas vidas que protegen a la humanidad y a nuestra civilización y trabajan a través de los Maestros de Sabiduría y de la Jerarquía allí reunida. Este esfuerzo grupal evocará de Ellos un magnético impulso de respuestas que unirá, por medio de los grupos de as­pirantes, las influyentes Fuerzas benéficas. El esfuerzo concen­trado de estos grupos (que constituyen subjetivamente un solo grupo) liberará una oleada de luz, inspiración y revelación espirituales de tal magnitud, que producirá marcados cambios en la conciencia humana y mejorará las condiciones de este mundo nece­sitado. Los hombres abrirán los ojos a estas realidades funda­mentales, aún vagamente percibidas por el público pensante. Entonces la misma humanidad aplicará los lenitivos necesarios, en la creencia de que así podrá hacerlo por el poder de su propia sabiduría y fortaleza presentidas; sin embargo, detrás de la es­cena están agrupados los aspirantes del mundo, trabajando silen­ciosamente entre sí y al unísono con la Jerarquía, manteniendo de este modo el canal abierto a través del cual puede fluir la sabiduría, la fuerza y el amor necesarios.


Por lo tanto deben ser consideradas en esta gran tarea las siguientes relaciones y agrupaciones:
1. Las Fuerzas de la Luz y el Espíritu de Paz, conjunto de Vidas de una gran potencia grupal.
2. La Jerarquía planetaria.
3. El Buda.
4. El Cristo
5. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.
6. La Humanidad.
Observarán que el Buda centraliza en Sí Mismo las fuerzas descendentes, mientras que el Cristo enfoca en Sí Mismo la de­manda exteriorizada y la aspiración espiritual de todo el planeta. Esto produce un alineamiento planetario de gran potencia. Si se realiza el trabajo necesario durante el Festival Wesak podrán lograrse los reajustes que el mundo necesita. El éxito o el fracaso reside mayormente en las manos del Nuevo Grupo de Servi­dores del Mundo.
Extractado de: Psicología Esotérica, Tomo II, pág. 517/530, Alice A. Bailey