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miércoles, 4 de agosto de 2010

LA COLUMNA DE QUTUB MINAR

¿Estamos solos?... Tiene 7 metros de altura, 1,5 mts., de diámetro y pesa 6.000 kilos. Está construida en hierro, pero el paso de los siglos no ha conseguido oxidar dicho material. Esta columna hindú, levantada en el año 400 d.C. por el rey Chandra Varman, ha resistido el paso de los siglos sin mostrar las más leves huellas de oxidación. Aunque algunas fuentes datan el artefacto en más tiempo, sabemos que por lo menos fue construido en torno al año 400. Tiene por tanto más de mil seiscientos años de antigüedad y aunque pueda parecer sorprendente, su aspecto sigue siendo exactamente el mismo... pese a ser de hierro. Es de hierro pero de hierro peculiar: pese a los avatares sufridos se encuentra en perfecto estado de conservación, como si por la columna no hubiera pasado el tiempo. La columna se encuentra ubicada en Nueva Delhi (India). En concreto, en el patio de la mezquita Kuwat UI Islam, construida en el año 1193. Sin embargo, la columna fue puesta allí hacia el siglo V, aunque según se deduce de la leyenda en sánscrito que aparece grabada sobre la misma, podría proceder de otro lugar. En dicha inscripción no se explica el proceso de fabricación llevado a cabo para erigir la columna. Sin embargo, sí se aportan una serie de pistas que podrían despejar parte del misterio. Y es que según se desprende de su lectura, la columna estuvo en tiempos remotos coronada por una efigie de garuad, el vehículo del dios Visnú. Se trata de una de esas fantásticas aeronaves del pasado indio, las llamadas vimanas (1), “naves aéreas” que parecían dotadas de una extraordinaria tecnología y de las que hablan los textos sagrados de la antigua India (y aparecen grabadas en la piedra de los templos). En esos mismos relatos se explica el funcionamiento de esas naves y cómo se obtenían las aleaciones metálicas para fabricarlas. Los investigadores indios han propuesto que la columna de hierro inoxidable fue efectuada mediante un proceso conocido como “soldeo de fragua”. Para ello, se habrían colocado uno sobre otro hasta 200 cilindros sólidos de hierro fundido que habría sido sometido a un eficaz proceso de tueste y fundido con carbón vegetal. Aun así, resulta difícil explicar cómo consiguieron la pureza de la columna, cifrada en el 99,78 por ciento, algo que nuestra metalurgia actual puede obtener, pero que se antoja más complejo comprender que se consiguiera hace casi dos milenios. Aún más difícil es explicar por qué no ha sufrido oxidación alguna. Durante los últimos años, la proliferación de agentes corrosivos y agresivos en el medio ambiente de la capital hindú ha ido en aumento de forma espectacular. Pese a ello, el hierro no ha sufrido las previsibles consecuencias de encontrarse en el corazón de una de las ciudades más contaminadas del planeta. Hace muy pocos años, un investigador indio llamado L. Daswani encontró referencias antiquísimas, escritas sobre hoja de palmera, donde los antiguos habitantes de la India explicaban el proceso para obtener aleaciones de hierro inoxidable. Dichas fórmulas no tienen nada que envidiar a las actuales. No tenemos explicación a cómo aquellos hombres del remoto pasado lograron hacerse con tan sofisticados conocimientos que han tardado siglos en “recuperarse” por el hombre moderno. Las aleaciones a las que Daswani hacía alusión son las que al parecer se empleaban para la fabricación de las vimanas (1). Recientes investigaciones efectuadas con microscopios electrónicos han puesto de relieve la existencia sobre la columna de algo parecido a un barniz antioxidante que estaría formado por una combinación de ácido tánico con resinas sintéticas. Curiosamente, este tipo de barnices antioxidantes han sido recientemente comercializados. Son un logro de la sociedad moderna. Sin embargo, los hindúes conocían sus secretos hace miles de años. El hecho de que los antiguos hindúes lograran un sistema de antioxidación tan sofisticado hace tantísimo tiempo es un síntoma más de algo que cobra fuerza: que en el corazón de Asia se asentó una civilización cuyos conocimientos técnicos eran mucho más avanzados de lo que pensábamos... Conocimientos que sólo la ciencia moderna ha logrado equiparar. Subrahmanyan Iyer, un estudioso de la India, encontró textos milenarios en sánscrito en los que se describen elementos, metales y aleaciones. La siguiente traducción corresponde al Atarva Veda 20.41.1-3: "La energía atómica fisiona los 99 elementos, cubriendo su paso mediante el bombardeo de electrones, sin pena ni daño. La parte principal de este poder rápido está oculto en el reajuste de la masa molecular de los elementos. Una fuerza similar está en los rayos del sol en la órbita de la luna" Otro texto, del Mahabharata, dice: "Fue un solo proyectil, cargado con la fuerza del universo. Una columna incandescente, brillante como mil soles se alzó en esplendor. Fue un arma desconocida, un trueno de hierro, un gigantesco mensajero de muerte que redujo a cenizas la raza de los vishnis y los andhakas"". El Mahabharata es una de las grandes leyendas épicas escritas en sánscrito por una antigua civilización de la hoy India. Quizás decir antigua suene absurdo en atención a estos párrafos que parecen del futuro. Otro relato similar se encuentra en la Épica de Gilgamesh***. "Los cielos rugieron, la tierra gritó; un pilar de fuego se extendió hacia arriba, salieron rayos a su alrededor y llovió la muerte. La luz se fue, el fuego se apagó. Todos los que fueron tocados se convirtieron en ceniza"". Mohenjo Daro (India) Todo esto sería de interés meramente intelectual a no ser porque también existe un record físico de algo extraño en la antigua India. Mohenjo-Daro es un conjunto arqueológico cuyo nombre significa "montículo de muertos". Es una de dos antiguas ciudades, --la otra es Harappa-- en el valle del Indo. Harappa y Mohenjo-Daro pertenecen a una civilización cuyo inicio data hacia el año 3.300 antes de Cristo. Desaparecieron entre 1900 y 1700 a.C. ¡¡¡¡¡¡En el área hay ceniza radioactiva muy antigua, también hay restos humanos radioactivos!!!!!! El gobierno de la India no permite la entrada a esos lugares, salvo a estudiosos armados de permisos especiales. ¿Qué pasó allí? Sri Aurobindo Gosh (1872-1950) dijo: "El escolasticismo europeo considera la civilización humana como una progresión que se inicia ayer y acaba con los Rockefeller de hoy. Concibe la cultura antigua como necesariamente medio salvaje. El que la marcha del conocimiento ha sido siempre lineal no es más que una superstición del pensamiento moderno. Nuestra visión de la prehistoria es terriblemente inadecuada… Cuando pensamos en el futuro pensamos en los próximos 20 ó 30 años. ¿Por qué no pensar en términos de los próximos 5 u 8 mil años? …Sí, llegará ese día, ténganlo por seguro, dentro de 8 mil años, cuando amanezca otra vez y entonces... ¿que dirán de nosotros? Si todavía hay historia contarán de nosotros como si perteneciéramos a la prehistoria… Nuestra prehistoria "actual"" nos lleva al valle de Olduvai, en la hoy Etiopía, donde se encontraron los primeros artefactos del hombre. Datan de hace unos dos millones de años. Son artefactos no del Homo Sapiens, el hombre moderno, sino de nuestro antecesor, el Homo Habilis. Tenemos tan poca visión que no nos damos cuenta de que si hemos estado tanto tiempo en el planeta, un tiempo igualmente inmenso espera por delante. Vivimos con tal urgencia que pareciera que el mundo se fuera a acabar mañana. Bajo-relieve esculpido en una columna de un Templo Hindú (observar los diversos diseños “técnicos” de máquinas voladoras hoy conocidas) (1) El vímāna es una mítica máquina para volar hindú, descrita en la antigua literatura de la India. Se pueden encontrar referencias sobre este artefacto —incluso su utilización en asuntos de guerra— en textos hindúes antiguos. Además de volar en la atmósfera de la Tierra, se decía que el vímana también podía viajar bajo el agua y en el espacio. Las descripciones en los Vedas (la antigua literatura india), especialmente en el Mahabharata y el Bhagavat Purana muestran vímanas de diferentes tamaños y formas, como un carro o carroza de los dioses, como un mítico automóvil aéreo, a veces funcionando como un mero asiento o trono fijo, otras veces moviéndose por sí mismo y cargando a su ocupante a través del aire. Otras descripciones hacen del vímana más como una casa o palacio (se cuenta de uno que tenía siete pisos de altura) Mismo detalle de la columna antes descrita- **** Gilgamesh o Gilgamés, también conocido como Istubar, es un personaje legendario de la mitología sumeria. Según el documento llamado lista real sumeria, fue el quinto rey de Uruk hacia el año 2650 a. C., y protagonista del Poema de Gilgamesh, también llamada La Epopeya de Gilgamesh en la que se cuentan sus aventuras y búsqueda de la inmortalidad junto a su amigo Enkidu (Enkidu fue creado por Aruru por petición de Anu que oía las quejas de la gente sobre Gilgamesh y ésta le dijo a Aruru que creara un ser tan fuerte como Gilgamesh, hijo de la diosa Ninsun y un sacerdote llamado Lillah. Gilgamesh, al enterarse de la existencia de Enkidu, envió a una prostituta sagrada llamada Shamhat, que pasó seis días y siete noches haciendo el amor con Enkidu para convencerle de que era mejor una vida sabia y social que una vida de soledad y brutalidad en el bosque) J.V. Shana -