Que nadie se olvide de ti,
juntos cantemos una canción
por tu nuevo resurgir, grande es
la oración que lanzamos al viento,
No vuelva la brisa en el huracán,
ni una bala en la batalla el desaliento,
ni un rayo en la tempestad que calla
que la tierra te cante dulcemente una nana.
De trocitos de amor sean hechas
tus casas, con luz resplandeciente
del Sol naciente para que te caliente
en este desnudo y frío acérrimo.
Que caiga del Firmamento el maná
llenándote hasta la saciedad,
famélica, no, no, nunca jamás!!!
y el agua generosa sea un flotar de mar.
Que las aves vuelvan a comer de tu mano,
te cantarán con flores de nuevo los prados,
verdes inmaculados, el exquisito panal,
que se vea una vez más tu realidad.
Que despierten los hijos indiferentes,
el tiempo corre aprisa y no se detiene,
te tienes que levantar, ¡aúpa que puedes!
Te duele, lo se, pronto todo aliviará.
Tu cuerpo renacerá, la enfermedad
y necesidad marcharán para siempre,
cada día menos sombra, no sucumbas,
cada día al alza la magnitud del esfuerzo.
En la recta final, uniremos las manos
te lavaremos la cara, levantando
piedra a piedra árbol a árbol,
nacerán fuentes, alimentos y cuidados
al hablarte mi corazón, te canto musitando...
¡Que nadie se olvide de ti!!
querida Haití, quiero ser mano
que mece tu cuna y corazón hermano.
Shana
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Cantabria, Norte de España