¿En cuantas ocasiones hemos sido criticados, mal interpretados, y menos comprendidos por sentirnos y llevar un camino espiritual?
Como si ser espiritual fuera semejarse a un bichito verde con antenas, que solo puede habitar fuera de nuestro amado planeta. Me sonrío....
La espiritualidad es parte de nuestra esencia, es el ser que trasciende el tiempo-espacio, es la madurez de nuestra conciencia y el hollar las profundidades del alma, es la paciencia, la aceptación de ver en el "otro" el lenguaje que nuestros ojos no saben ver, es amar incondicionalmente, es ir a favor de las leyes divinas y naturales de la vida, porque ese es su avance continuo, mientras que si estamos reprimiendo algo, no lo estamos eliminando, todo al contrario, lo estamos alimentando con más fuerza y toda la energía que ponemos en negarlo, el subconsciente lucha contra ello, lo cual nada nos favorece.
Nada externo es más fuerte que nosotros mismos, a menos que vivamos con ese convencimiento y lo dejemos entrar como pensamiento-forma y tome el mando de nuestros miedos, inseguridades, y baja autoestima, he ahí donde nos apartamos de nuestra verdadera esencia y es cuando más nos sentimos desprotegidos.
Recordar la naturaleza divina de la vida, es potenciar la confianza en nuestro interior y no el peligro que percibe nuestro ego. El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu.
Amablemente, le podemos decir al ego que: “A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”. Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar.
No debemos engañarnos, mientras que estemos en este plano terrenal, vivimos las emociones y las experiencias que pertenecen a este plano terrenal. Es un error creer que los pensamientos/emociones es el potencial de salvaguardarnos contra el exterior, ellos no determinan nuestra realidad, quien determinan nuestra realidad son nuestras creencias. Todo pensamiento que hayamos exteriorizado y aceptado como verdad (la de cada cual y cada quien) son las que se manifiestan.
El que despierta al ser espiritual es responsable, tanto más, de aquel que se considera un agnóstico, porque tomamos conciencia de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor, como la luz o las sombras, y discernimos para hacer buen uso de ellas, colocando a cada una en su lugar como parte de un equilibrio natural, sabiendo a priori que cualquier proyección mental afecta a la masa crítica, por lo tanto estaríamos armando el brazo de todo cuanto acontece en el planeta.
Muchos cuando abren el periódico y leen las atrocidades que se van cometiendo a diestro y siniestro, se escandalizan con grandes aspavientos y piensan que el mundo está totalmente desquiciado, pero nunca se les ocurre asumir la parte de implicación (consciente o inconsciente) que tenemos todos en ello, TODOS.
Añado, que todo ello significa que si en un momento dado sentimos rabia o rencor por una persona, si existen malos entendidos, o incluso si una persona actúa de una manera determinada aún creyendo no es la correcta, es preferible cristalizar estas emociones ¡Oye fulanito/a porque has actuado así, por qué has dicho esto o aquello, etc. etc.!! y este fulanito/a dará o tendría que dar la explicación que corresponda, materializará estas discusiones verbalmente, o aunque muestre su enojo. Lo importante es SOLTARLAS, naturalmente lo ideal sería racionalizar esa emoción, comprender la raíz de nuestro estado y superarlo, es una forma de sanar las situaciones, a través de la tolerancia y el perdón.
Pero muy pocos meditan del por qué de las cosas, y por qué suceden, todo lo que mueven y transforman, esos son los cambios.
Si sentimos emociones contra una persona y las reprimimos, sino le damos una salida correcta, equivale a encargar a otro que haga el trabajo sucio que somos incapaces de llevar a cabo. Es lo que hacen los políticos, cuando no quieren mancharse las manos con una tarea sucia. Ya...Estos métodos a cualquier persona normal le parecen del todo reprobables y criticables, los califica de fechoría o de atrocidad, sin caer en la cuenta, de que ella, desde el sillón de su salón, puede estar haciendo exactamente lo mismo.
Se puede comparar, o más bien, sería el equivalente a nivel sutil, de lo que la física cuántica, denomina "agujeros negros". En efecto sabemos, gracias a la filosofía oculta, que cualquier fenómeno físico tiene su equivalente en los mundos sutiles. Un agujero negro sería, según los físicos, el resultado del derrumbamiento de la materia de una estrella de gran tamaño, debido a que la estrella ha agotado todo su carburante. Esto la llevaría a condensarse hasta un extremo en que la luz quedaría aprisionada en ella son poder salir....
Voy a llegar un poco más lejos, en la Kabalah existen esferas qlifóticas las cuales contienen toda la energía lumínica que ha sido desperdiciada por los seres humanos, la luz también está aprisionada (igual que un agujero negro) a la espera de poder ser integrada a cada persona en particular.
Quieran o no creerlo, los Ángeles son los intermediarios, lo que moran en nuestro interior, por ello siempre digo que somos un edificio ocupado...del que nosotros somos los propietarios y ELLOS los inquilinos, como también es intermediario EL ESPÍRITU SANTO, entre nuestra consciencia crística y la divinidad.
Construimos el mundo con los materiales energéticos que ellos nos suministran y gracias a ellos participamos en la vida divina. Una lectura apresurada podría inducirnos que somos sus marionetas, pero en realidad somos nosotros los que movemos los hilos. Ellos abastecen de combustible, pero el proyecto del viaje lo pone e hombre, somos el automóvil y el conductor, y ellos la gasolina con la que se llena el depósito antes de emprender el viaje. ¿Comprendes verdad?
Si hay engaños, me estoy ocultando la verdad, no quiero verla. Si hay injusticias, yo tampoco soy justa, ni conmigo ni con los demás, si el gobierno de mi país no funciona (cerebro) el gobierno de mi cuerpo tampoco.
La vida es una continuación de entradas y salidas de materia física, sin principio sin fin, cada día origina un nuevo equilibrio, aunque para construir hay que destruir, sin los mundos elevados de la conciencia mi vida no existiría, se convertiría en una locura ¿puede ser la vida un accidente o una casualidad espacio-temporal?. El tiempo pasa...pero la sensación de dolor, de movimiento interior no cesa. Siento una nueva renovación igual o mayor que otras veces, cuando desconecto por un tiempo del entorno, interiorizar mis pensamientos, sin más búsqueda que la de mi misma y mi interior, el exterior me sirve de recordatorio aprendiendo de errores y aciertos, me entrego plenamente al fuego, aire, al sol, al agua, a la tierra. La Paz inunda mi ser y me impregno de ella, me dejo arrastrar hasta allá donde me lleve la corriente y, siento que sigo viva a pesar de todo... Me siento y soy un ser espiritual experimentando y aprendiendo a ser humana. Hoy he sembrado una semilla ¡Por Dios que es bella!