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domingo, 18 de noviembre de 2007

LA ATLÁNTIDA Y LAS GALERIAS SUBTERRÁNEAS


Otra de las tradiciones ocultas enmarcadas en ma­ravillosas narraciones y leyendas del pasado, asegura que algunos de los supervivientes de la Atlántida de­bieron su salvación "del furor de las aguas "al conoci­miento que tenían de ciertas profundas cuevas y caver­nas, surcadas de larguísimas galerías, que conectaban por debajo de los océanos algunos misteriosos puntos geográficos y magnéticos del desaparecido Continente Atlante, con la esfera periférica de Shamballa.

Esta versión que al examen superficial puede aparecer como descabellada, absurda o incoherente, puede te­ner otro significado si se la estudia desde el ángulo eso­térico y considerando que el cuerpo físico de la Tierra —a igual que el cuerpo físico humano— está surcado por una infinita cantidad de galerías y redes subterráneas que pueden representar para el planeta lo que los alvéo­los pulmonares, venas, arterias y filamentos nerviosos son para el cuerpo del hombre.

Extremando un poco la imaginación —y hay que tener mucha y muy profunda imaginación en todo cuanto hace referencia a Shamballa— podríamos considerar que cienos cualificados Iniciados. Adeptos y Devas, pueden utilizar aquellas larguísimas galerías internas para desplazarse por el inte­rior del planeta, de la misma manera que tienen el poder y la facultad de ' viajar por el aire'... Entendemos que esto que acabarnos de decir bien merece una profunda meditación pues utilizando como punto de partida esta idea podría obtenerse una muy clara comprensión del misterio de intercomunicación que mantiene estre­cha e indisolublemente unidos a los reinos, razas y es­pecies que realizan su evolución espiritual en el interior del "circulo-no-se-pasa" de la Tierra.

La salvación y la supervivencia de muchos de los componentes de la gran civilización Atlante, "los hom­bres justos de la Tierra" —mencionados en la Biblia—que no habían contribuido con sus acciones a crear el horroroso karma grupal de aquel gran Continente, "fueron marcados con la cruz radiante de los elegidos y salvados del incontenible furor de los desatados elementos" (Del Libro de los Iniciados). El Bien, sea cual sea su fuente de procedencia, ha de ser salvaguardado, y el Mal, sea cual sea su origen, ha de ser destruido para que puedan afirmarse en el planeta los poderes de la luz y de la verdad. Ya sea por medio del "Arca de Noé", que simboliza la ruta por el mar seguido por mu­chos de tales supervivientes, a través de inmensas y desconocidas galerías que bajo la profundidad de los océanos conectaba el Continente Atlante con ciertos defini­dos puntos del gran Reino de Shamballa o "arrebatados por Carros de Fuego" provenientes del Espacio, los hombres justos de la Tierra que practican el Bien, los humildes de corazón, que son "la sal de la Tierra" y los sanos de mente y corazón que constituyen el tesoro per­manente de la inteligencia humana, han de ser salvaguardados y protegidos del mal que afecta al gran conjunto planetario, pues son las simien­tes vivas de los bienes inmortales del Espíritu aquí en la Tierra, la garantía suprema de la perpetuación de los Misterios de Shamballa a través de las edades.. .

Fuente: Los Misterios de Shamballa, de Vicente Beltran Anglada, pp.38-40

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