RASTRO ROSADO

El Sol deja su rastro rosado tras un manto azulado de cielo que va perdiendo su intensidad.Bajo su tenue luz quedan las sombras de un suave oleaje que rompe tímidamente en la orilla de la playa... esa playa llena de mil sueños y recuerdos,donde marineros lejanos ya en el tiempo solían despedirse de sus familias para partir a largos e inciertos viajes.Ahora solo quedan dibujos y formas en la arena que enfría los pies de ancianos y niños que dan sus últimos paseos del día.Otro día que se va, que nos deja un regusto amargo al darnos cuenta de que cada vez corren más... y cada vez quedan menos.Otro día que se va, que nos deja recuerdos dulces de momentos felices y alegrías pasajeras que jamás se repetirán.Desde una humilde ventana, una ancianita observa la gente al pasar y mira con ojos vidriosos la marcha del Sol a su hogar, echa de menos a sus hijos y nietosy espera, en su caliente butaca junto a un gato bruno que se cobija cerca del fuego, el día en que pueda volver a verlos llegar.Dos hermanos juegan a pelota junto a la orilla y el mayor piensa en su interior en el día en que su hermanito se convierta en un hombre como él y le ayudará a superar los duros obstáculos de este mundo tan frío.En el Bar de la estación, dos amigas hablan de su largo día de trabajo y se cuentan entre risas mil historias de amores y amistades, de personas que han vivido y que viven cada instante con un regusto amargo y muchos recuerdos dulces.Otro día que se va, ya se va el mundo a dormir para soñar con un nuevo comienzo, con el nuevo Sol.Otro día que se va, la mamá cuenta cuentos y protege a sus niños de todo mal, algún día serán valiosos personajes de esta historia sin final.Y por fin, la Luna se abre camino llenando la orilla de sueños y magia, de milagros y esperanzas para devolver ese dulzor que el Sol se llevó.Otro día que se va, las luces se encienden en el camino y solo queda esperar a que el Sol vuelva a brillar.

Dueto Shana & Joel